American Airlines en sus 90 años: herencia histórica para impulsar el crecimiento de nueva gran aerolínea

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: American Airlines

Cuando uno se refiere a American Airlines está claro que lo está haciendo hacia una gran aerolínea. Ya sea por el tamaño de su flota, como el alcance de su red, sus servicios y por supuesto, por su gran herencia histórica, el nombre de American está asociado a las grandes ligas de la aviación.

Este mes de abril, American celebra sus 90 años como líder de la aviación comercial conectando a las familias, los pueblos y las culturas, generando además, oportunidades para los negocios y con ello, el desarrollo de las economías. Su orgullosa historia comenzó la mañana del 15 de abril de 1926, cuando Charles A. Lindbergh, piloto en jefe de Robertson Aircraft Corporation, cargó una bolsa de correo en su biplano DH-4 y partió desde Chicago hacia St. Louis.

Robertson Corporation es la primera de muchas compañías que aunaron fuerzas para ir creando American Airlines. El nombre tal como lo conocemos actualmente se dio en mayo de 1934, procedente de American Airways una compañía fundada en 1930 por Aviation Corporation para unificar a cinco pequeñas compañías y varios pequeños operadores, incluido el emprendimiento de Lindbergh.

Fue el comienzo de una cadena de asociaciones entre las que destacan American Overseas Aviation (1945-1950), Trans Caribbean Airways (1970), Trans World Airlines – TWA- (2001) y US Airways (2013), cada una además con sus propias fusiones y alianzas, procesos que en su conjunto hoy dan forma a la aerolínea más grande del mundo.

Es que quizás, el mejor resumen de la historia de American Airlines sea la combinación del espíritu visionario propia de los pioneros de la aviación con una capacidad de integración natural de la propia industria, materializado en el aporte de distintos operadores, que a lo largo de los años y por diversos motivos, aunaron sus fuerzas para proyectar el futuro bajo una gran aerolínea con capacidad de crecimiento sostenible en el tiempo.

“American es 100,000 veces fuerte e innovadora cada día en forma grande y pequeña. Trabajar en esta industria es una noble profesión, y trabajar para American es una vocación especial”, dice Doug Parker, presidente y CEO de American. “Han sido 90 años extraordinarios para nuestra aerolínea y nuestros mejores días están aún por delante”.

En American Airlines rescatan y se enorgullecen de su historia, ya que sin ella no es posible concebir su realidad actual y cómo se continúa innovando en el competitivo mercado aerocomercial. El rescate de lo histórico le ha dado valor para construir una aerolínea reconocida mundialmente que está mejorando constantemente su servicio a los pasajeros, que es capaz de representar a toda una nación y un país, pero que al mismo tiempo tiene la fortaleza para enfrentar los desafíos de la industria.

Por lo mismo, la aerolínea no ha dudado en rendir homenajes a todas las compañías que le han dado vida, ya sea con acciones a gran escala como decorar algunos aviones con las libreas de TWA o Reno Air, o con actividades sencillas como mostrar una bandera con el logo original de American desde la ventana del avión, honrando una vieja tradición de la compañía. La colocación de las banderas era único de la “flota Insignia” de American Airlines. La ubicación del banderín y de la puerta de pasajeros de los Douglas DC-3 estaba en el lado derecho de la aeronave. Los pasajeros y espectadores en el terminal podían observar fácilmente la colocación ceremonial de la bandera a la llegada de cada vuelo.

Desde el primer vuelo de Lindbergh, la historia de American ha estado marcada por logros, como ser la primera aerolínea en introducir viajes transcontinentales sin escalas en 1953 y la primera, en contratar un piloto comercial afro-americano, Dave Harris, en 1964 o la primera en inventar los programas de lealtad cuando introdujo AAdvantage en 1981, entre otros a nivel global como local.

La celebración de los 90 años llegan para American en un momento histórico marcado principalmente por una fusión exitosa con US Airways y en su capacidad de recuperación. Un proceso que por los logros alcanzados y por ser un punto de inflexión en la compañía, constituye un hecho que invita a recordar los orígenes de la misma, para construir desde ahí y con experiencia adquirida, impulsar un crecimiento sostenible hacia el futuro con valor para todos.