Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Airbus |
La acción anunciada esta semana se interpreta como uno de los acuerdos más importantes en la materia y en la historia de la aviación que ha desarrollado una línea aérea, la que va en línea directa con la generación en un modelo sustentable de negocio. En ese sentido, el acuerdo con SG Preston se entiende como un doble aporte: por un lado contribuye a una operación más amigable con el medioambiente al reducir las emisiones netas de CO2 y por otro, tendrá la capacidad para permitir este tipo de acciones sin afectar los resultados económicos de la compañía. De hecho, esta asegura que la asociación permitirá mejorarlos.
“El futuro de la aviación depende en parte de las fuentes de energía renovables. Estamos tomando un rol de liderazgo en tecnología y otros avances, incluyendo combustibles de aviación renovables”, dice Robin Hayes, presidente y CEO de JetBlue.
El combustible renovable para aviones se produce a partir de los recursos biológicos, como la materia vegetal, los que pueden ser repuestos rápidamente y sin afectar el suministro de alimentos. Las opciones renovables pueden reducir de manera significativa las emisiones, incluyendo contaminantes relacionados con la calidad del aire, así como gases de efecto invernadero. Este tipo de carburante es equivalente al combustible convencional y no representa ninguna diferencia en rendimiento ni otros aspectos, lo que asegura una operación adecuada bajo todos los estándares de seguridad.
JetBlue se comprometió a reducir las emisiones globales en el transporte aéreo comercial. Por lo mismo, ha estado trabajando con los fabricantes de aviones y de motores para incorporar nuevas tecnologías, además de un trabajo permanente con las autoridades aeronáuticas como la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) para desarrollar operaciones más eficientes.
Este año, JetBlue comenzó a explorar activamente la posibilidad de comprar combustibles renovables para uso comercial después de que en 2015, se convirtiese en la única línea aérea en firmar el Acta Americana de Negocios de la Casa Blanca sobre el Compromiso Climático (White House´s American Business Act on Climate Pledge). La acción se enmarca dentro del apoyo que la compañía brinda para un acuerdo internacional sobre el clima y bajas emisiones de carbono.
“JetBlue se está preparando para un mundo en el que se debe reducir nuestra producción de gases de invernadero. Con esto en mente, hemos ejecutado uno de los mayores acuerdos de compra de combustible renovable para aviones. Esto es sólo un paso de muchos en nuestro trabajo hacia un futuro bajo en carbono”, agrega el directivo.
En su propuesta hacia el medioambiente, JetBlue considera a la comunicación como un elemento esencial para transparentar su acción y difundir a la comunidad las buenas prácticas que como empresa realiza. Entre las acciones que destaca para hacer frente al efecto invernadero generado por sus operaciones, están el empoderamiento e inspiración a sus clientes y tripulaciones para compensar las emisiones cuando vuelan, desarrollo de nuevos procedimientos que permiten optimizar los vuelos y hacerlos más eficientes, además de incorporar nuevas tecnologías a su flota de aviones, incluyendo el reemplazo de estos por versiones más modernas como ocurre con los equipos de la familia A320neo.
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