jueves, 31 de julio de 2014

ANA planea crecer en rutas internacionales para reducir su dependencia del mercado doméstico

Por Ricardo J. Delpiano

B777-9X de ANA. Foto: Boeing
ANA – All Nippon Airways junto a JAL Japan Airlines son las dos principales aerolíneas de Japón. A pesar de su gran flota y los aviones de fuselaje ancho que posee, su operación estaba relegada hasta no hace mucho al mercado doméstico, mientras JAL ocupaba el liderazgo en el extranjero con amplio margen hasta la crisis de algunos años atrás.

La internacionalización de ANA llegó sólo en 1986 y si bien ha extendido su red por Asia, Estados Unidos y Europa, todavía hoy mantiene una fuerte dependencia con el mercado doméstico. Pero esta situación comenzará a cambiar en los próximos meses con la reestructuración que está llevando a cabo y que entre otras cosas, incluye la planificación de una nueva red internacional, un crecimiento controlado de la oferta doméstica y mayor eficiencia operacional proporcionada por una nueva flota.

ANA tiene desafíos y oportunidades interesantes. Entre los desafíos están su poca experiencia en mercados internacionales y su baja participación en comparación con las grandes compañías asiáticas, sin considerar un número mayor de compañías que están llegando a Japón y le quitan tráfico potencial.

Desde el comienzo de la internacionalización, ANA se ha apoyado en las alianzas para crecer en el extranjero, especialmente desde que ingresó a Star Alliance. Esto le ha permitido expandirse sin alterar mayormente su estructura. Un aspecto del que puede sacar provecho, especialmente con cooperación con socios claves que poseen presencia más allá de donde ANA vuela.

Otra ventaja es su nueva flota. La mayor utilización de los Boeing 777-300ER y una importante cantidad de B787 le entregan ventajas en términos de eficiencia operacional frente a sus competidoras con una capacidad de volar largas distancias. Los B767-300ER, B777-300ER y B787-8 constituyen el cuerpo principal de la flota, la que comenzará a ser traspasada a mercados internacionales. Al mismo tiempo, la compañía ya comienza con un plan de renovación a gran escala.

Recientemente, ANA adquirió seis B777-300ER, 20 B777-9X y catorce B787-9. La compañía es el cliente de lanzamiento del 787 y hasta la fecha el más importante del mundo para el Dreamliner, con un pedido total de 80 aviones. La aerolínea opera actualmente 29 aviones 787-8 y tiene 51 más pendientes de entrega, incluyendo 43 del modelo 787-9. En agosto próximo comenzará a operar el B787-9 adelantándose a Air New Zealand.

Al igual que para otras aerolíneas, el B787 es un actor de cambio para las operaciones de ANA. La versión -9 por ejemplo permitirá operar mercados internacionales y domésticos con mayor eficiencia que su competencia y con una reducción de costos de 23% en comparación a la flota B767-300ER. Se espera que el B787 sea el reemplazo de dos familias de aviones: B767 y B777-200/-200ER. La japonesa ha decidido mantener una configuración de menos plazas para sus B787 que volarán rutas internacionales. La intención es elevar los factores de ocupación con pasajeros Premium, mantener controlada la capacidad (ASK) y compensar una menor densidad de asientos con las prestaciones eficientes del avión.

Los B777-9X por su parte, ayudarán a complementar la operación internacional en mercados de alta densidad de larga distancia, además de reemplazar a los primeros B777-300ER en servicio. Dado que todavía quedan varios años para la entrada en servicio de los B777-X, ANA seguirá confiando en la versión -300ER para los tramos internacionales de mayor demanda.

B787-9. Foto: ANA
"Estos nuevos aviones nos aportarán la máxima flexibilidad y mejor eficiencia en el consumo de combustible, y nos permitirán cubrir el aumento en la demanda, tanto a nivel internacional como en nuestro mercado nacional en Japón", dice Shinichiro Ito, presidente y Consejero Delegado de ANA.

Mientras crece en vuelos internacionales, ANA se enfoca en mejorar su operación doméstica con ajuste en la capacidad ofrecida (ASK).

El mercado japonés es de alto yield, pero en los últimos años está enfrentando de mayor competencia con el ingreso de las compañías de bajo coste como JetStar Japan, el crecimiento de Skymark que dificultan el panorama. La respuesta a este escenario ha sido a través de participaciones en otras compañías del rubro como Peach Aviation y Vanilla Air (derivada de la auto fallida experiencia de Air Asia Japan).

Para mantener un control de la capacidad ante el aumento de la competencia, ANA busca crecer en parte con aviones más eficientes y de menor tamaño. El pedido por 30 A320neo (siete A320neo y 23 A321neo) se orienta en ese propósito, aunque mantendrá la utilización de B787-8/-9 en algunas rutas internas de mayor demanda. Para este año, la compañía mantiene los desafíos de mejorar los bajos factores de ocupación que registra y que apenas sobrepasan el 60%.

ANA confía que el crecimiento de la red le entregue las herramientas para mejorar los resultados de su operación a nivel internacional y doméstica. Para este año no se esperan cambios significativos, situación que debiera cambiar a partir de 2015 principalmente con el impulso de la red internacional.

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