Por Ricardo J. Delpiano
En 2011, el sistema aeronáutico nacional volvió a experimentar tasas
de crecimiento significativas con un incremento de 10,8% en las operaciones
aéreas y de un 17,4% en el número de pasajeros transportados, lo que obligó a
la autoridad aeronáutica a incrementar los servicios ofrecidos con el fin de
satisfacer la demanda.
En el marco de la conmemoración de un nuevo aniversario de la
Institución, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC Chile) publicó su
cuenta pública para el año 2011, acto considerado un fiel reflejo del
compromiso valórico que siempre la ha caracterizado. El documento muestra con
detalle la gestión y los avances realizados durante el año pasado en aspectos
internos como externos, incluyendo su participación en el ámbito internacional
y su plan estratégico para los próximos años.
En lo referente a los servicios aeroportuarios, la Institución
adquirió siete carros de combate de incendios de aeronaves por un valor de
$2.243.000.000, equipos que permitirán renovar parte del parque actual,
manteniendo y aumento las categorías de protección que brindan los Servicios de
Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI). Dicha inversión fue complementada
con la compra de 173 trajes especiales para el personal de esta división, con
lo que superó la renovación del 50% de las prendas de trabajo.
Los Servicios de Salvamento e Extinción de Incendios (SSEI) han recibido importantes inversiones. La capacidad de respuesta ante la emergencia de este servicio es en promedio de 83,67 segundos, ampliamente inferior al exigido por OACI . Foto: Alejandro Ruiz
Continuando con los SSEI, DGAC Chile trasladó a la base Tte. Marsh de
la Antártica Chilena un carro de bomberos permitiendo incrementar la protección
y las operaciones aéreas que se realizan en el extremo sur del mundo. Esto fue
posible gracias al trabajo conjunto con la Fuerza Aérea de Chile, encargada de
gestionar el traslado en un avión Lockheed C-130 Hércules. Paralelamente,
la Institución invirtió en un simulador
de conducción, comunicaciones y operaciones de emergencia, el cual permite
mejorar la capacitación del personal. Este equipamiento permitirá ahorrar en el
uso de vehículos extintores para fines de entrenamiento, lo que en términos
prácticos además de la cantidad monetaria, permitirá a la Institución colaborar
en la reducción de emisiones contaminantes en los aeropuertos y aeródromos del
país.
Durante el año pasado, el tiempo de respuesta del SSEI del país ante
una emergencia fue de 83,67 segundos en promedio, cifra bastante inferior al
180 segundos exigidos por la Organización de Aviación Civil Internacional, tal
como indica la evaluación de desempeño de servicios aeroportuarios.
Al cierre de 2011, DGAC posee 104 cámaras dispuestas e 51 aeropuertos
y aeródromos del país, siendo las últimas las instaladas en Pichilemu,
Panguilemo (Talca), Villa O’Higgins y Vallenar, permitiendo que las personas
puedan visualizar las condiciones del tiempo y el entorno de la estación aérea,
constituyendo un elemento de aporte a la seguridad y planificación del vuelo.
Como consecuencia de los cambios a nivel internacional, la seguridad
de aviación (security) ha adquirido una especial atención en los últimos años
para los aeropuertos, operadores y autoridades. El área de AVSEC encargada de
realizar los chequeos a pasajeros, equipajes y carga registró en 2011 un total de
5.619.113 pasajeros atendidos sólo en el aeropuerto Arturo Merino Benítez, con
un incremento de 15% en comparación al año anterior. La carga fiscalizada fue
de 285.342 toneladas, que en términos comparativos representa un aumento de 11,5%
frente al 2010. Según el indicador de desempeño, el porcentaje de objetos retenidos
del Plan “Pasajero Incógnito” 2011, obtuvo como resultado un 77,78% superior a
la meta fijada de 75%, detectándose entre 70 y 90 objetos prohibidos para
portar en vuelo.
El cuidado del medio ambiente y la calidad de los servicios
aeropuertos son otros de los temas que genera preocupación para el sector, más aún
cuando frecuentemente los aeropuertos son objeto de ataques sin fundamento
orientado hacia otros fines. Atendiendo las necesidades, la DGAC se ha
destacado por buscar la mejora continua de sus procesos, para lo cual ha
impulsado la certificación de sus sistemas, productos y servicios.
Al cumplir los 82 años de vida, la DGAC recibió el certificado que
acredita que la red principal de aeropuertos y aeródromos que administra cumple
con todas las normas internacionales de Gestión de Calidad, Ambiental (ISO
14001:2004) y de Seguridad y Salud Operacional. Asimismo durante este año se
está implementando nuevos programas orientados a incorporar nuevas tecnologías,
mecanismos de gestión e inversiones con el fin de incrementar la sostenibilidad
del sistema aéreo nacional. En esa línea, los nuevos aeropuertos y aeródromos
actualmente en desarrollo, incorporan mejoras para el cuidado del Medio
Ambiente y preservación del entorno. Todo esto se encuentra en sintonía con los
objetivos y la política medioambiental del actual Gobierno.
Avanzando hacia una navegación aérea de IV generación
Desde hace años, la DGAC ha venido realizando una serie de inversiones
orientadas a mejorar la aeronavegabilidad en los cielos chilenos. Uno de los
símbolos de este proceso ha sido la incorporación de tecnologías satelitales, la
cual permite mejor visualización y gestión del espacio aéreo, lo que representa
la posibilidad de volar rutas más directas e incrementar el número de aeronaves
en el aire.
Como parte de esta modernización, en 2011 el país implementó las
franjas electrónicas de progreso de vuelo, las cuales reemplazaron a las
antiguas franjas de papel que utilizan los controladores. Chile se convirtió en
el primer país latinoamericano en hacer uso de esta tecnología, que además del
ahorro del tiempo, permite mantener en línea y en tiempo real, la información
aeronáutica, minimizar los errores por transcripción de datos y facilitar la
gestión estadística, incrementando significativamente la confiabilidad del
sistema.
Las franjas electrónicas ya se han implementado en los principales aeropuertos y aeródromos del país. Chile es el primero de América Latina en implementar esta tecnología en el control aéreo. Foto: Ricardo Delpiano
Actualmente, las franjas electrónicas ya funcionan en los aeropuertos
Arturo Merino Benítez de Santiago, Diego Aracena de Iquique, Cerro Moreno de
Antofagasta, El Tepual de Puerto Montt y Carlos Ibañez del Campo de Punta
Arenas. También se instalaron en los aeródromos de Carriel Sur de Concepción y
El Loa de Calama. Durante este año, la DGAC implementará las franjas
electrónicas en Viña del Mar, La Florida de La Serena, Chacalluta de Arica,
Maquehue de Temuco, y Desierto de Atacama de Copiapó.
Durante 2011, la disponibilidad de radar a nivel nacional alcanzó al
99,42%, superando la meta autoimpuesta del 99%. El resultado representa un
aumento de 0,19 puntos porcentuales en comparación con 2010 y representa en
número de horas una disponibilidad de los radares de 121.051. La cifra
alcanzada es resultado del monitoreo y mantención constante de la red, debiendo
señalar que la totalidad del país está bajo cobertura radar.
Según las estadísticas de desempeño, de la totalidad de incidentes
registrados en 2011, un 16,67% fueron atribuibles a la responsabilidad de los
Servicios de Tránsito Aéreo, cifra inferior a la meta fijada de 18,5%.
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