lunes, 4 de junio de 2018

Líneas aéreas proyectan un positivo balance para 2018 pero menor a lo estimado por el aumento de costos

Por Ricardo J. Delpiano

Boeing 787-8 sunset (S.Blaise)
Foto: S.Blaise
A casi diez años de vivir la peor crisis económica de la historia, la industria de las líneas aéreas ve un panorama casi totalmente distinto en sus finanzas. Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), para 2018 se espera que las compañías que agrupa consigan utilidades netas por US$33,8 mil millones con un margen neto de 4,1%. La proyección si bien es favorable, representa una disminución de los US$38,4 mil millones estimados por la asociación en diciembre de 2018.

En 2017, las 290 aerolíneas miembros de IATA que representan al 82,0% del tráfico de pasajeros y carga a nivel mundial obtuvieron ganancias récord por US$38,0 mil millones, cuatro millones más de lo estimado. En su 74va Asamblea General que se celebra en Sydney, la Asociación advierte que pese a la recuperación obtenida por el sector, el alza de los costos está influyendo en una baja en las proyecciones lo que sugiere encender las alertas y obliga fortalecer los esfuerzos mancomunados para avanzar en el aseguramiento de la sostenibilidad de la industria.

IATA establece que los beneficios financieros se obtienen por las acciones que las líneas aéreas han emprendido en la modernización de sus flotas, mejores prácticas y búsqueda de mayores eficiencias., lo que entrega bases más sólidas en comparación con los periodos negativos anteriores.

“La sólida rentabilidad del negocio se mantiene en 2018, a pesar de los crecientes costos”, dice Alexandre De Juniac, director general y CEO de IATA. “Las bases financieras de la industria son sólidas, con un periodo de nueve años que comenzó en 2010”. El máximo representante del sector no duda en señalar los progresos alcanzados y su contribución. “Los beneficios se están volviendo normal para las aerolíneas. Esto permite financiar su crecimiento, expandir el empleo, fortalecer los balances y recompensar a nuestros inversores”.

La opinión coincide con los discursos y comentarios que la industria ha realizado en los últimos meses y que han tenido a América Latina como centro. En ese sentido, es adecuado recordar el trabajo que el “lado aire” ha realizado para optimizar los procesos y ser capaces para generar nuevos modelos de negocios que permiten incrementar la conectividad de los países, disminuir las tarifas de los pasajes y permitir sumar cada año a más pasajeros.

En Sydney, IATA señala que los costos que preocupan son las presiones inflacionarias, el aumento del precio del combustible y el alza de los costos laborales, punto no menor que varias compañías aéreas en el mundo han sufrido en la primera mitad de este año. “Esperamos que el precio del crudo (Brent) sea de $70,0. Esto es un aumento de los $54,9 por barril en 2017 (aumento de 27,5%) y nuestra expectativa anterior era de casi $60 por barril. Los costos de combustible representarán el 24,2% de los costos operativos totales (desde un 21,4% revisado en 2017). Se pronostica que los costos unitarios totales aumentarán un 5,2% este año, después de un aumento del 1,2% en 2017; una aceleración significativa”.

La perspectiva de IATA indica que la demanda de pasajeros y de carga continuará creciendo por encima de la tendencia y con precios que se han vuelto positivos. Así, se esperan que los ingresos totales aumenten hasta US$ 834 mil millones, lo que sería un aumento del 10,7% respecto a 2017. Los ingresos unitarios aumentarían un 4,2% los que serían insuficientes para la alza de 5,2% de costos.

El tráfico de pasajeros durante 2018 crecerá a una tasa de 7,0% que es ligeramente menor a la alcanzada en 2017, de 8,1%. Aún así, sería un aumento más rápido que el promedio de 5,5% de 20 años por sexto año consecutivo. Los factores que determinarían este escenario están el mayor crecimiento económico y estímulo de nuevos servicios directos entre pares de ciudades. La ocupación de los vuelos promedio se situará en torno al 81,7% y el número de pasajeros a transportar sea de 4.360 millones, lo que representa un aumento de 6,5% en comparación con 2017. IATA puntualiza que “este será el primer año para fortalecer los rendimientos desde 2011”.

En el transporte de carga, también se prevé un escenario más positivo por el crecimiento de la economía mundial. Como indicador referencial de la industria, el repunte de la carga aérea permite anticipar un escenario más favorable para el sector. Según IATA el repunte responde a que las empresas han recurrido al transporte aéreo para reponer sus inventarios lo que ha producido un fuerte crecimiento de la carga aérea en 2017. Se espera que este año se movilicen 63,6 millones de toneladas en comparación con las 61,5 millones de toneladas transportadas en 2017, impulsadas por los productos farmacéuticos, el comercio electrónico y otros.

Además del alza del precio de combustible, los costos laborales y la presión inflacionaria, IATA agrega otro factor que está amenaza a las líneas aéreas y los viajes: la creciente incertidumbre política en el sistema internacional. La preocupación es lógica considerando las amenazas a la seguridad global presentes, los conflictos geopolíticos en Medio Oriente / Norte de África, migraciones, pero que ahora se suman nuevos conflictos políticos, otros comerciales entre bloques económicos y las agendas proteccionistas de algunos países. La Asociación menciona por ejemplo, la decisión de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán y el impacto del Brexit, entre otros.

Frente a este panorama, De Juniac insiste en destacar el valor de la aviación. “El mundo está mejor cuando las fronteras están abiertas a las personas y al comercio. Nuestro arduo trabajo como industria ha preparado a la aviación para ser un catalizador más fuerte para una globalización cada vez más incluyente”.

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