Chile podría enfrentar un nuevo paro aeronáutico esta semana: aerolíneas ponen en marcha planes de contingencia en medio de la incertidumbre

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo Zapata

Como resultado del fracaso de las negociaciones y los compromisos asumidos en septiembre, los funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC) han llamado a una nueva paralización nacional de actividades para los días 17 y 18 de diciembre. De concretarse, Chile enfrentaría un segundo paro aeronáutico en un periodo corto de tiempo.

Según los funcionarios aeronáuticos agrupados en la Asociación Nacional de Funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (ANFDGAC), la propuesta realizada por el Estado de Chile fue rechazada por ser considerada “insuficiente y por no reflejar la dignidad que se merecen quienes sostienen con excelencia el Sistema Aeronáutico en Chile”.

Los motivos de la paralización son los mismos que motivaron la acción de fuerza del día 15 de septiembre de 2015 entre los que destacan el derecho de los funcionarios civiles de la DGAC a cotizar en la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (CAPREDENA), aunque también se incluyen otras solicitudes como una mayor dotación de controladores aéreos.

El paro aeronáutico de este año tiene sus antecedentes en la histórica movilización del año 1970, cuando 180 de los 540 funcionarios de la DGAC de aquel entonces, incluyendo casi todos los controladores de tránsito aéreo iniciaron un paro indefinido de labores. Los motivos en esa oportunidad fueron temas salariales y su situación como funcionarios civiles dentro de la Institución, entre otros.

El llamado a la paralización está siendo realizado bajo el eslogan “Nada Despega”. De esta manera, los funcionarios buscan evitar que realicen operaciones aéreas en los aeropuertos y aeródromos de Chile, salvo aquellos vuelos de emergencia, ambulancia y de seguridad (Fuerzas Armadas y de Orden). No obstante, vuelos que se encuentren en dirección hacia algún aeropuerto o aeródromo en Chile recibirá servicios de control de tránsito aéreo y podrá aterrizar, con todos los servicios disponibles de manera de garantizar la seguridad de las operaciones aéreas.

Al cierre de la edición, todavía no existía claridad si el paro anunciado para los días 17 y 18 de diciembre involucrarán a todos los funcionarios de la DGAC, como los controladores aéreos por ejemplo, aunque los demandantes aseguran que esos días “no despegará ningún avión”.

No obstante, y a diferencia de la medida de fuerza de septiembre, existe una mayor incertidumbre en la industria por la escasa información oficial respecto a la nueva acción y que servicios se verían afectados. Al cierre de esta edición, los controladores aéreos, por ejemplo, no definían si se suman o no a la movilización.

Como consecuencia, la industria aérea espera un fuerte impacto por la fechas en las que se realizará el paro por ser una temporada de alta demanda y cercano a los viajes de fin de año. Por lo mismo, las líneas aéreas han anticipado que pese a los esfuerzos que se realizarán para facilitar los cambios de pasajes y acomodar a los posibles pasajeros afectados, los usuarios tendrán menos posibilidades para ser reubicados especialmente en los días más inmediatos.

LATAM Airlines se ve forzada a cerrar la venta de vuelos

Como acción preventiva y ante la incertidumbre provocada, LAN y TAM ha decidido cerrar la venta para los 17 y 18 de diciembre de todos los vuelos nacionales en Chile e internacionales con origen o destino en Chile. La decisión la dio a conocer Gonzalo Undurraga, gerente general de LATAM Airlines en Chile.

La compañía estima que de producirse la movilización se verán afectados alrededor de 500 vuelos con alrededor de 74 mil pasajeros afectados (42 mil en rutas domésticas en Chile, 16 mil saliendo de Chile al extranjero y otros 16 mil restante viajando de otros países hacia Chile).

Hasta el fin de jornada del día lunes 14 de diciembre, LATAM Airlines declaró que no ha recibido ninguna información oficial acerca de las limitaciones para operar los vuelos durante los días jueves 17 y viernes 18. “Mientras no tengamos información de manera oficial, nuestra primera obligación es operar nuestros vuelos”, dijo Undurraga, anticipando un alto impacto para los pasajeros.

A diferencia del paro de septiembre, LATAM Airlines ha señalado que “no posee la holgura para realizar operaciones adicionales en los días anteriores y posteriores al paro dado que todos los aviones y tripulaciones están programadas para volar”.

Pese a las limitaciones como compañía, el Grupo LATAM permitirá a todos los pasajeros que viajen esos días, independiente de las restricciones del pasaje, que hagan un cambio de fecha sin multa y sin diferencia tarifaria a cualquier asiento disponible durante el mes de diciembre, política ya publicada en el sitio web y en el contact center (600 526 2000) de la línea aérea. No obstante, la compañía advierte que por ser temporada alta los viajeros podrían verse afectados al momento de encontrar un nuevo cupo por la cantidad de personas que viajan en estas fechas y por el compromiso del personal y material aéreo (aviones).

Sky invita a reprogramar viajes

Foto: Santiago Díaz

En la misma línea y ante la falta de claridad del alcance de la movilización de los funcionarios aeronáuticos, Sky ha decidido anticipar acciones mientras define un plan de contingencia para los días 17 y 18 de diciembre. Carmen Gloria Serrat, directora comercial de la aerolínea, invitó a los usuarios que vuelan en los días mencionados a reprogramar –si pueden- sus viajes.

Dentro de las medidas tomadas por Sky destacan un cambio en la fecha de vuelo, cambio de destino y reembolso.

En el caso de que el pasajero decida  adelantar su viaje, lo podrá hacer sin penalidad, sujeto a la disponibilidad de la cabina independientemente de la clase reservada. Si el pasajero quiere postergar su vuelo, tiene hasta 7 días para fijar una nueva fecha de viaje, sujeto a la disponibilidad de la cabina sin penalidades ni diferencias tarifarias para viajar hasta el 31 de diciembre de 2015. En caso de cambio para volar entre el 01 y hasta el 15 de enero de 2016 solo se cobrará la diferencia de tarifa sin penalidad. Sky dice que los boletos deben ser utilizados en orden secuencial por lo que no está permitido dejar primer tramo pendiente y utilizar sólo el retorno.

Si el usuario decide cambiar el destino de viaje, deberá hacerlo con penalidad rutas nacionales y pagando la diferencia tarifaria de existir en un plazo de 7 días para efectuarlas. No aplica para rutas internacionales.

Sky ha señalado que permitirá el reembolso según la regulación tarifaria vigente y que todos los pasajeros podrán acceder al plan de protección elaborado a través del contact center (600 600 2828), oficinas comerciales en Chile y agencias de viaje.

La compañía espera poder minimizar las consecuencias del paro evitando que sus clientes se vean afectados. Sin embargo, por las fechas de alta demanda se espera que el impacto también sea significativo.

Chile podría ver afectada su imagen como país

De concretarse este nuevo paro aeronáutico, Chile podría ver afectada su imagen como país a nivel internacional, especialmente en lo que respecta a transporte aéreo.

Chile es un país con una escasa conflictividad en temas de aviación y con una historia que se caracteriza por una alta institucionalidad, capacidad de diálogo y resolución pacífica de las controversias. En los más de 100 años de historia aeronáutica, sólo ha registrado dos paros de aeronáutica (1970 y septiembre 2015).

No obstante, la posible realización de una nueva acción de fuerza en apenas tres meses y que está llamada a paralizar la actividad aeronáutica, evidencia un deterioro de las instituciones del propio Estado, primero para dar solución a problemas históricos dentro de las entidades que lo conforman y segundo, por una menor capacidad anticipar y/o mitigar los conflictos, especialmente aquellos amenacen la conectividad del país. Por ser un conflicto al interior del Estado, es este quien tiene las facultades y la capacidad para impedir la acción de fuerza se efectúe. 

A pesar de que la industria aérea muestra su confianza en un avance de las conversaciones entre la ANFDGAC y el Gobierno de Chile para suspender el paro, el escenario instaurado y la falta de información oficial, potencian un panorama incierto para el país cuyas repercusiones van más allá del transporte aéreo. 

Foto: Ricardo J. Delpiano

Durante la jornada del lunes, el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, indicó que "nos preocupa enormemente que haya una paralización de la DGAC en fechas tan sensibles como fiestas de fin de año” y que “vamos a seguir, lo hemos dicho permanentemente, en la conversación y el diálogo con los distintos actores y esperamos que ese diálogo nos permita, ojalá en lo posible, que este paro no se materialice”.

De materializarse el paro, la industria de la aviación espera pérdidas por la no realización de los vuelos como por las acciones que se deberán tomar para proteger a los pasajeros. Las cifras dependerán de las condiciones y de la duración de la movilización. Si bien las líneas aéreas recibirán el mayor impacto, los aeropuertos y aeródromos del país también se verán afectados, dado que una paralización de vuelos implica ausencia de viajeros y menor cantidad de ingresos que se perciben por los servicios ofrecidos en sus instalaciones. Compañías aéreas más pequeñas y terminales aéreos en zonas con menor demanda serán los más perjudicados, además de los propios pasajeros.