viernes, 20 de octubre de 2017

Azul y TAP estudian establecer un JBA que podría incluir a United: una respuesta directa a las asociaciones de LATAM con American Airlines e IAG

Por Ricardo J. Delpiano

TAP A330-200 (A.Ruiz)
Foto: Alejandro Ruiz
Azul Linhas Aéreas y TAP se encuentran estudiando la opción de conformar un Joint Business Agreement (JBA) en las rutas entre Brasil y Europa, a través del cual buscan profundizar su actual relación. La acción se entiende también como una respuesta natural a las asociaciones similares que la competencia está realizando y que tienen al mercado brasilero como protagonista.

Azul y TAP comenzaron su cooperación en 2015, tras el ingreso de  David Neeleman (fundador de Azul) al 45% de la aerolínea portuguesa a través de la firma Atlantic Gateway. Actualmente, ambas compañías poseen un acuerdo de código compartido en la ruta de Sao Paulo (VCP) – Lisboa operado por Azul como reemplazo al servicio ofrecido por TAP. Además, la firma brasilera aporta con su red a alimentar los vuelos de TAP en Brasil y con esto potenciar la idea de transformar a Lisboa en una nueva puerta de entrada a Europa.

En agosto, Trey Urbahn, CCO de TAP, indicó a FlightGlobal (29/08/2017) que las intenciones de su compañía son establecer una “full cooperación” que se daría a través de un JBA, primero en términos de ventas y capacidad, para luego ser complementado en aspectos asociado a aviones y combustible.

TAP posee una gran presencia en Brasil con vuelos sin escalas que conectan Portugal con Belo Horizonte, Belem, Brasilia, Fortaleza, Natal, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro (GIG) y Sao Paulo (GRU), todas ciudades atendidas por Azul desde distintos puntos del país.

Considerando los movimientos de la competencia especialmente de LATAM, que tras la aprobación de sus JBA con American Airlines y con IAG por el Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil (CADE), las dos aerolíneas no descartan sumar también a United de manera fortalecer aún más su propuesta de negocio conjunto creando un bloque más adecuado para competir.

United controla el 5,0% de Azul y posee acuerdos de código compartido en las rutas de la brasilera hacia los Estados Unidos (Fort Lauderdale y Orlando), además del interés de establecer también un futuro JBA adicional la que está negociando con Avianca y Avianca Brasil.

De avanzar las conversaciones, los JBA que podrían generarse serían a nivel bilateral por separado (Azul – TAP y Azul – United) similar a la fórmula que está utilizando LATAM con sus American e IAG, o bien de manera tripartida (Azul – TAP – United). En algunos medios de Brasil y Portugal se ha mencionado la posibilidad de que los posibles negocios conjuntos puedan incluir a Hainan Airlines, considerando la participación de la matriz (HNA Group) en el 22,0% del capital de Azul.

Los JBA son una nueva forma de consolidación de las líneas aéreas. Se ubican en un nivel inferior previo a las fusiones por ser contratos atípicos y al margen, en donde dos o más empresas se unen para realizar operaciones complementarias en sus negocios, crear uno nuevo o realizar acciones específicas comunes. En este proceso, las empresas participantes no comparten propiedad ya que cada una mantiene su independencia.

Azul A330-900 (Airbus)
Foto: Airbus
Por sus características, se ubican en la escala de asociatividad en el nivel previo a la fusión y son una respuesta natural de las aerolíneas a la crisis post 11 de septiembre de 2001, a la generación de nuevas amenazas globales y ciclos económicos más frecuentes, entre otros factores que condicionan a la industria. Uno de los objetivos que se persiguen con estas alianzas es crear fortalezas y generar barreras defensivas ante un aumento de los costos, ciclos económicos y también, una mayor competencia. Actualmente, el 80% de las principales compañías aéreas en el mundo cuentan con al menos un acuerdo de este tipo y más del 30% del tráfico de largo alcance global opera bajo esta fórmula.

Las autoridades de distintos países cada vez más muestran una actitud proactiva a este tipo de asociaciones. Prueba de ello son las aprobaciones que los JBA están consiguiendo en distintas partes del mundo, proceso que al que lentamente se incorpora Latinoamérica con los vistos buenos otorgados a los JBA de Aeroméxico – Delta y de LATAM con American Airlines y con IAG, en Brasil, Colombia y Uruguay, posicionando a estos países como gestores de tráfico.

Para los usuarios, los JBA generan beneficios al contar con una mayor cantidad de rutas destinos y opciones de viaje, gozan un incremento en la conectividad con más puntos de conexión o pares de ciudades atendidos, más variedad y mejores precios, y un incremento en el nivel de servicios. Una de las ventajas es que el cliente tiene mayor capacidad de elección ya que cada aerolínea mantiene sus productos y servicios a los que puede acceder según su preferencia o disponibilidad.

Las líneas áreas que participan en este tipo de asociaciones consiguen mayor eficiencia al coordinar operaciones y servicios, mayores sinergias, cooperación e inversión conjunta, como por ejemplo en términos de infraestructura aeroportuaria, acceso a más y mejores prácticas, además de una capacidad superior para alcanzar nuevos mercados sin realizar una inversión significativa que pueda poner en riesgo el negocio, favoreciendo la búsqueda de nuevas oportunidades.

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