jueves, 10 de diciembre de 2015

Delta y United se retiran del Medio Oriente como consecuencia de cambios políticos y exceso de capacidad

Por Ricardo J. Delpiano

Emirates A380 y United A320 en IAH (Juan Carlos Guerra)
Foto: Juan Carlos Guerra - FlyAPM
A fines de octubre, Delta Air Lines dio a conocer su decisión de eliminar sus vuelos a Dubái a partir del 26 de febrero de 2016, destinos que en los últimos años se había convertido en un símbolo de su expansión internacional. Recientemente, su competidora United Airlines anunció el fin de sus servicios hacia Kuwait y Bahrain a contar del 13 de enero, y también Dubái, a partir del día 26 del mismo mes.

Las razones de ambas compañías son una mezcla de ajustes de capacidad y cambios políticos en el mundo aerocomercial, producto de la batalla que las “tres grandes aerolíneas estadounidenses” (American Airlines, Delta y United) libran contra “las tres grandes de los emiratos” (Emirates, Etihad y Qatar Airways), y por decisiones gubernamentales del país del norte en su política en el Medio Oriente.

En el caso de Delta, la decisión responde a un ajuste operacional atendiendo el exceso de capacidad en los vuelos entre los Estados Unidos y los países del golfo Pérsico, hecho que también puede ser interpretado como una respuesta a la competencia desleal que Emirates, Etihad y Qatar Airways realizan por el aporte de sus respectivos gobiernos.

Dubái era el único destino de Delta en el Medio Oriente como resultado de una limitada expansión en esa región que incluyó años atrás a otras ciudades como El Cairo. Sin aliados en el Emirato y conexiones a otros destinos, la operación de Delta a la mayor ciudad de la federación estaba orientada a satisfacer la demanda punto a punto exponiéndola cualquier variación de la competencia, lo que quedó demostrado con el anuncio de Qatar Airways de lanzar vuelos sin escalas a Atlanta desde Doha.

En United, la situación es distinta y es un combinación de varios factores. El primero está vinculado con los cambios en la política exterior estadounidense que incluyen la reducción de funcionarios y de tropas en los países árabes. Con salidas desde Washington DC (IAD), las operaciones de United hacia el Medio Oriente eran una especie de puente aéreo natural hacia los enclaves estadounidenses, siendo esta la justificación de los servicios.

El segundo factor es la pérdida del contrato de United con el Gobierno de Estados Unidos para transportar pasajeros a Dubái, prácticamente dentro del mismo esquema anterior. A partir de 2016, la empresa que realizará estos servicios será JetBlue en código compartido con Emirates, por lo que en la práctica será esta la que realizará el transporte. Según Reuters, Emirates transportará a 15.000 funcionarios estadounidenses, hecho que ha motivado una protesta formal de United ante sus autoridades.

De esta manera, Tel Aviv pasará a ser el único destino de las compañías aéreas estadounidenses en el Medio Oriente, un destino tradicional considerando la fuerte relación económica, étnica, política entre Estados Unidos e Israel. Cualquier otro destino en la región, será atendido por las compañías asociadas de cada línea aérea, en el caso de Delta con Air France o KLM, por ejemplo, mientras que en United a través de Lufthansa (vía Frankfurt) o Air Canada, que recientemente ha inaugurado vuelos a Dubái.

American, Delta y United continúan su batalla por limitar la expansión de Emirates, Etihad y Qatar Airways en su territorio alegando la competencia desleal que existe. Este argumento ha sido cuestionado desde los Emiratos (cuyas autoridades han indicado que estas compañías también reciben subsidios y ayudas fiscales) como por otras aerolíneas estadounidenses, quienes se benefician de la mayor apertura aérea y flujo de pasajeros. 

El conflicto ha puesto presión en la administración de Obama, ya que cualquier intento de limitar a la competencia puede afectar principios de libre competencia y la política de cielos abiertos que Estados Unidos promueve en la mayoría de los casos fuera de sus fronteras. Pese a esto, el Gobierno estadounidense estaría considerando tratar los alegatos por los subsidios con su par de los Emiratos Árabes Unidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estados Unidos no puede irse en contra de los Emiratos ya que si les complica la vida, los emires simplemente pueden dejar de comprar productos a USA a precios millonarios, incluyendo los aviones de pasajeros y de guerra a Boeing y otras firmas, sin mencionar el tema del petróleo y el tema de las bases.

Lamento por United y Delta pero ni tienen mucho que ofrecer al tío Sam.