Aeroméxico estima una fuerte reducción de CASK como consecuencia de la renovación de flota

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo Morales Centeno - APM

La renovación de flota que está llevando a cabo de Aeroméxico es indispensable para fortalecer las operaciones de la aerolínea, adecuándola para una fuerte competencia en los mercados domésticos de México e internacionales ante el avance de compañías de bajo costo e híbridas como ante el incremento de capacidad por parte de grandes aerolíneas desde Norte y Sudamérica.

La reducción de familias de aeronaves y la simplificación de la flota, proveerá a Aeroméxico de una reducción promedio del 15,2% en los costos por asiento por kilómetro recorrido (CASK) en comparación con la actual operación, permitiendo a la línea aérea del “Caballero Águila” generar mayores eficiencias operacionales.

En la flota regional de Aeroméxico Connect, la puesta en servicio de los Embraer ERj170/175 generarán una disminución del CASK en 16,0% frente a los ERj145 mientras que los ERj190 aportarán un 9,0% adicional.

Para los vuelos de corto y medio alcance de la flota principal, el reemplazo de los Boeing 737-700 por los B737-800 permitirán a Aeroméxico reducir el CASK en un 14% mientras que en las operaciones realizadas con aviones de fuselaje ancho, la desprogramación del B767 (-200/-300ER) y su reemplazo por los B787-8 entregarán una reducción de los costos por 19%.

El plan de flota de Aeroméxico para este 2015 asegura un crecimiento de la capacidad, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK), de entre 8,5% y 10,5%. De este intervalo, se espera que la oferta aumente entre 4%-6% en vuelos domésticos y 11%-13% en los mercados internacionales.

Al cierre de 2014, la compañía poseía 24 ERj145 de los que dejará 17 equipos hacia fin de año. La salida de siete equipos será compensada por la llegada de más ERj170/190 permitiendo elevar esta flota de 38 a 44 unidades. Como  resultado, la flota de Aeroméxico Connect finalizará el 2015 con 61 aviones.

En la flota principal, se reducirán de 24 a 19 los B737-700 y se aumentarán de 25 a 31 los B737-800, incluidos aviones nuevos de fábrica. Como consecuencia,  la compañía dispondrá de 50 aviones de pasillo único. Con miras hacia el futuro, Aeroméxico ha seleccionado al B737 MAX 8 y 9 para la evolución de este segmento de la flota, con un pedido por 90 unidades en 2012. Ese nuevo modelo entregará mayores eficiencias operacionales, principalmente en lo que respecta a consumo de combustible ya que en términos de capacidad va a depender del número total unidades para cada modelo.

En 2015 se espera culminar con el retiro de toda la flota B767-200ER/-300ER los que quedarán reemplazados por los B787-8. Este hecho debiera producirse en el transcurso de los próximos meses a medida que arriben los tres nuevos B787-8 previstos para este año. La compañía mantendrá los B777-200ER al menos hasta fines de 2016 cuando comiencen a llegar los primeros  B787-9. Aeroméxico ha decidido sustituir a los B777-200ER por los B787-9 homogenizando su flota de largo alcance con la familia Dreamliner. Para los próximos meses, la combinación B787-8 y B777-200ER proveerá a la compañía azteca de un incremento de capacidad necesaria para atender de manera más eficiente todas las rutas que opera en sintonía con su plan de desarrollar un hub en México.

La renovación de flota que actualmente está llevando Aeroméxico se trata más de una modernización de equipos en función de reducir drásticamente los costos más que un cambio de modelos de aviones. La reducción del CASK junto al desarrollo de un modelo de negocios atractivo y viable es necesaria para fortalecer a la compañía y crear barreras ante el escenario futuro marcado por el auge de la competencia en los segmentos tradicional, híbrido/bajo coste y por la puesta en marcha de los Cielos Abiertos entre Estados Unidos y México.

Entre los objetivos operacionales previstos están mejorar los indicadores para ubicarse entre los mejores de la industria a nivel global, implementación de nuevos sistemas para aumentar la productividad mejorar la gestión y reducir los costos, mientras que el uso de los aeropuertos de Ciudad de México y Monterrey como hubs, facilitará las conexiones y el aprovechamiento de la flota.