Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Alejandro Ruiz |
En esa línea, la estadounidense Delta Air Lines ha diseñado un plan de posicionamiento global con una serie de acuerdos de cooperación y estrechamiento de relaciones con aerolíneas claves en cada mercado de interés, que en la mayoría de los casos incluye una inversión directa en sus socios.
La política adoptada por Delta desde 2011 hace referencia directa a la estrategia seguida por Etihad Airways, que por muchos años ha consolidado un crecimiento global, apoyada por socios específicos, cuya inversión directa no sólo le permite mantener relaciones estrechas sino alinear políticas para la generación de sinergias. En el caso de Etihad, sus alianzas representan alrededor del 20% de los ingresos totales de la compañía.
Crecer en forma conjunta es el mensaje que compañías como Delta o Etihad están entregando a la industria aérea, fórmula que puede ser modelos de inspiración para otras aerolíneas independiente de su tamaño.
Para su posicionamiento global, Delta ha seleccionado socios estratégicos en Europa, América Latina y recientemente Asia, tres mercados donde la compañía posee una presencia significativa y cuenta con una mejor posición para competir. Son cuatro aerolíneas que han recibido una inversión directa desde Atlanta, que en su conjunto representan un desembolso de dinero de más de US$ 1.000 millones.
En Europa, Delta compró a Singapore Airlines el 49% de la británica Virgin Atlantic por un valor de US$ 360 millones con la que posee también un joint venture para cooperar en rutas del Atlántico Norte, especialmente en el competitivo mercado Estados Unidos – Reino Unido. Esta alianza se agrega al joint venture trasatlántico que Delta posee con Air France –KLM y también con Alitalia, pese a la decisión de esta última de alejarse de sus socios tradicionales para alinearse con sus nuevos propietarios (Etihad).
En América Latina, tiene dos socios: Aeroméxico con una inversión en 2012 por US$ 65 millones y la adquisición del 4,17% del capital y GOL con una inversión total de US$ 156 millones (US$ 56 millones anunciados recientemente en julio) y un control del 9,0% del total de la compañía. Con Aeroméxico y GOL, Delta accede a los dos mayores mercados de la región, México (incluido todo el tráfico étnico-migrante con los Estados Unidos), y Brasil.
Ahora, la última movida de Delta está en Asia. Una compra del 3,55% del capital de China Eastern por un valor de US$ 450 millones que le permitirá a ambas compañías competir en forma más eficiente en las rutas entre China y los Estados Unidos, la segunda de mayor importancia del país norteamericano con una importante proyección de crecimiento.
China Eastern tiene como hub el aeropuerto Pudong (PVG) de Shanghái y desde allí opera 35 vuelos semanales hacia Los Ángeles, Nueva York, San Francisco y Honolulu, además de atender la ruta Nanjing a Los Ángeles. Delta por su parte, vuela 28 veces a la semana a Shanghái (PVG) y como consecuencia de su nueva alianza, trasladará sus operaciones al terminal 1 de ese aeropuerto para generar conexiones eficientes.
Como resultado, China Eastern tendrá un código compartido en 30 rutas domésticas en Estados Unidos, mientras que Delta, accederá a 43 tramos al interior de China, los que se unen a la cobertura internacional que esta compañía posee en el mercado del gigante asiático.
El desembarco de Delta en China Eastern es una consecuencia del significativo crecimiento que esta aerolínea ha tenido en los últimos años. “Delta casi ha triplicado su tamaño en el mercado chino en los últimos cinco años”, dice Vinay Dube, vicepresidente Senior de Delta para el Asia – Pacífico. El ejecutivo explica que la selección de esta compañía responde a su capacidad para mover tráfico corporativo a través de un hub (Shanghái), lo que da oportunidades para construir un modelo de negocios sustentable y rentable.
China Eastern es miembro de SkyTeam con un joint venture con Air France - KLM por lo que la asociación con Delta, entrega un reforzamiento global a toda esta alianza cuyos beneficios favorecerán a todos los socios y a sus clientes. “Como fruto de una sociedad madura, invertiremos en forma conjunta en productos y tecnología para llevar más beneficios a nuestros pasajeros”, agrega Dube.
No obstante, el aterrizaje en Delta en China da cuenta de una profundización de las diferencias con sus socios asiáticos dentro de SkyTeam, especialmente con Korean Air, compañía con la que ha tratado en numerosas ocasiones de estrechar relaciones para avanzar hacia un joint venture, al cual la surcoreana se ha negado. Dentro de la industria, es conocida la difícil relación entre Delta y Korean Air, la que incluso se manifiesta con la cooperación de esta última con compañías rivales como American Airlines o LAN.
Delta también ha intentado aproximarse al mercado japonés proponiendo una alianza similar a Skymark, aunque no se han especificado montos asociados ni participación en la sociedad. De avanzar esa alianza, la aerolínea de Atlanta mejoraría aún más la posición que heredó de su fusión con Northwest.
Con cuatro socios estratégicos e importantes joint ventures, Delta hace una evaluación positiva de su política. “Esto es parte de nuestra exitosa estrategia para conectar nustra red con más puntos a través del planeta. Creo que nuestro éxito es el resultado de una cultura basada en el trabajo de equipo”, puntualiza Dube.
África y el Medio Oriente son las dos regiones donde Delta carece de socios estratégicos, aunque por ahora pareciera no tener una importancia significativa, por la escasa presencia que posee la estadounidense y por las oportunidades que sus otros mecanismos de cooperación le brinda (SkyTeam, acuerdos de código compartido). No obstante, lo anterior no quita la posibilidad de que en el futuro otras compañías en estas regiones puedan adquirir importancia como futuro socio de Delta.
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