Por Ricardo J. Delpiano
B747-200. Foto: Michel Anciaux |
Heredera de ese pasado glorioso, Air France es una de las aerolíneas más antiguas con presencia en Chile con un servicio ininterrumpido que ha conectado al país con el resto del planeta. Sus Boeing 747 fueron –y son todavía- un símbolo indiscutido de esa contribución, especialmente cuando permitió a muchos chilenos tener la posibilidad de viajar de manera más económica a Europa, conocer el resto del mundo y experimentar nuevos niveles de servicio.
Michel Anciaux es un profesional aeronáutico y como tal, es también amante de la aviación mundial, especialmente de la historia aeronáutica chilena. Como ex tripulante de la belga Sabena y buen viajero, fue uno de los tantos conocedores del Boeing 747 de Air France. Para él, este avión fue clave en el desarrollo de la conectividad que hoy se ofrece entre Chile y Europa, anticipándose un poco a los tiempos actuales.
Consultado sobre cuál fue a su juicio la principal contribución en Chile, señala que “la forma de viajar que ofrecía así como la posibilidad de eliminar escalas técnicas en la ruta de Santiago a París”. Pero también lo destaca porque “permitió desarrollar el concepto de transporte de masa que hoy se ha generalizado”.
Michel conoció al B747 por primera vez con PanAm cuando por un concurso de un supermercado ganó un viaje de Bruselas a Ámsterdam, pero tuvo la oportunidad de conocerlo aún más como tripulante de cabina. Precisamente, en ese rol tuvo la oportunidad de volar uno de los ejemplares de Air France, cuando Sabena arrendó uno de los B747-100 para las rutas a África.
“El Boeing 747 era, para muchas líneas aéreas de esta época, el florero de su flota de aviones así como la imagen de la compañía a través de su presentación de cabina y sobre todo el salón de primera clase que las primeras versiones ofrecían. Era un concepto innovador del viaje larga distancia en una cabina ancha, permitiendo al pasajero una forma de viajar totalmente diferente de los aviones tipos B707, McDonnell Douglas DC-8 y otros con fuselajes de un solo pasillo”, comenta.
Como tripulante destaca que su amplitud de la cabina y la novedad de tener en su tiempo un salón de primera clase en un piso superior ofreciendo a los viajeros una cabina independiente y con una vista única era lo que más se recordaba. “Con los años y la competencia más seguida en tarifas, las empresas aéreas se vieron obligadas a convertir el upper deck en una cabina de 18 asientos de clase ejecutiva así como una cocina (galley) para el servicio a bordo. Era más la cabina de un jet privado o la del Boeing 737 y cuando me era posible pedía siempre trabajar arriba”, agrega.
Air France recibió su primer B747 el 20 de marzo de 1970 y hasta este lunes 12 de enero –cuando el último vuelo comercial de este avión aterrizó en el aeropuerto Charles De Gaulle de París-, operó un total de 73 ejemplares, prácticamente de todas las variantes de pasajeros y carga (B747-100, B747-200/-200C/-200F, B747-300 y B747-400/-400C/-400F).
En Chile, la compañía lo operó entre 1979 y 1996 utilizando primero la versión -200 y posteriormente, los B747-400 y -400C (Combi) que permitía llevar pasajeros y grandes volúmenes de carga. Con la colocación de este avión, Air France eliminó escalas intermedias operando la ruta París – Buenos Aires – Santiago y retorno.
En los años 80, cuando viajar todavía era un verdadero lujo, los B747 de Air France eran todo un símbolo de los viajes de larga distancia de la época, de aquellos que convocaban a la familia y amigos a despedir a los viajeros al aeropuerto y ver en compañías de todos el despegue de la aeronave. Una escena típica de las tardes en los descampados terrenos de la actual avenida Américo Vespucio, especialmente en los fines de semana. Varios antiguos y asiduos viajeros de esa época así lo recuerdan.
Su fuselaje blanco con los colores de Francia resaltando en el timón permitía a todo quien se acercaba al aeropuerto distinguir la presencia de Air France entre todas las aeronaves del aeropuerto. La importancia del B747 de esta compañía fue tal que hasta tuvo un lugar en el parque de diversiones “Mundo Mágico”, famoso en su época por contar con un verdadero “Chile en miniatura”. La maqueta del avión de Air France lucía estática en la réplica a escala del aeropuerto Arturo Merino Benítez dejando una invitación a las nuevas generaciones a conocer parte del mundo de la aviación.
B747-400C en los años '90. Foto: Michel Anciaux |
La era del B747 de Air France terminó a mediados de los años ’90 cuando dio paso a los modernos B777 con los cuales la aerolínea atiende diariamente y sin escalas la ruta a Santiago. En la década siguiente, fue todavía posible verlo en algunas operaciones especiales de carga que la compañía realizó con los B747-400ERF, que ya no forman parte de la flota. Pero independiente del cambio y al igual como sucedió en los distintos aeropuertos donde operó, el "Jumbo Jet" logró convertirse en una leyenda para sus pasajeros, para el personal de rampa y para los cientos de entusiastas que todavía disfrutaron verlo volar.
3 comentarios:
Muy buena nota Ricardo! Los 80 y 90s fueron la "belle époque" de SCL cuando volaban KLM, Air France, Iberia, Lufthansa, British Airways en B747 y Alitalia en MD11 así como también Swissair. A propósito de Air France sabes por casualidad si iniciarán vuelos hacia Chile con las nuevas cabinas Best desde marzo en adelante?. Saludos.
Era realmente hermoso ver reunidas a las familias todas con su mejor pinta para despedir o recibir a los viajeros y por supuesto era clásico salir del aeropuerto y quedarse en el camino esperando que salga el avión.
Que pasó con la maqueta del aeropuerto Mundo Mágico? Sería hermoso que se pudiese recuperar.
No sabia que AF habia volado a SCL con sus B747.
Realmente de todos los modelos.. el 747 es el más hermoso.. un icono de la aviación... y quisiera que otras aerolineas lo usaran..
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