Hacia un nuevo aeródromo para la Antártida chilena

Por Ricardo J. Delpiano

Conforme a lo programado, el pasado jueves en Punta Arenas la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas realizó la exposición sobre el proyecto de modernización del aeródromo Teniente Rodolfo Marsh ubicado en el territorio Antártico chileno. Como parte de una iniciativa, esta fue una de las tres primeras reuniones que la dirección ministerial encargada de realizar la planificación y ejecución de las obras de infraestructura en la red aeroportuaria nacional realizará con este motivo.

Como ya se había señalado durante la pasada semana, el plan consiste en ejecutar un plan de modernización de las instalaciones de manera de integral orientado a que el aeródromo en el continente blanco se constituya una plataforma de seguridad y de servicios, según indicó el SEREMI de Obras Públicas Pablo Rendoll. Desprendiendo de lo anterior, esta dualidad de objetivos se orienta a posicionar el nuevo Tte. Marsh como un punto esencial para resguardar la seguridad del territorio nacional, considerando que hoy en día las principales operaciones de dicho aeródromo pertenecen a vuelos que realiza la Fuerza Aérea de Chile, pero también orientarlo hacia un concepto más amplio, dejando de ser un aeródromo orientado hacia operaciones militares, sino que también civiles.

Actualmente el aeródromo en la Antártida chilena Tte. Rodolfo Marsh atiende operaciones militares de la FACH y científicas, pero podría desarrollar un nuevo potencial de concretarse las obras planeadas. Foto: DGAC

Persiguiendo objetivo se expuso la posibilidad de construir un terminal logístico para atender a las personas que visiten el continente blanco, considerando el gran atractivo turístico y científico de ese territorio, para lo cual se buscará diseñar un edificio, luego del cual se definirían las cifras de inversión que requerirá la construcción de este. Paralelamente se contempla el ensanche de la actual pista 11/29 que actualmente posee sólo 1.292 x 38 metros de ancho lo que favorecerá aumentar la seguridad de las operaciones aéreas, permitiendo la llegada de aviones más grandes que los que actualmente aterrizan en esa localidad. Junto con ello el plan contempla instalar sistemas de iluminación de pista, radioayudas y la eliminación de obstáculos. Según lo expuesto la fase de diseño debiera concluir los próximos meses, por lo que a finales del presente año se debiera contar con una propuesta concreta.

La ampliación de este aeródromo, se enmarca dentro de la meta asumida por el Estado de Chile en incrementar la conectividad territorial del país, potenciando la red aeroportuaria nacional, la cual es complementada con un plan de mejoramiento integral de aeródromos especialmente en el sur de Chile, donde la accidentada geografía y las difíciles condiciones climáticas dificultan los traslados hacia los grandes centros urbanos y al resto del país, por lo que el transporte aéreo resulta un aspecto fundamental para asegurar el desarrollo de esas localidad, especialmente aquellas que no son atendidas por el tráfico comercial regular.

Las obras que se esperan se realicen en los próximos años en el aeródromo antártico, permitirán complementar el plan descrito, además de crear mecanismos para desarrollar nuevas aéreas como por ejemplo el turismo antártico, que ya es explotado por algunos operadores chilenos.

Mientras tanto, a nivel general, la red aeroportuaria nacional avanza dentro del segundo plan de concesiones de aeropuertos, a través del cual se pretende modernizar la infraestructura a lo largo del país, adecuándola a las nuevas condiciones acordes al incremento del transporte aéreo que ha vivido nuestro país en la última década. Así en el 2007 se realizaron ya las primeras licitaciones que se tradujeron en obras de ampliación del aeropuerto de Iquique y Puerto Montt, mientras que se avanzan con otros proyectos como Cerro Moreno en Antofagasta, por sólo mencionar algunos. Según ha indicado el Ministerio de Obras Públicas esta etapa comprende licitaciones por un monto cercano a los US$555 millones, cifra que reafirma el compromiso del actual gobierno con avanzar de manera continua en pos de los objetivos trazados a nivel país, pese a los cambios que el terremoto del 27 febrero obligó realizar para atender y recuperar las infraestructura dañadas.