miércoles, 12 de agosto de 2015

Airbus visualiza que los ahorros en combustible y un enfoque racional marcan las decisiones de flota en las aerolíneas latinoamericanas

Por Ricardo J. Delpiano

A320neo first flight (Airbus)
Foto: Airbus
A pesar de contar con un precio del combustible de aviación bajo en comparación con años anteriores, las aerolíneas mantienen un enfoque racional en su planificación de sus flotas para los próximos años. Según la última encuesta de mercado del fabricante europeo, existen tres tendencias que caracterizan al mercado latinoamericano en lo que planificación de flotas de se refiere.

En primer lugar, los operadores continúan buscando modelos de aviones que generen ahorros significativos en combustible, independiente del precio actual. Según el estudio de opinión, el 54% de los encuestados de la industria señala que es el ítem consumo de combustible es una prioridad al adquirir u operar nuevos aviones, independiente del modelo y/o fabricante. La razón responde a que entre un 30% y 40% de los costos de las aerolíneas sigue siendo el gasto combustible por lo que cualquier ahorro que se genere es beneficioso pensando en el largo plazo para incrementar los márgenes, los ingresos y especialmente, para protegerse ante futuras alzas.

La industria a nivel global sabe que el combustible es un ítem extremadamente volátil, especialmente tras el reordenamiento del sistema internacional post 11-S y la mayor frecuencia de los ciclos económicos. Con el surgimiento de nuevas aerolíneas en Latinoamérica, mucho más responsables que en otras épocas, los directivos de las principales empresas aéreas parecieran también haber aprendido esta lección – al menos en su mayoría-.

A diferencia de otras regiones, en los países de América Latina pareciera no darse esa cierta revalorización de ciertos aviones más antiguos ante la baja del precio del combustible, especialmente en lo que respecta a aviones de fuselaje ancho. Este razonamiento responde prácticamente a que en la región estos aviones son menos necesitados y porque la mayoría de los operadores ya ha afianzado una estrategia de crecimiento sustentada con equipos capaces de volar distancias largas con una capacidad media o han asegurado sus compromisos de flota para los próximos años.

La segunda tendencia es un enfoque racional del uso de la flota, lo que incluye una simplificación y homogeneidad de las mismas. Un 48% de las opiniones apunta a esa dirección para continuar creciendo de manera sostenible y en caso de necesitar un aumento de capacidad, utilizar aviones de mayor tamaño de la misma familia.

El ejemplo más notorio ocurre con la familia A320. Los modelos de menor capacidad como el A318 y A319, tradicionalmente utilizado para rutas largas de menor densidad de pasaje, han pasado a ocupar un rol de carácter regional o feeder, haciendo que las aerolíneas reduzcan o eliminen al mínimo sus aviones de menos de 90 asientos. Por su parte, los modelos A320 y A321 comienzan a cubrir rutas de corto y media distancia de mayor densidad de pasaje, incluso con configuraciones a una máxima capacidad, permitiendo ofrecer más asientos con un menor costo (CASK).

El caso de LATAM es uno de los más notorios con el A319 saliendo de muchas rutas para ser destinado en mercados domésticos de carácter regional como ocurre dentro de Brasil u operaciones desde Ecuador, mientras los aviones A320 y A321 se ocupan cada vez más en rutas domésticas en Chile y Brasil, además de su salida próxima a ciertas rutas internacionales.

Avianca también es otra compañía que ha aprovechado la versatilidad y la homogeneidad de la familia A320 para atenderlos distintos mercados que opera. Desde rutas de más de seis horas de duración hasta tramos regionales. A diferencia de LATAM, Avianca todavía reserva un espacio para aviones de menos de 90 asientos (ATR 72-600) los cuales resultan ideales para algunas rutas que opera en Colombia y Centroamérica.

En pequeños operadores también se puede apreciar esta tendencia. Sky Airline por ejemplo, ha basado su flota principalmente con el A319 configurado a una máxima densidad (156 pasajeros) que le permite atender todos los mercados que opera de una manera eficiente para la realidad de la empresa. Sky Airline ha aprovechado las oportunidades de mercado para renovar su flota, incrementar capacidad, crecer como empresa con un enfoque racional y sostenible del negocio.

La necesidad de incrementar capacidad utilizando aviones de una misma familia, también se puede apreciar en aerolíneas como Copa Airlines, que pasó del Boeing 737-700 al -800 y próximamente lo hará del -800 a los B737 MAX 8 y MAX 9, o Aeroméxico también del B737-700 al -800, entre otras.

Combinando la necesidad de ahorros en combustible y un enfoque racional de la flota, surge la tercera tendencia que Airbus identifica en materia de planificación: la capacidad de generar más ingresos con una mayor eficiencia de las cabinas. En términos de visualización de escenarios en cuanto a flota, el 60% de los encuestados señala que las decisiones en estos aspectos deben ir en función de la generación de utilidades.

Sky Airline A319 Brasil interior (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
Airbus asegura tener un pie puesto en el acelerador frente a la competencia no sólo por los productos que ofrece como el SpaceFlex o SmartLav, sino por la disposición del fabricante a ofrecer al operador la cabina que desee, además de mantener el concepto de comunalidad, el mismo que le ha entregado el liderazgo a nivel global.

En el Salón Aeronáutico de París 2015, el fabricante europeo destacó la combinación capacidad-versatilidad-eficiencia que las aerolíneas pueden generar en sus aviones, los que califica de multipropósito, y resaltó los ejemplos en la región de Avianca, LATAM o Sky Airline y fuera de esta los de Qatar Airways o United.

Las flotas de las líneas aéreas en América Latina son más jóvenes que el promedio mundial. Una antigüedad de 9,7 años de la región frente a una 10,5 del promedio mundial. Las flotas más jóvenes están en el territorio continental (exceptuando Venezuela) mientras que las de mayor edad se encuentran en el Caribe y Venezuela. A diferencia de épocas anteriores, actualmente las aerolíneas suelen renovar su flota al cabo de 8 o 12 años, manteniendo la homogeneidad de las mismas (es decir prefieren aviones de la misma familia más eficientes).

Si bien Airbus no hace mención alguna, es necesario indicar que parte de esa renovación responde a la mayor disponibilidad de aviones en leasing o de segunda mano como consecuencia de la desprogramación de flotas de otras partes del mundo y que pueden ser adquiridos a un bajo costo por compañías grandes como pequeñas, favoreciendo a una renovación del parque de aeronaves en un periodo de tiempo relativamente corto. 

En la proyección de mercado de Airbus para los próximos 20 años, las economías emergentes representan seis mil millones de personas. Según el fabricante, estas son los verdaderos motores del crecimiento del tráfico de pasajeros en todo el mundo con una tasa de 5,8% por año en comparación con las economías más avanzadas, como en Europa Occidental o Norteamérica que crecerán en promedio a 3,8%. Con un consumo privado que crecerá del 31% al 43% hacia 2034, los países emergentes como China, India, así como los de Medio Oriente, África y América Latina, superarán el promedio mundial.

Lo anterior, indica que la clase media se duplicará llegando a casi los 5 millones de personas una cifra importante y significativa que puede ayudar a determinar los futuros modelos de negocios que las aerolíneas adoptarán en los próximos años.

Una clase media representa generalmente un segmento de los viajeros sensible ante los cambios en el escenario, por lo que se infiere que la tendencia está dada por una profundización de los modelos híbridos de negocios, con un mayor utilización de aeronaves con un bajo CASK generalmente de la misma familia y versátiles, todo en función para capturar esa demanda y generar el aumento de utilidades que se espera conseguir.

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