Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Ricardo J. Delpiano |
En su primer año de concesión, es este punto el que quizás se anota la mayor visualización, tal como ha quedado demostrado con campañas favor del medio ambiente, inclusión del arte urbano como nuevo elemento visual, bolsas de trabajo para la gente de los alrededores y actividades de apoyo a la educación.
A estas se agrega una especial: la inclusión de los entusiastas de la aeronáutica como actor importante en la propuesta que Nuevo Pudahuel tiene para el aeropuerto de Santiago. Una relación que surge de principios de este año producto del acercamiento entre la comunidad organizada y el concesionario, que a fecha de hoy, ha permitido que más de 100 personas disfruten de su pasión podido dentro de las instalaciones del aeropuerto, a escasos metros de los aviones. La última actividad de estas características ocurrió el pasado martes con la primera visita del Antonov An225 Mriya a Santiago.
“Para Nuevo Pudahuel es un honor que los amantes de la aeronáutica como son los spotters, sean parte de la evolución que está viviendo el aeropuerto Arturo Merino Benítez, preparándonos para el año 2020”, comenta Branko Karlezi, subgerente de comunicaciones de Nuevo Pudahuel.
En Chile, la actividad de fotografiar y llevar un registro de las operaciones aéreas (conocido como planespotting) es antigua, pero sólo en el último tiempo ha tomado una mayor relevancia producto de evolución tecnológica en los equipos fotográficos que masificado el acceso como por el hecho cotidiano que se ha vuelto el viaje en avión en el país. Pese a la cantidad de años que lleva este hobby y a la gran cantidad de exponentes que existen en el país, algunos con alta relevancia internacional cuyo trabajo es utilizado por importantes publicaciones aeronáuticas, no siempre han existido espacios adecuados para practicarlo, pese a la buena voluntad y disposición de la Autoridad Aeronáutica.
En ese contexto, la llegada de un nuevo concesionario al aeropuerto de Santiago ha significado durante el año 2016 un cambio en esta materia que ha generado nuevas oportunidades y elementos de integración, que permiten que más y nuevos actores colaboren en la construcción de nuevas experiencias, efectivas e integrales para todos los usuarios del aeropuerto y la comunidad.
“Un nuevo aeropuerto habla de nuevos estacionamientos, tan urgentemente necesarios, espacios para más aerolíneas, nuevas rutas de los actuales operadores y una mejor experiencia del usuario. Es por esto que el día de los spotters habla de una nueva relación con la comunidad aeroportuaria y queremos que evolucione aún más: que los spotters sean parte de la historia de cómo Arturo Merino Benítez se transforma en un referente para la región”, agregan en la concesionaria.
La construcción de la experiencia aeroportuaria involucra a una gran cantidad de elementos y actores que deben coexistir en un mismo ambiente y funcionar de manera armoniosa para asegurar que todos los procesos que se llevan al cabo dentro de un terminal aérea se realicen de manera eficiente y grata para todos los usuarios. Cualquier fallo o respuesta tardía de alguno de los actores generan deficiencias en el servicio que merman cualquier acción, aún cuando se realicen las inversiones correspondiente. Por lo mismo, es la propia industria la que no se cansa de hacer llamados para que todos los actores alineen objetivos y actualicen sus roles, en especial los Gobiernos, los que en muchos casos mantiene un rol excesivamente dominante de los procesos aeronáuticos y no aeronáuticos, tanto por las instituciones que intervienen como en la excesiva y rígida regulación existente.
En este caso, la buena relación establecida por Nuevo Pudahuel con la comunidad de spotters –organizados sin fines de lucro- y también con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC Chile), constituye un humilde ejemplo de cómo es posible avanzar hacia la construcción de nuevos espacios y mejores experiencias para todos.
En una región donde la actividad de planespotting todavía tiene importantes desafíos que sortear, principalmente por visiones anticuadas asociadas a conceptos militares de seguridad, la experiencia chilena que se esta generando, puede ser un referente interesante a explorar en otros otros países, ya sea para abrir espacios como también complementar acciones que por su cuenta está realizando.
Foto: Ricardo J. Delpiano |
Si bien por ahora son dos actividades oficiales las que se han realizado en los últimos tres meses bajo el alero de Nuevo Pudahuel y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), son muchas más las que se esperan en los próximos años permitiendo que cada día puedan ser más los amantes de la aviación puedan estar cerca de su pasión, abriendo de esta forma espacios que antes eran imposibles de alcanzar.
3 comentarios:
Felicitaciones a Ricardo Delpiano por conseguir este sueño impensable años atrás para los fanáticos de la aviación. Estoy seguro que su conocimiento de la aeronáutica y su organización es fundamental para lograr muchos proyectos. Nuevo Pudahuel debería aprovechar su experiencia para seguir haciendo buenos proyectos.
¿y una terracita para los spotters, como en los principales aeropuertos del mundo desarrollado?
Felicitaciones por la iniciativa!! A la hora de soñar..sería ideal una terraza de observación--como en el viejo Pudahuel..donde empezó mi amor por los aviones,-- con una cafetería..saludos! Gonzalo A.
Publicar un comentario