Amaszonas anuncia el término de sus operaciones en el mercado doméstico chileno a partir de abril

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Fernando Ruiz

A un año de haber iniciado operaciones en Chile, la boliviana Amaszonas informa su retiro del mercado doméstico del país. La decisión está atribuida al bajo tráfico de pasajeros rentable en las rutas que opera, que desde la compañía se explica por la alta competencia de los operadores chilenos, especialmente de las nuevas líneas aéreas.

“Debido al bajo tráfico de pasajeros y el impacto que generó el ingreso de nuevos operadores en el mercado aéreo comercial chileno, hemos decidido suspender las operaciones domésticas de y hacia las ciudades de Calama, Copiapó, Antofagasta y Arica”, dice la empresa en un comunicado interno enviado a sus trabajadores según cita el diario El Mercurio de Antofagasta.

Amaszonas inicia sus operaciones el 27 de marzo de 2017 con la intención de ofrecer una conectividad interregional en el Norte de Chile, siguiendo el esquema operacional del grupo en el resto de la región. El inicio de los vuelos en el país surge como una ampliación de las operaciones internacionales desde Bolivia, que posteriormente son complementadas desde Paraguay, por la filial en ese país y que recientemente ha ampliado su presencia con vuelos a Lima vía Iquique y Santiago.

Para dar curso a su filial chilena, Amaszonas transfiere un Bombardier CRJ200 desde Bolivia, el cual utiliza diariamente para atender las ciudades del Norte Grande, desde su base en Iquique, su primer destino en el país. Desde esa ciudad, la opera inicialmente una frecuencia diaria hacia Antofagasta para luego continuar hacia Copiapó y La Serena, además de dos vuelos diarios hacia/desde Arica.

Si bien las rutas inauguradas por la empresa son celebradas por la población como una ansiada solución a la falta de conectividad interregional entre las ciudades del norte de Chile, los resultados de tráfico de pasajeros no acompañan a la compañía, situación que impacta en su rentabilidad obligando a revaluar todo el proyecto. Como consecuencia, a los seis meses de iniciar operaciones reduce frecuencias y posteriormente deja de volar La Serena, ciudad considerada como “la más difícil” de la red chilena al estar atendida por dos escalas intermedias.

Aunque Amaszonas atribuye la salida del mercado aéreo chileno a la intensa competencia, las causas responden únicamente a temas operacionales internos, asociados a los altos costos por asiento (CASK) que posee su flota.

Los Bombardier CRJ200 que opera poseen una capacidad para 50 asientos, lo que obliga a la empresa a depender de los precios altos para alcanzar el equilibrio de la operación. Si bien en casi todos los tramos operados mantenía una cierta exclusividad al no tener una competencia directa -que podría ser considerado como una oportunidad-, la falta de un tráfico rentable suficiente pareciera haber impactado negativamente en el proyecto de la filial chilena. De existir ese demanda capaz de pagar los precios altos que impone la operación del avión utilizado, probablemente las operaciones de Amaszonas podrían haber capturado un nicho.

Lo anterior vuelve a poner en relevancia los temas pendientes que mantiene Chile para con sus regiones: la falta de polos de desarrollo con capacidad para crear una demanda de alto valor que impulse a las líneas aéreas a generar conectividad, incluso del tipo regional, segmento que por las razones mencionadas aún no consigue prosperar en el país. La situación trae al presente el caso de Aerocardal, que tras la paralización de los proyectos mineros en el valle del Huasco, se ve obligada a suspender sus vuelos comerciales entre Santiago y Vallenar, así como las intenciones de crear una aviación regional, por la significativa baja del tráfico corporativo.

Las señales de que las operaciones de Amaszonas en Chile estaban teniendo dificultades aparecen en septiembre de 2017. En ese mes, Sergio León, vicepresidente del Grupo Amaszonas, reconoce que la operación doméstica chilena estaba costando “un poco”, aunque desde su perspectiva intenta justificar como parte del proceso que conlleva posicionar una nueva línea aérea. Ya en ese momento, advierte que el impacto de las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) y su mayor capacidad por vuelo, estaba generando desafíos que obligaron a realizar los primeros ajustes.

Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), la línea aérea boliviana transporta 38.832 pasajeros en vuelos nacionales entre el 27 de marzo y el 31 de diciembre, con una ocupación promedio del 50,1% lo que confirma la baja de pasajeros y las dificultades para cubrir los costos operacionales. Entre los meses de enero y febrero, la situación de la línea aérea boliviana no registra cambios, a excepción de un descenso en la ocupación al 44,5%.

Con la salida de Amaszonas del mercado doméstico chileno, se ponen también fin a los proyectos de conectividad interna e interregional que la línea aérea buscaba desarrollar, especialmente en otras ciudades más allá de Iquique, como por ejemplo una conectividad desde Arica hacia La Paz o eventuales extensiones al sur sin pasar por Santiago, tal como el vicepresidente del grupo lo sugiere en septiembre pasado.

A pesar de abandonar las rutas domésticas, Amaszonas descarta retirarse de Chile. Por el contrario, asegura que continuará operando los vuelos internacionales que realiza en las rutas La Paz – Iquique, Asunción – Salta – Iquique, Asunción – Iquique – Lima y la recién inaugurada Asunción – Santiago, estas tres últimas operadas por su filial paraguaya. Para los próximos meses, plantea incluso retomar las operaciones entre Santa Cruz de la Sierra e Iquique.

Independiente de la corta duración de sus vuelos nacionales, Amaszonas hace historia en la aviación chilena al convertirse en la primera compañía aérea extranjera en hacer uso de los Cielos Abiertos con apertura unilateral del cabotaje, implementada en el año 2012 durante la primera administración de Sebastián Piñera. Desde su establecimiento hasta ahora, la empresa no se ve afectada por ningún tipo de cuestionamientos políticos, operacionales o comerciales, por lo que funciona bajo las mismas condiciones y reglas que el resto de las líneas aéreas chilenas.