Por Ricardo J. Delpiano
Con el fin de frenar los gastos, reestructurar costos y capacidad ante
la severa crisis financiera en la que se encuentra, la australiana Qantas
canceló el pedido de 35 Boeing 787-9 Dreamliner. La decisión se tomó luego de las
fuertes pérdidas registradas por US$ 257 millones, las cuales según la compañía
respondieron al incremento del precio del combustible y al debilitamiento de la
red internacional de la compañía ante el incremento de la competencia. La
cancelación de la orden, se une al retraso en las entregas de Airbus A380
realizadas durante el año pasado.
Pese al
anuncio, la aerolínea confirmó que de todos modos recibirá 15 B787-8s para
Jetstar, cuyas entregas están previstas para el próximo año según el calendario
de entregas. De igual manera, Qantas ha decidido mantener las opciones y
derechos de compra por 50 B787-9 por dos años, con una disponibilidad de
entregas a partir del 2016 en el caso de que los llegase a necesitar. Dicha
situación limitaría la posibilidad para que otras aerolíneas pudiesen tomar
ventaja de los slots de entrega por estos aviones al menos hasta 2015, decisión
que podría revertirse sólo en el caso que Qantas decida liberar el pedido. La
cancelación de la versión -9, permitirá a la empresa australiana ahorrar US$
8,5 mil millones, necesarios para tratar de mejorar los débiles balances.
Pese a la cancelación de los 35 B787-9, Qantas a confirmado que recibirá
15 B787-8 para Jetstar, con los cuales pretende optimizar las operaciones y
renovar parte de la flota. Foto: Boeing Commercial Airplanes /Qantas Airways
Como parte de
su reestructuración, la llegada de los B787-8 a Jetstar es considerada esencial
para que el grupo pueda avanzar en la modernización y optimización de las operaciones
domésticas, retirando los B767-300ER los cuales serán reemplazados por los
A330-200 de la división low cost / leisure de la aerolínea. Todo esto en medio
de un escenario de incertidumbre, incluso para el tráfico doméstico, segmento
fuerte de Qantas, el cual está cada vez más amenazado por la expansión de
Virgin Australia. Pese a esto, la aerolínea espera un crecimiento en la
capacidad de entre 9% y 11% en este segmento para la primera mitad de 2013,
siendo la mayor parte para Jetstar.
En rutas
internacionales, la situación todavía no muestra cambios a pesar de la
reestructuración de las operaciones realizadas desde el año pasado, dentro del
cual se enmarca la llegada de Qantas a Santiago. Ante la coyuntura actual, se
habla que la principal ayuda dependerá de los acuerdos y alianzas que se logren
alcanzar con Emirates o China Eastern. Esto a pesar de la posibilidad que Qatar
Airways pueda ingresar a alguna alianza global, siendo Oneworld una de las
probabilidades.
Una alianza
con Emirates o Qatar Airways permitiría a Qantas enfrentar el avance de Etihad
Airways en Australia y en los tráficos Australia-Europa, gracias a la vasta red
que ambas aerolíneas ofrecen.
En el último
tiempo, Emirates ha incrementado su presencia en Australia volando diariamente
a Sydney, Melbourne, Brisbane, Perth desde Dubái como vía algunas ciudades en
el Sudeste Asiático, con tramos que se extienden además hasta Nueva Zelanda.
Próximamente Emirates abrirá vuelos sin escalas a Adelaida, como nuevo destino
en Australia. Por ahora, Qatar Airways opera en Australia vuelos diarios a
Melbourne y tres veces por semana a Perth. Por su parte, Etihad Airways ha
incrementado su presencia en el país gracias a su estrategia comercial que
incluye a Air Berlin y Virgin Australia, compañías en las cuales participa con
capital directo.
Por ahora,
Qantas mantiene sus esperanzas de obtener beneficios de su división
internacional para el cierre del año fiscal 2012. De ser así, la aerolínea
podría revertir la tendencia que arrastra desde hace más de una década. Para
alcanzar dicho objetivo, la aerolínea ha ideado un plan comercial basado en una
fuerte expansión en Asia y en una profundización de las alianzas con otras
aerolíneas Oneworld: British Airways (Europa), American Airlines (Estados
Unidos) y LAN Airlines (Sudamérica). Sólo por incremento en la cooperación con
estos tres operadores, Qantas espera obtener hacia 2014 hasta US$ 32 millones
anuales.
En el caso
del tráfico hacia Sudamérica, la aerolínea ha mostrado interés de ir
incrementando sus operaciones en la región, la cual dependerá de los resultados
que se obtengan de la operación conjunta con LAN y en parte con LATAM Airlines.
Actualmente, Qantas vuela tres veces por semana sin escalas desde Sydney a
Santiago con B747-400ER, operación que es complementada por los servicios
realizados por LAN en Airbus A340-300. En los próximos meses esta ruta será
reforzada con el incremento en capacidad que la aerolínea realizará ante el
aumento en la demanda de viajes en el último tiempo.
Para
completar su reestructuración, Qantas espera avanzar en su plan de renovación
de flota, retirando los aviones más antiguos gradualmente -incluidos los
B747-400s y B767-300ERs-. Considerando los últimos cambios y con el fin de
adecuar la capacidad y homologar el servicio, la compañía está reconfigurando
parte de su flota de largo alcance. Para fines de este año, se espera terminar
la reconfiguración de nueve B747-400s.
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