American Airlines continúa mejorando su servicio a Santiago con la inclusión de vinos chilenos a bordo de sus vuelos

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: American Airlines

Con el fin de avanzar en el mejoramiento significativo de sus servicios entre los Estados Unidos y Chile, American Airlines se encuentra desde principios de este año distribuyendo reconocidos vinos chilenos en su Business Class, proporcionando de esta manera, una experiencia local en un servicio de clase mundial.

En esta ocasión, American ha seleccionado prestigiosos vinos de la Viña Montes cultivados en los valles de Leyda y Casablanca de la zona central de Chile. Según el enólogo Ken Chase, que también es consultor de vinos en American Airlines, las localidades seleccionadas destacan por estar expuestas a un clima marítimo cuyos vientos fríos y la niebla favorecen el desarrollo de los sabores en la uva de variedad sauvignon blanc. “Estas mañanas nubladas se disipan alrededor del mediodía, dándole a las uvas un largo tiempo de maduración y una alta concentración de sabor- el clima perfecto para el sauvignon blanc”, afirma.

American quiere que la experiencia sea distinta con una constante renovación -ideal para los viajeros frecuentes-, y por lo mismo durante el primer semestre irá modificando su carta de vinos  con distintos tipos. Así durante este mes de marzo, la aerolínea estará ofreciendo a sus pasajeros el vino “Montes Limited Selection Spring Harvest Sauvignon Blanc” del valle Leyda. Mientras tanto, a partir de abril y hasta junio, el turno será del vino “Montes Classic Series Sauvignon Blanc” del valle de Casablanca. “Este vino entrega un impacto mayor en la parte anterior de la boca, es directo y no persiste mucho tiempo en el paladar”, destaca el enólogo.

American Airlines está buscando constantemente mejorar la experiencia de vuelo a sus pasajeros al mismo tiempo que ofrece más opciones de viaje, todo como parte de su nueva propuesta como línea aérea. Por esta razón, está renovando espacios en los aeropuertos y  llevando a cabo un acelerado plan de renovación de flota con la incorporación de nuevos Airbus A319 y A321 para rutas de corto-medio alcance, Boeing 777-300ER y B787-8 Dreamliner para vuelos internacionales, además del retrofit de cabinas en los B757-200 y B767-300ER. 

Durante el año 2015 por ejemplo, la compañía adquirió 75 nuevos aviones para la línea principal y 52 aparatos para la flota regional, al mismo tiempo que retiró 112 equipos más antiguos y menos eficientes de la la línea principal y 31 de la filial de vuelos regionales o alimentadores. La meta para 2016, es añadir 55 aviones nuevos para la división principal y 49 para el segmento regional, mientras que retira 92 aeronaves sobre los 90 asientos y 29 de menor capacidad (Embraer ERj145, principalmente).

En los aeropuertos y con el objetivo de brindar a los usuarios nuevos ambientes y servicios, la compañía está instalando en espacios comunes mesas de trabajo con toma de corrientes y conectores USB, conexión de internet gratuita wifi para todos los pasajeros, además de la renovación de los Admirals Club y la señalética. 

En Chile, las inversiones de American Airlines ya comienzan a manifestarse. Por ejemplo, en la ruta Dallas Ft. Worth – Santiago, está utilizando de manera permanente el B787-8 ofreciendo al pasajero chileno su más moderno producto, tanto en avión como clases ofrecidas y servicio a bordo. En ruta a Miami, opera también con el B777-200ER de mayor capacidad y confortabilidad. En el aeropuerto de Santiago, renovó recientemente los 700 metros cuadrados de su Admirals Club para mejorar la espera del vuelo para todos los pasajeros independiente de la clase en que vuelen (pasajeros sin beneficios deben adquirir pase diario, mensual o anual). Además, se han creado nuevos beneficios con la alianza comercial del banco BCI y el programa AAdvantage.

La exitosa fusión con US Airways y las mejoras implementadas en distintos niveles están favoreciendo a un mejor ambiente interno lo que se traduce en un cambio completo de actitud de su personal respecto a años anteriores, lo que es reconocido abiertamente por los propios empleados de la compañía. Lo anterior, sumado al constante espíritu de superación, contribuye a entregar una mejor carta de presentación de la línea aérea.