Por Ricardo J. Delpiano
Foto: DGAC Chile |
Según los reportes realizados por las tripulaciones de vuelo a la torre de control del aeropuerto, los sectores utilizados por las personas para utilizar los láseres son aquellos ubicados entre unos 10 a 20 kilómetros al norte de los umbrales de las pistas 17L y 17R, mientras los aviones están en fase de aproximación. A esa distancia, los pilotos están en preparación para el aterrizaje, alineándose con la pista, repasando las listas de chequeo y configurando la aeronave, por lo que es considerado una fase crítica del vuelo.
En el documento se indican que las emisiones han sido identificadas desde sectores urbanos y suburbanos pertenecientes a Tiltil, Batuco, Lampa, Quilicura, Colina, además del camino Lo Boza al norte del aeropuerto, el camino Lo Echevers al oriente y el sitio eriazo entre la avenida San Pablo y la ruta 68. También se registran reportes desde el camino periférico del aeropuerto.
Los punteros láser son inofensivos para los propósitos que fueron diseñados pero en el caso de la aviación, el haz de luz que impacta en la cabina puede producir deslumbramiento, ceguera temporal, distracción y desorientación del piloto, además de lesiones biológicas reversibles e irreversibles e histológicas, dependiendo de la intensidad del láser, factores ambientales y vulnerabilidad del tejido. Por lo anterior, la mala utilización compromete la seguridad del vuelo de todos los pasajeros.
El uso de los láseres está normado por el DAN 11 07 de la DGAC. Pero para prevenir y restringir su mal uso hacia los aviones, la DGAC necesita la colaboración de toda la comunidad y para esto hace un llamado a denunciar estas malas prácticas a Carabineros de Chile o al propio personal aeronáutico.
Puntos verdes indican las zonas de emisión de láser a los aviones. Fuente: DGAC Chile |
Por la ubicación del aeropuerto y de los sectores donde se registran las emisiones de láser, la acción inmediata es difícil. Por ejemplo, en el camino perimetral del aeropuerto es una vía de uso público en zonas suburbanas con escasa iluminación o de difícil acceso para atender una situación en forma inmediata. La comisaría más cercana se encuentra en Pudahuel, por ejemplo, a más de 20 minutos de viaje.
Lo anterior, obliga a la comunidad a adoptar una actitud más responsable entre quienes frecuentan la zona, ya sea personal que trabaja en el aeropuerto o en las inmediaciones, usuarios o cualquier persona que se acerque a observar la actividad aérea, especialmente los fines de semana cuando se registra un alto número de visitantes.
Las malas prácticas con el uso del láser en los aviones no son propias de Chile. La DGAC señala por ejemplo que en Estados Unidos se produjeron al menos 4.000 ataques a aviones con láser en el último año y que desde 2005, se han los casos se estiman en más de 17 mil.
Para atender esta amenaza -y otras-, las autoridades aeronáuticas y los aeropuertos han preferido optar por una seguridad colaborativa y preventiva, involucrando directamente a la comunidad en el control de la seguridad en los alrededores del aeropuerto.
Entre las iniciativas que más destaca es el “Airport Watch”, que utiliza a los fotógrafos aeronáuticos (conocidos como spotters) para contribuir con la seguridad perimetral. Cada “spotter” es registrado por el aeropuerto o la autoridad y puede ejercer su actividad libremente en los alrededores del recinto aeronáutico mientras que fiscaliza su entorno denunciando cualquier hecho que comprometa la seguridad del aeropuerto o de la aviación.
La medida es aplicada con gran éxito en aeropuertos como Chicago O’Hare, Miami, Minneapolis St. Paul o Phoenix SkyHarbor, entre otros, todos con gran volumen de tráfico aéreo. Autoridades aeronáuticas, el aeropuerto y la comunidad local coopera y colabora en la vigilancia de los recintos aéreos sin tener que realizar inversiones adicionales en guardias o en solicitar presencia policial adicional para exclusividad a las zonas perimetrales del aeropuerto.
En el caso de Santiago, parte de las emisiones de láser son los caminos perimetrales del aeropuerto, lugares que son frecuentados por los “spotters”, por lo que la implementación de este tipo de medidas o similares, pueden ser altamente positivas para prevenir amenazas a la seguridad del vuelo.
1 comentario:
Hace falta más acción. Lo mismo pasa con los volantines en Fiestas Patrias. Se habla mucho pero no se hace nada y como las penas son bajas o no se puede comprobar el delito los niñitos o no tan niños salen libres de polvo y paja.
De todas formas es un problema que va más allá de la DGAC, Carabineros o de la contribución de la comunidad. Si la Justicia no opera no sirve de nada y sucederá lo mismo que ocurre con la delincuencia de este país.
Considerando que en Chile no existe la Justicia no veo que alguna medida que se implemente funcione en su totalidad.
Publicar un comentario