Alianza Delta – LATAM anticipa incremento de capacidad entre Chile y Estados Unidos, además de abrir otras potenciales rutas

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo J. Delpiano

De la misma forma como ocurrió con el establecimiento de centros de conexiones en la región a medida que se incrementa la red de LATAM, el futuro acuerdo de negocio conjunto con Delta y su participación en la compañía con un 20,0% del capital supone crecimientos en distintas rutas estratégicas, además de la creación de nuevos pares de ciudades. La razón es sencilla: aumentar capacidad para alimentar los nuevos centros de conexiones.

Se trata de un paso lógico y necesario que se tiene que dar en el menor tiempo posible con el fin de poner en funcionamiento los acuerdos y objetivos que las partes buscan con su asociación. En este caso, también son necesarios para crear alternativas inmediatas que, en este caso, compensen el quiebre entre American Airlines y LATAM, además de la salida de oneworld. Las rutas entre Chile y Estados son las primeras en iniciar este proceso, pero no se descarta que otras ciudades o hubs en la región también vean incrementos de capacidad.

LATAM es el primero en manifestar esta estrategia al confirmar que, a partir de abril de 2020, se aumentará la oferta en las rutas desde Santiago a Los Ángeles y desde Santiago a Nueva York. Según indica la compañía, los vuelos están disponibles para su comercialización desde hoy 29 de septiembre y consideran un incremento de cinco semanales a diario en la ruta Santiago – Los Ángeles y de tres nuevas frecuencias para Santiago – Nueva York (JFK) totalizando 10 servicios por semanas en ambos sentidos.

“Como parte de nuestro esfuerzo continuo de construir la mayor red de destinos con los mejores itinerarios, estamos aumentando nuestras frecuencias de vuelo a dos de las principales ciudades en Estados Unidos, generando más opciones de viaje para nuestros clientes y mejorando la conectividad de Chile con el mundo”, expone Nicolás Salazar, vicepresidente de Red, LATAM Airlines Group.

El crecimiento de LATAM en esas dos ciudades se explica porque ambas son hubs de Delta desde donde las compañías pueden ofrecer conexiones hacia distintos puntos. En Los Ángeles, la conectividad apunta hacia la costa oeste de los Estados Unidos, Hawaii, Asia y Australia, mientras que en Nueva York (JFK), segundo hub de Delta después de Atlanta, desde se puede conectar a varios puntos de la costa Este, Canadá, Europa y con la reciente expansión de la línea aérea estadounidense, también hacia África.

Con vuelos hacia la región mayoritariamente desde Atlanta, para Delta los crecimientos que hace LATAM son complementarios. Con su nuevo socio, Delta no posee mayores presiones para expandir sus operaciones desde otros centros de conexiones como Nueva York (JFK), por ejemplo, salvo que exista una demanda suficiente para ello como ocurre en Sao Paulo (GRU) o bien en Bogotá.

Ante la necesidad de movilizar el flujo de pasajeros entre los centros de conexiones, la ruta Atlanta – Santiago también sugiere un probable aumento de la oferta, especialmente cuando Delta se apresta a realizar una renovación de flota con el retiro de los Boeing 767-300ER y su reemplazo por los Airbus A330-300 o A330-900. En 2016, la compañía bajo un escenario totalmente distinto al actual, ya consideraba futuros incrementos en capacidad que podrían llevar a colocar una aeronave con capacidad superior tal como lo hace en ciudades como Buenos Aires (EZE), Lima o Sao Paulo (GRU).

Según los últimos datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), Atlanta – Santiago es la cuarta ruta por cantidad de pasajeros transportados entre Chile y los Estados Unidos. Con algo más de 11.000 pasajeros, Atlanta se ubica después de Miami que posee 36.027 pasajeros mensuales), Nueva York (JFK) con 15.900 pasajeros, Dallas Fort Worth con 11.924 pasajeros. Dependiendo de la temporada puede estar también incluso después de Houston (IAH).

Atlanta es el mayor centro de conexiones en el mundo y si bien hasta ahora sólo era explotado por Delta, la alianza con LATAM impulsará a esta ciudad como puerta de entrada y de conexión en Norteamérica. Lo anterior, no implica un abandono de otros servicios ni el descuido de destinos que poseen una demanda natural con Chile o América Latina como es Miami, por ejemplo. Precisamente, la fuerte presencia que LATAM mantiene en la ciudad de Florida representa para Delta ganar un centro de conexiones adicional que no dispone y desde donde puede rivalizar sin mayores riesgos con American Airlines.

Con el fin de reducir la dependencia de los hubs de oneworld, para LATAM se abren oportunidades interesantes de expansión para alinear sus operaciones con Delta y sus socios estratégicos. En Europa, es donde podrían observarse algunos cambios con la posibilidad de establecer enlaces sin escalas entre Santiago – Londres (LHR) pensando en futuros acuerdos con Virgin Atlantic, reducción progresiva de conexiones en Madrid o fortalecimiento de rutas mediante acuerdos compartidos como puede darse en un Santiago – Paris (CDG) o Santiago – Ámsterdam que son atendidos por Air France y KLM, respectivamente. Para el mercado asiático, otra probable asociación es la que LATAM podría encaminar con Korean Air.

Una de las características de las compañías participadas por Delta y de sus asociaciones comerciales son la búsqueda de sinergias. Por lo mismo, si bien Air France – KLM o Virgin Atlantic no forman parte de la alianza bilateral con LATAM, si pueden establecer lazos y distintos niveles de alianzas en los próximos años.