Por Ricardo J. Delpiano
Los plazos establecidos para la ejecución de obras del aeropuerto de Santiago continúan generando preocupación en las aerolíneas por los tiempos señalados por el Ministerio de Obras Públicas. Este sentimiento responde a las diferencias que existen entre las proyecciones que realizan las aerolíneas con las proyecciones realizadas por el Estado.
Las líneas aéreas, realizan sus cálculos tomando como punto de referencia el Producto Interno Bruto (PIB) del país, el cual permite establecer las proyecciones de tráfico para un periodo determinado. Por su parte, los cálculos realizados por la autoridad ministerial toman como punto de partida un análisis histórico del comportamiento del tráfico, situación que generaría las diferencias al momento de diseñar y proyectar las obras en los terminales aéreos, siendo el aeropuerto de Santiago el más crítico.
Los tiempos de ejecución de las obras de ampliación de Arturo Merino Benítez generán preocupación en las aerolíneas debido a que quedarán chicas para cuando se inauguren. Foto: Luis Peredo
Por ser el principal operador del país y uno de los más importantes en el tráfico internacional, LAN se ha convertido en la compañía aérea que más ha mostrado su preocupación por los tiempos de construcción.
A principios de esta semana (11/03/2013), un artículo del Diario Financiero destacó los dichos de Enrique Cueto, CEO de LATAM Airlines, quien señaló que “la industria se aceleró, y por otro lado, en Chile somos muy conservadores”, agregando que mientras la aerolínea crece a un 15% las autoridades están planificadas para un crecimiento del 6%. Según el máximo ejecutivo de la mayor compañía aérea de Latinoamérica, el aeropuerto de Santiago “ya quedó chico y lo que se hará no sirve de nada”.
Las declaraciones del ejecutivo no dejan de ser preocupantes, especialmente cuando el nuevo complejo aeroportuario pretende mover 29 millones de pasajeros para 2030, mientras la aerolínea proyecta transportar sólo 20 millones hacia 2016. Esta situación, puede ser comparada a lo que actualmente vive Colombia, donde las obras de ampliación del aeropuerto ElDorado de Bogotá quedaron pequeñas para el tráfico antes de que fuera inaugurado, generando amplias criticas y preocupación en las aerolíneas, en este caso de Avianca, el principal operador.
Durante el 9vo Foro de Líderes de Aerolíneas de la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), LAN manifestó también la preocupación por la situación que enfrentan los aeropuertos y aeródromos de regiones. La preocupación del sector por la falta de desarrollo de la infraestructura en la región constituye uno de los principales temas. En esa ocasión, el director general y CEO de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), Tony Tyler indicó que si no existe “la capacidad suficiente, eficiente y operando a precios efectivos, las aerolíneas no pueden ser exitosas y satisfacer la demandas de conectividad”, agregando que para el caso chileno “esperaba ver más desarrollo y que se haga de una manera que las aerolíneas puedan pagar”, según señaló en su oportunidad el diario El Mercurio.
Con un crecimiento del PIB para Chile de entre 4% - 6%, la proyección para el crecimiento de las aerolíneas que operan en el país resulta favorable, por lo que las tasas de tráficos mensuales y anuales mantendrán la tendencia exhibida en los últimos meses y años. Además del crecimiento económico, las políticas comerciales para estímulo a la demanda desarrollada por las aerolíneas impulsarán aún más el tráfico aéreo. Lo anterior sin mencionar las consecuencias que podrían generar la posible llegada de nuevos operadores nacionales o extranjeros.
El escenario anterior es compartido en parte por María Isabel Castillo, directora de aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas, quien en la misma nota del Diario Financiero indicó que el crecimiento del tráfico aéreo “seguirá aumentando a tasas de un millón de pasajeros más por año”. Pese a las diferencias, la postura de Castillo ha sido más conciliadora haciendo un llamado a aunar criterios y a cotejar las proyecciones del Estado con la de la aerolínea (LAN), dado que ambos prevén un “panorama similar”. Sus intenciones, son más conciliadoras que las declaraciones realizadas por otras autoridades de gobiernos semanas atrás, quienes no dudaron en cargar contra las aerolíneas y el actual concesionario por la situación de colapso que se vivió durante el periodo de vacaciones, evadiendo en cierta forma las responsabilidades que le competen al Estado por los errores cometidos en este tema.
La actual administración ha señalado a la opinión pública que busca enmendar las situaciones pasadas, por lo que decidió en octubre pasado presentar el Plan Maestro de ampliación del Aeropuerto de Santiago. Tras la congestión durante las vacaciones, las autoridades presentaron el proyecto para obtener los permisos ambientales, además de anunciar la precalificación de la obra.
La obra completa del nuevo terminal de Arturo Merino Benítez estará entregado recién hacia 2020-2021. Foto: MOP
Según los plazos anunciados, este año el gobierno llamará a licitación de obras y administración, las cuales se debieran adjudicar durante 2014 para comenzar la nueva concesión en octubre de 2015, una vez que termine el actual el contrato con la actual empresa. Para ese entonces, el aeropuerto debiera tener listo las obras de transición o denominada Fase I. En febrero, el ministro subrogante del MOP Lucas Palacios, había abierto la posibilidad a que la licitación pudiese retrasarse hacia los primeros meses de 2014, dichos que fueron descartados por la propia Ministra Loreto Silva al anunciar la precalificación del proyecto.
Con las etapas predefinidas no debiera esperarse nuevos retrasos, Sin embargo, variables políticas en periodo electoral con la posibilidad de cambio de gobierno, podrían insertar algún tipo incertidumbre en los plazos, especialmente de llegar un gobierno distinto al actual. En ese sentido, la mantención de la actual coalición resultaría más beneficiosa para asegurar que los plazos definidos se cumplan en los tiempos que corresponden.
De acuerdo a cronograma presentado, la entrega de la Fase II de la ampliación de Arturo Merino Benítez y que corresponde a la construcción del nuevo terminal con sus respectivos espigones, está prevista para 2020-2021. A partir de entonces, el principal aeropuerto del país podrá contar con una capacidad para transportar hasta 29 millones de pasajeros.
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