SKY lanza “intervención excepcional” en sus precios para mitigar distorsiones por reducción de la oferta aérea en Chile

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo J. Delpiano

El impacto de la huelga del Sindicato de Tripulantes de LAN Express (STLE) que trabaja para las operaciones domésticas y algunas sudamericanas de LATAM Chile, trasciende el alcance de la compañía. Por ser el operador con mayor participación en el mercado, la paralización del 50% de los itinerarios está generando una reducción evidente en la oferta y un alza en los precios.

El mencionado escenario no es algo nuevo, ya que repite lo sucedido en ocasiones anteriores cuando existe una reducción en la capacidad, como cuando un operador abandona una ruta dejando a uno o dos oferentes. Sin embargo, en esta ocasión, el impacto es mayor por tratarse de un caso especial de una medida de fuerza que limita el derecho a transporte contratado. Si bien LATAM asegura haber protegido al 85,0% de los viajeros, parte de su demanda se vuelca a otros operadores a los cuales no les corresponde adaptarse por situaciones ajenas y puntuales que le son externas, produciéndose distorsiones no siempre compartidas por los usuarios. 

En un intento por reducir ese efecto, SKY anuncia un plan de ejecución inmediata consistente en una intervención de los precios de sus pasajes. Una medida, que la propia compañía califica de excepcional y que se mantendrá mientras exista la restricción al transporte aéreo en Chile. En ese sentido, informa que ningún pasaje doméstico en los vuelos que realiza y adquiridos a última hora, superará los CLP180.000 en tarifa “Light” (la más económica), sin tasas de embarque, para vuelos a zonas extremas como Arica, Iquique, Balmaceda y Punta Arenas.

Desde la empresa indican que “esta intervención en los precios es una medida excepcional a las tarifas de nuestros pasajes, en un esfuerzo para minimizar el impacto de las distorsiones del mercado generadas por razones de fuerza mayor que terminan perjudicando a la gente y la conectividad del país”.

Por ser la segunda línea aérea con participación de mercado, SKY es la que está recibiendo la mayor demanda no atendida por LATAM y por lo mismo, también es recibe el mayor impacto producto de la distorsión con consecuencias que también su imagen como facilitador del transporte.

Holger Paulmann, CEO de línea aérea, indica que la misión de SKY siempre ha sido promover que la mayor cantidad de personas puedan volar. “Ese es nuestro principal desafío y por el que trabajamos todos los días”, dice, destacando que el esfuerzo excepcional que está haciendo la empresa para atender el problema que afecta al país. “Lejos de aprovecharnos de un problema, queremos ser parte de la solución”, afirma.

El máximo directivo de SKY recalca que este tipo de eventos genera una incertidumbre que no permiten adaptarse oportunamente al impacto que puedan ocasionar. Entre las razones que limitan este actuar están las propias restricciones regulatorias y exigencias de la industria aérea.

En medio de este escenario inusual, es necesario recordar que la aviación en Chile, funciona bajo las directrices del libre mercado establecidos en la política aeronáutica que el país posee desde 1979, misma que contribuye a desarrollar la industria aérea y posibilita que al día de hoy, la aviación sea un medio masivo de transporte. Entre los principios que distingue a esta política es la libertad de tarifas y la mínima intervención del Estado.

Al materializarse la huelga de STLE, la primera línea aérea de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) de Chile, declaró que hará sus mayores esfuerzos para aumentar las frecuencias de sus aviones en los trayectos más afectados de modo de minimizar los inconvenientes. Ahora, la compañía insiste en esa disposición informando que además de la intervención inmediata de sus precios, evalúa la posibilidad de aumentar frecuencias dentro de Chile, mientras se mantenga la restricción.

Ante la falta de acuerdo, se espera que el impacto de la huelga de STLE continúe al menos durante las próximas 24 horas. Recién para el jueves está fijada una nueva ronda de negociaciones con la empresa. Independiente de lo anterior, LATAM ha extendido las medidas preventivas hasta el 18 de abril, entre las que destacan reprogramación de vuelo hasta 30 días de la fecha original sin penalización, cambio en el origen/destino sujeto a diferencias tarifarias y vigencia del ticket y devoluciones sin penalidad.