jueves, 29 de agosto de 2013

Chile destaca por la libertad de sus cielos, con un mercado en crecimiento aunque todavía limitado

Por Ricardo J. Delpiano

Boeing 787-8 sunset (S.Blaise)
Foto: S.Blaise
Desde el 22 de junio de 1979, Chile posee una política de cielos abiertos, convirtiendo al país en uno de los primeros Estados en liberalizar su espacio aéreo y en un referente en lo que respecta a la modernización de los sistemas aeronáuticos en el mundo.

La nueva política comercial reemplazaba el rol excesivo que el Estado tenía en la aviación comercial y está promulgada en la Ley de Aviación Comercial contenida en el Decreto Fuerza Ley N.° 2.564. Está sustentada en los principios del libre mercado con cuatro principios fundamentales:
  • Libre ingreso a los mercados: los servicios de transporte aéreo, sean de cabotaje o internacionales pueden realizarse por las empresas nacionales o extranjeras que hayan cumplido con los requisitos de orden técnico y de seguros establecidos por las autoridades aeronáuticas competentes. La autoridad no limita el número de vuelos ni escalas en que se puede operar tanto para rutas internacionales como domésticas. 
  • Libertad Tarifaria: cada operador aéreo es libre de establecer las tarifas que ofrecerá. Sólo debe registrarlas ante la Junta Aeronáutica Civil. Dicho organismo, como cualquier otro del país, no tiene atribuciones para fijar precios. Excepcionalmente, sólo se pueden fijar tarifas en rutas internacionales que por disposición de otro Estado no exista libertad tarifaria. 
  • Mínima intervención del Estado: El transporte aéreo en Chile se rige por las reglas del libre mercado y libre competencia, quedando limitada la intervención de las autoridades. El objetivo es reducir la burocracia a favor de la eficiencia del mercado y el bienestar social. 
  • Liberalización de la propiedad y el control de las empresas: Chile no dispone de restricciones legales para la constitución de empresas aéreas, tanto de capital como de administración, la cual puede estar parcial o completamente en manos de extranjeros. Las empresas aéreas extranjeras pueden operar en Chile, si que su capital y/o administración se encuentren en manos de nacional del país que designa al operador.
Gracias a una política de cielos abiertos, Chile ha destacado a nivel mundial por su capacidad de generar los mecanismos adecuados para que otros operadores cuenten con las herramientas necesarias para establecer los servicios aéreos que consideren, ya sea desde/hacia el país, utilizándolo como escala intermedia entre dos puntos o bien, para las operaciones de cabotaje. Para ello, el país como una política de Estado ha firmado un sinnúmero de acuerdos y/o convenios de transporte aéreo a nivel bilateral o multilateral.

En los 34 años de cielos abiertos, Chile se ha beneficiado de un desarrollo sustentable del transporte aéreo, permitiendo que las aerolíneas puedan ofrecer un mayor número de servicios aéreos dentro del país, como en vuelos internacionales, con mayores alternativas de viaje ya sea por precio y cantidad de frecuencias, además de permitir que operadores extranjeros presten servicios aéreos de cabotaje.

Como ejemplos, se pueden citar el caso de Aerocontinente, compañía de capitales peruanos que operó dentro Chile entre 2000 y 2001 con la filial Aerocontinente Chile; la creación de Aerolíneas del Sur / Air Comet Chile, como línea aérea del Grupo Marsans –administrador en su entonces de Aerolíneas Argentinas y Austral- y que funcionó bajo el amparo de la compañía trasandina hasta el proceso de estatización de esta.

Otros casos que se presentan en esta misma línea, es el GOL, aerolínea de bajo coste de Brasil que entre 2006 y 2009 utilizó a Chile como escala intermedia en su ruta hacia el Perú; los dos intentos de operación doméstica de la uruguaya Pluna; y la actual operación que realizan compañías de carga internacional que hacen escala en ciudades chilenas como parte de sus servicios internacionales.

Lamentablemente, la apertura aérea del país contrasta con la realidad del tamaño y las características del mercado –composición geográfica y demográfica del país, presencia de bajas tarifas, y carácter terminal de Chile más la estructura operativa de las aerolíneas que arriban al país-, aspectos que se han constituido en una limitante para disfrutar de los beneficios de una libertad aérea total. Adicionalmente, se debe agregar la composición histórica de la aviación comercial chilena con un operador de gran tamaño que hereda la estructura anterior, más dos o tres aerolíneas que completan la repartición.

Gracias al crecimiento económico del país –derivado en parte de la contribución misma del transporte aéreo- , la mayor capacidad de la población para acceder a viajes en avión, la incursión de nuevas tecnologías en el sistema aeronáutico, el desarrollo de los aeropuertos, ese escenario se ha indo modificando.

En la actualidad, Chile posee un mercado aéreo que soporta más de tres operadores y gracias a la diversificación del mismo se han abierto nichos que antes no eran explorados, tales como vuelos específicos como los servicios a la minería, el negocio chárter y una incipiente aviación regional.

Consciente del importante rol que desempeña la aviación en el desarrollo económico y social de un país, el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera establece en enero de 2012 la liberalización del transporte de pasaje y carga dentro del territorio nacional sin solicitar reciprocidad a la contraparte. Esto permite a cualquier operador extranjero disponer de mayores facilidades para iniciar vuelos domésticos en Chile, debiendo solicitar las frecuencias correspondientes y cumplir con los requerimientos que exigen la Autoridad Aérea y las otras entidades competentes.

Si bien la medida tiene todavía un escaso impacto –por las condiciones propias del mercado-, representa una herramienta interesante hacia el futuro pues entrega al sistema aeronáutico mecanismos necesarios para que las compañías aéreas puedan incrementar sus servicios en el país en el caso de que existan las condiciones o se justifique dentro del modelo de negocios de cada operador. Un ejemplo, la operación de SINAMI-RBK.

Cualquier operador que ingrese al país debe estar consciente del mercado al que se enfrenta, lo que genera importantes desafíos en la formulación de su plan de negocios o en la estructura de la operación. Chile es uno de los pocos mercados a nivel mundial en los cuales un operador puede gozar de máximas libertades, pero cada uno de estos debe actuar con responsabilidad tanto como empresa como para sus trabajadores.

Beneficios del transporte aéreo

De acuerdo con el último estudio de Oxford Economics y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el sector aeronáutico contribuye con 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile, lo que equivale a 1,4 mil millones de pesos (valor 2012) y sustenta a 73.000 empleos en el país.

Las empresas aéreas basadas en Chile pagan 73 mil millones en impuestos directos y en pagos en seguridad social, estimándose que 74 mil millones de ingresos fiscales se obtienen por la cadena de abastecimiento de la actividad aérea y otros 60 mil millones por actividades derivadas del gasto de empleados del sector.

Actualmente, más de 15 millones de pasajeros vuelan por los cielos chilenos, cifra que en términos comparativos, constituye un viaje en avión por cada habitante y refleja el dinamismo de la aviación comercial chilena. Junto a ello, se manejan más de 262.000 toneladas de carga anualmente.

A nivel internacional más de 25.000 vuelos regulares operan a 35 aeropuertos en 25 países, uniendo a Chile con algunos de los principales bloques económicos y políticos del mundo. Hoy, el 36% de los turistas que llegan a Chile lo hace por avión, y estos gastan más en el país que aquellos viajeros que lo hacen por otros medios de transporte. En rutas domésticas, se ofrecen más de 91.500 vuelos por año a 17 aeropuertos y aeródromos.

Según las entidades mencionadas, el costo de los servicios de transporte aéreo -en términos reales-, ha disminuido alrededor de 1% anual durante los últimos 40 años, lo que contribuye a dinamizar el comercio y por ende, el desarrollo de la economía y de la misma sociedad.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

ojala pronto cualquiera de las aerolíneas que operan en chile pongan sus ojos en un nuevo destino dentro del país la 5ta región teniendo Torquemada espero que pronto las autoridades inviertan en el mejoramiento de esta con la ampliación de la pista 1750x30 y las dependencias del recinto aun que sea con vuelos de temporada y el nicho de negocios mineros con vuelos chárter es de destacar a sinami con vuelos en aeródromos cerca de yacimientos para ahorrar tiempo y costos ojala pronto una aerolínea apueste por viña del mar capital del turismo y no se tome como escusa la cercanía con Santiago pensando en el norte de chile el sur y ciudades vecinas como mendoza cordoba

Joaquin Sierpe dijo...

Al menos llega Alitalia, en 2015... algo es algo. Se que LAN esta en proceso de ajustar la unión con TAM, pero al llegar mas b787 el otro año no sería mala idea abrir una ruta a Londres, por ejemplo, antes de que Bristish la tome.
Saludos

Anónimo dijo...

si entra aerolíneas argentina a operar en chile obligara a lan sky a buscar nuevas rutas en chile como los angeles y viña del mar pensando en que el 2015 hay copa america..

Anónimo dijo...

Que venga Aerolíneas Argentinas, bienvenidos... Pero, es una empresa estatal que genera pérdidas diarias por US$2 millones. Aguantarán los argentinos que, con sus impuestos, se mantenga a una empresa argentina realizando vuelos de cabotaje en Chile? El aguante y paciencia delos argentinos con sus gobernantes es increible.

Anónimo dijo...

Esa parte está muy bien, pero el problema que tenemos en la aviación chilena es que la aviación general está muy dejada de lado.

Las enormes restricciones y la falta de aeropuertos hace que los costos se disparen y que sólo un puñado de gente pueda acceder a ella.

Alexis Alvarez dijo...

Una pregunta, cuáles son las enormes restricciones?
Además, no considero que sólo un puñado de gente pueda acceder al avión, cuando en ocasiones el avión es más barato que el bus; sin contar el beneficio del tiempo.

Anónimo dijo...

que se abran nuevas rutas en chile como Vallenar, viña del mar y los angeles ojala pronto apuesten por estas ciudades con nuevos nichos , polos comerciales y el auge minero.

Anónimo dijo...

siendo chile un país extenso geográficamente y cuya constante orientación a continuar emergiendo.como fuente de inversión y negocios para capital externo pueden dar inicio a una nueva etapa de ampliación de accesos,dentro de los cuales se enmarca la internacionalización aéreo portuaria en aquellas regiones que se destacan como los de mayor demanda turística y de nuevos nichos comerciales la quinta región goza de ser una de las ciudades mas atractivas del país para turistas nacionales y extranjeros sobre todo en temporada de verano primavera a lo largo de los años las rutas de acceso a la región se han ampliado y ya no solo existe la opción de carreteras si no que además se ha incrementado potentemente el puerto de valparaiso como visita obligada de diversas líneas de cruceros de este modo solo queda una ruta por potenciar y reactivar esta es la ruta aérea ojala pronto alguna línea aérea reactive el aeropuerto Torquemada base aeronaval como lo hiso ladeco en los 90.