viernes, 1 de julio de 2016

Boeing mantiene altas proyecciones en la región pero reconoce que hay desafíos en el corto plazo

Por Ricardo J. Delpiano

Boeing B737 MAX 8 (Roberto Araya) 2
Foto: Roberto Araya
La crisis de Brasil y el menor crecimiento de las economías en otros países está impactando en la región y con ello al transporte aéreo. Si bien las aerolíneas son las primeras en sentir este impacto, por el descenso de la demanda y los menores yields en las rutas que operan, los fabricantes de aeronaves también comienzan a realizar ajustes ante los cambios en el escenario regional.

Boeing indica que los países de América Latina necesitarán 3.020 aeronaves para cubrir la demanda en los próximos 20 años por un valor estimado de US$ 350 mil millones. La cifra es ambiciosa calculada en base a una proyección a largo plazo sustentado por un escenario más independiente y favorable que la situación actual.

“Las proyecciones económicas a largo plazo para América Latina y el Caribe siguen siendo positivos pero sin dudas existen desafíos inmediatos”, dice Van Rex Gallard, vicepresidente de Ventas de Boeing para África, América Latina y el Caribe. En entrevista, reconoce que “los pronósticos más recientes se han reducido pero que se mantienen optimistas respecto a las perspectivas económicas para el desarrollo económico y de la demanda de viajes aéreos en el largo plazo”.

A modo de ejemplo señala, que el tráfico doméstico, especialmente en Brasil, se ha reducido año tras año pero el tráfico regional se mantiene pese a los menores yields y a una estabilización del tipo de cambio. Según Gallard, “los países de América del Sur siguen siendo más fuerte que otras partes del continente”.

Respecto a los modelos de Boeing que más han tenido éxito en la región son el B737 y el B787 Dreamliner. El primero, como columna vertebral de muchas compañías aéreas de América del Sur y el segundo, como un avión que permite a las líneas aéreas realizar rutas que antes no eran posibles o que no eran económicamente viables con otros modelos.

El mercado de corto y medio alcance, generalmente atendido por aviones de pasillo único, es el más competitivo y por ello, Gallard defiende al B737 MAX como la mejor opción en este segmento. “El B737 MAX realmente permite a las compañías aéreas operar y tener éxito en los negocios en el mismo corazón del mercado con una fiabilidad y economía operacional sin igual. El mercado de pasillo único es muy competitivo y el B737 MAX da aerolíneas la mejor oportunidad para abrir nuevos mercados y ganar negocios”, señala.

En América Latina, el desarrollo de los vuelos intrarregionales constituye un tema pendiente en materia de conectividad por lo que las ventajas económicas que ofrece la nueva generación de aeronaves como el B737 MAX, abre oportunidades interesantes a futuro. Para Boeing el MAX es el Dreamliner en rutas de corto-medio alcance.

Respecto al B787, indica que ha sido un verdadero actor que ha cambiado las reglas del juego y que todavía tiene un futuro muy brillante. “El B787 permite a las aerolíneas realizar vuelos de punto a punto, uno de los pilares que componen la estrategia de Boeing para comercializar sus productos. El B787 permite abrir nuevas rutas que antes eran antieconómicas. Un buen ejemplo en la región, es el vuelo de Ethiopian Airlines desde África a Sao Paulo. Otras están usando el B787 en rutas previamente atendidas por B777”, dice el ejecutivo.

Boeing cree que el B787 tiene el tamaño ideal para el mercado y para muchas rutas que los latinoamericanos vuelan. Si bien la competencia ya consiguió meter la versión de mayor capacidad en la región, la versión B787-10 aún espera pedidos ya que las aerolíneas que operan el Dreamliner en esta parte del mundo (Aeroméxico, Avianca y LATAM), sólo operan o tienen encargados los modelos -8 y -9. 

“Boeing está llevando todas las opciones y conversando con todos los clientes. Esperamos que el crecimiento futuro de algunas rutas internacionales pueda ser capturado por el B787-10 que ofrece más asientos con un inmejorable costo por asiento por kilómetro”, dice Gallard. En el caso del B777-X, señala que este avión podría ser también un actor de cambio permitiendo que los operadores puedan abrir nuevos pares de ciudades gracias a su capacidad para volar rutas de ultra larga distancia y bajo costo operativo.

Pese al avance de Airbus en el mercado latinoamericano, Boeing mantiene su confianza en la región con una cartera de pedidos por 260 aviones. “GOL, Copa, Aeroméxico, Aerolíneas Argentinas, Avianca, LATAM, todos tienen órdenes por aviones Boeing que los ayudarán a crecer sus flotas y a hacer competitivos en el mercado. Sabemos que los aviones Boeing los ayudarán a tener éxito”, puntualiza.

No hay comentarios.: