Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Emirates |
“La comunidad aeronáutica internacional necesita responder como entidad y decir que esto no es aceptable y absolutamente escandaloso y que no se va tolerar ser blanco de conflictos regionales que no tienen nada que ver con las líneas aéreas”, indicó el domingo. El ejecutivo realizó además un llamado a replantearse el potencial de las amenazas ante el surgimiento de conflictos regionales.
Tras el fin de la Guerra Fría, los conflictos y controversias en el sistema político internacional han evolucionado de la bipolaridad con dos grandes superpotencias hacia la unimultipolaridad, con una potencia hegemónica y varias potencias de carácter regional con proyección global. El surgimiento de nuevas amenazas a la seguridad mundial y la evolución de los conflictos, también han estado marcados por el nuevo contexto, obligando al sistema internacional a reaccionar, principalmente a través de la cooperación.
A nivel de industria, la cooperación entre aerolíneas, entidades y los Estados, ha sido el mecanismo para enfrentar los conflictos y las nuevas amenazas a la seguridad, como por ejemplo la capacidad de pequeños grupos armados y el crimen organizados para influir globalmente. En las declaraciones de Clark, se desprende que esta debe ser la línea con la que la aviación debe responder frente al ataque del MH17.
Clark indicó también que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) podría llamar a conferencia para ver qué cambios debieran implementarse ante la inestabilidad regional. “Tradicionalmente hemos sido capaces de manejar esto. Trípoli y Kabul fueron atacados, Karachi fue atacado. Tenemos protocolos, contingencias y procedimientos para hacer frente a esto. Pero eso fue hace tres días. Ahora creo que habrá que llegar a tener nuevos protocolos”, señaló.
La aviación civil y comercial mundial está regida principalmente por dos entidades globales: la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) como organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y IATA, como entidad que representa a las aerolíneas.
La función de ambos organismos es velar por la seguridad de las operaciones aéreas y normar la actividad. Pese a su importancia, ninguno posee atribuciones vinculantes con los Estados y su acción sólo se limita a recomendaciones, lo que en la práctica se transforma en un escaso poder político.
Para Clark, ambas organizaciones podrían comenzar a involucrarse un poco más en los conflictos. “Pareciera que han dejado a las aerolíneas a su suerte”, indicó tajantemente.
A través de distintos mensajes de solidaridad en sus sitios web y redes sociales, las principales aerolíneas han manifestado su apoyo a Malaysia Airlines por la situación que atraviesa, especialmente con la pérdida de dos B777 en cuatro meses.
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