Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Ricardo J. Delpiano |
A través de este programa, la sociedad concesionaria del aeropuerto conformada por Grupo ADP (Aéroports de Paris), Vinci Airports y Astaldi Concessioni, busca demostrar a la comunidad que el aeropuerto de Santiago tiene un compromiso responsable y ético en materias ambientales. En Chile, la normativa actual no exige que las empresas midan su huella de carbono por lo que la iniciativa es un esfuerzo netamente privado e independiente, que va más allá de lo exigido por el Estado.
“El aeropuerto Arturo Merino Benítez es mucho más que un espacio de procesos aeronáuticos,” dice Nicolás Claude, CEO de Nuevo Pudahuel, refiriéndose a que si bien el crecimiento del transporte aéreo trae numerosos beneficios, como la creación de 4.500 puestos de trabajo cada un millón de nuevos pasajeros, tiene también externalidades negativas por las que hay que hacerse responsable.
Desde su arribo en octubre de 2015, Nuevo Pudahuel ha desarrollado un activo programa a favor del medioambiente que se manifiesta a través de diversas acciones realizadas en conjunto con la comunidad. Una de estas es la plantación de árboles nativos en la comuna de Pudahuel donados por los propios usuarios que a la fecha suman más de 400 especies.
La gestión de carbono se realiza a través del Airport Carbon Acreditation (ACA), estándar de certificación desarrollado por el Concejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés), entidad que evalúa y reconoce los esfuerzos para gestionar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que tiene una incidencia en el cambio climático. El programa cuenta con cuatro niveles de certificación: mapeo, reducción, optimización y neutralidad.
Según Nuevo Pudahuel, se ha cuantificado el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas, directa o indirectamente por las actividades aeronáuticas y no aeronáuticas para el año 2016, las cuales corresponden a 11.446 toneladas de CO2eq. Actualmente, el concesionario ha logrado el nivel 1 del ACA correspondiente al “mapeo” en el que se determina las fuentes de emisiones dentro del límite operacional de la compañía, calcular las emisiones anuales de carbono y solicitar una verificación y auditoría mediante un tercero. El objetivo es reducir la emisión de gases de efecto invernadero que corresponde al nivel 2 de la acreditación.
La gestión en temas GEI forma parte del programa de sustentable de Nuevo Pudahuel que se enmarca dentro de la propuesta de mejora integral de la experiencia aeroportuaria más allá de los trabajos de administración, ampliación y construcción de las instalaciones, actualmente en ejecución. “Se busca que el aeropuerto Arturo Merino Benítez no sólo sea un referente de la región en términos aeronáuticos, sino que también, un líder en crecimiento responsable con el medioambiente,” señalan desde la concesionaria.
Para este año, Nuevo Pudahuel proyecta que probablemente se alcancen los 21 millones de pasajeros movilizados por el aeropuerto de Santiago, superando significativamente los 19,2 millones de personas del año 2016. El crecimiento significativo del transporte aéreo responde a factores como la baja significativa de los precios (33% menos según el Instituto Nacional de Estadísticas – INE) realizada por la implementación de nuevos modelos de negocios por parte de las líneas aéreas, especialmente del tipo bajo costo y tarifas bajas (LCC/ULCC, por sus siglas en inglés), la respuesta en la competencia, los incrementos de capacidad generados por la búsqueda de mayores eficiencias en la red, el acceso al crédito por parte de la población, la presencia de factores catalizadores específicos (como turismo de compras hacia Chile) y la llegada de nuevos operadores.
Respecto al último punto, Nuevo Pudahuel ha tenido un rol activo a través de su Departamento de Desarrollo de Tráfico Aéreo y la Alianza Público-Privada de la Industria Aérea (APPIA), integrada por la Junta Aeronáutica Civil (JAC), la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la Subsecretaría de Turismo, la Agencia de Promoción de Inversión Extranjera (Invest Chile) y la Federación de Empresas de Turismo de Chile (FEDETUR), además de la concesionaria del aeropuerto. El regreso de British Airways en enero de 2017 y el anuncio del vuelo de Qatar Airways, son dos ejemplos concretos de la acción ejercida por la asociación.
3 comentarios:
Muy buena iniciativa. Ahora a mejorar el "ataque de bienvenida de transportistas automotor al salir con la maleta.
Es interesante que busquen la certificación de lo emitido... Pero hasta donde se y por el rechaso de Nuevo Pudahuel a tecnologías limpias, tengo la impresión que nos quedaremos solo con un aeropuerto estándar, con tecnología de clima, iluminación y tratamiento de aguas basisicas.
mmmmmm en una de las comunas mas pobres y contaminadas de chile......ojala sea en beneficio directo de los habitantes de pudahuel.renca y quilicura.........eso de las certificaciones me huele a solo diploma colgado en alguna oficina de gerencia.
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