Irelandia Aviation escoge a Argentina para armar su nueva aerolínea en Latinoamérica

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Gastón Doval

Tras considerar distintos países de la región –incluido Chile-, Irelandia Aviation ha seleccionado a Argentina como el país para establecer su nueva aerolínea de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés).

La decisión no ha dejado de sorprender al mercado, considerando que Argentina es un mercado atípico para este tipo de líneas aéreas -al menos en su concepción más pura- y por las distintas restricciones que posee para su aviación, que en su conjunto opacan el enorme potencial que el país posee. Una realidad que la administración de Mauricio Macri pretende cambiar con reglas del juego claras y trasparentes, más un compromiso por estimular el transporte aéreo con la llegada de nuevos operadores y el desarrollo de nuevas rutas que conecten a Argentina y a sus ciudades con el mundo.

Irelandia Aviation es la sociedad de inversión de la familia Ryan. Es accionista de distintas líneas aéreas del tipo LCC como Ryanair en Europa, VivaAerobus en México, VivaCAM en Costa Rica y VivaColombia, en el país cafetero. En los últimos años, el grupo ha estado explorando distintos países de la región para continuar su expansión latinoamericana, motivo que los trajo en algunas oportunidades a Chile y que muchas veces sugirió a la prensa un posible pero falso inicio de operaciones de Ryanair en el país.

VivaArgentina podría ser el eventual nombre para la nueva línea aérea LCC. Declan Ryan, número uno de Irelandia Aviation, así lo ha sugerido en las declaraciones que ha dado a los medios de prensa. “Si la vida es buena con nosotros y logramos algo de suerte irlandesa, esperamos que Viva esté funcionando en muchos países de América latina, incluyendo la Argentina el año próximo”, dijo por ejemplo al diario La Nación (20/06/2016).

Para armar la futura línea aérea, el plan considera una inversión de US$ 50 millones y comenzar a través de un operador ya establecido lo que ayudaría tiempo y burocracia en solicitar los todos permisos correspondientes. Andes Líneas Aéreas sería la compañía aérea beneficiada y con la que Irelandia habría tomado contacto para una futura compra o asociación, dando curso a una rápida formación de la futura empresa. El mecanismo sería similar al adoptado por Synergy Group, propietaria de Avianca Holdings S.A. que a través de Macair, está también incursionando en Argentina.

Casi en paralelo, y durante las celebraciones de un nuevo aniversario de la aerolínea, Andes Líneas Aéreas deslizó la posibilidad de adquirir aviones Airbus A319 para reemplazar a los antiguos McDonnell Douglas MD83 con los que opera. Esta opción sugiere que este modelo u otro de la familia A320 pudiera ser el tipo de avión escogido de materializarse la compra o asociación con Irelandia. Cabe recordar que todas las líneas aéreas LCC del grupo irlandés en la región operan o tienen planificado operar con aviones de la familia A320, los que se han convertido en los preferidos por las compañías de este tipo por su economía y versatilidad. En Chile, por ejemplo, Sky utiliza los A319 y A320 en su flota siendo la base de sus operaciones y de su modelo LCC, intenciones que también posee la salvadoreña VECA.

Según lo trascendido, Irelandia Aviation planea colocar cinco aviones en el país trasandino, con los que se daría curso a la operación inicial. Con estos aviones más los que deberían llegar en el mediano plazo, la futura aerolínea Viva promete triplicar el número de viajes aéreos en el país. Argentina posee una tasa de viajes aéreos por habitante de 0,48 una de las más bajas de la región muy por detrás de Chile (un viaje en avión por habitante), Colombia (0,61), Brasil (0,55), México (0,51), uno de los desafíos que ni siquiera la dedicación nacionalista de una Aerolíneas Argentinas bajo la administración Kirchner pudo superar.

Argentina es un mercado atípico para las aerolíneas LCC por la falta de libertades que existen y por la compleja relación que existe a nivel burocrático, sin mencionar el tema político en las relaciones gremiales, cuyas organización tienen una alta capacidad de presión y acción en la aviación de ese país. Además, existen barreras de entrada como la fijación de tarifas, el monopolio de algunos servicios –como los de handling o las concesiones en los terminales aéreos-, altas tasas y una falta de infraestructura en muchos aeropuertos del país, ya sea en cuanto a terminales como en horarios de operación o equipamiento.

Muchos de los aspectos mencionados pueden ser asumidos dependiendo de cómo la futura aerolínea arme su modelo de negocios en Argentina, pero depende de sólo uno para conseguirlo: una mayor libertad tarifaria que permita sincerar los precios, generar incentivos a la demanda para crear dinamismo en el tráfico y generar un flujo de caja más adecuado.

La solución total o parcial de esta limitante es una cuestión política y por ello, las buenas relaciones con el Gobierno son fundamentales. El escenario más favorable con compromisos autoimpuestos por desarrollar el transporte aéreo con más operadores, rutas y servicios, sin intervencionismo ni discriminaciones unilaterales puede generar condiciones que tanto Irelandia como la industria en general, logre avances en esta materia.

De no existir las mencionadas barreras de entrada, Argentina tendría condiciones más adecuadas que otros países para establecer operaciones del tipo de bajo costo por el mayor grado de descentralización económica y demográfica que existe en su territorio. Si bien el área de Buenos Aires sigue siendo la principal, la existencia de centros urbano-económicos importantes como Córdoba, Mendoza, Rosario, Salta, Bariloche, Ushuaia, entre otros, sumado a una industria turística significativa y bien promocionada, pueden favorecer al desarrollo de rutas (actuales y nuevas) y con ello, a la creación de una masa de tráfico necesaria para modelo LCC.

Con su incursión en Argentina, Irelandia Aviation avanza hacia la creación de un concepto panamericano de transporte aéreo de bajo costo similar al que posee en Europa pero con una sola línea aérea (Ryanair). La operación líneas aéreas locales permite al grupo irlandés funcionar con las condiciones imperantes y sortear la excesiva carga regulatoria poco homogénea que tiene la región.