Por Ricardo J. Delpiano
Confirmando los rumores dados a conocer la
semana pasada, a partir del próximo 11 de junio terminará sus vuelos domésticos
en Chile al suspender en forma indefinida la ruta Santiago-Concepción. Esta es
la segunda vez que Pluna suspende su incursión en el mercado doméstico de
Chile. La vez anterior ocurrió hace casi dos años cuando realizó vuelos de
carga hacia Punta Arenas, regresando con
pasajeros desde el sur de Chile los cuales sólo duraron un par de semanas.
Según Pluna, la ruta Santiago-Concepción se
encontraba en una “fase de prueba”, cuya evaluación exigía una prolongación del
periodo de tiempo para alcanzar su rentabilidad. Esto puede responder al alto
costo por asiento (CASM) y a la baja rentabilidad (RASM),
asociado a la poca cantidad de asientos que puede vender por la capacidad de la
aeronave (CRJ900NG), lo que obliga en ese caso a la compañía a vender al mayor
número de asientos a una mayor tarifa para asegurar la rentabilidad de la operación.
Debido a la fuerte crisis por la que atraviesa y al alto costo por asiento, Pluna suspende indefinidamente su ruta Santiago-Concepción. Foto: Alejandro Ruiz
Esta situación vuelve a reflejar los desafíos
que implican la utilización de aviones de menor capacidad –como son los aviones
regionales- en mercados pequeños de alta competencia, sin un volumen de
pasajeros suficientes dispuestos a pagar un precio más alto. Cabe recordar que
el mercado aéreo chileno a pesar de su crecimiento, es de de alta competencia
con operadores que poseen una amplia oferta de viajes a precios relativamente
bajos. Recientemente un estudio de LAN estableció que el 87% de los viajeros en Chile paga menos de 60 mil pesos por usar el avión. Las tarifas que Pluna ofrecía a Concepción eran similares a las de la competencia.
En su ruta a Concepción, Pluna basaba su
operación con una estrategia que permitían ir y volver a la capital dentro del
mismo día y conectar en forma inmediata con los vuelos a Montevideo y el resto
de cono sur, oferta con la cual buscaba capturar un tráfico premium y de
pasajeros de conexión.
Con la suspensión de la ruta a Concepción,
quedan cancelados -por ahora-también los planes de Pluna de llegar a Antofagasta y Calama, aunque podrían considerar como alternativa al ser rutas de mayor rentabilidad por el tráfico premium que manejan.
Sin embargo, más allá de la versión oficial, la
suspensión de los servicios a Concepción está directamente relacionada a la
severa crisis financiera por la que está atravesando la aerolínea uruguaya,
agravada por una serie de denuncias por irregularidades en la gestión y
vaciamiento, según se ha podido conocer desde Uruguay durante los pasados días.
La crisis ya ha sido reconocida oficialmente por
Pluna y durante los pasados Matías Campiani, CEO de la aerolínea comunicó a sus
empleados que “estamos atravesando una fuerte turbulencias”. En la carta,
señaló que entre los factores que habían influido en la crisis está la desaceleración
de la economía brasilera y el bloqueo que Pluna ha sufrido en Argentina.
Si bien los argumentos entregados por el
máximo responsable de la aerolínea explican en parte la crisis actual de la
aerolínea, especialmente “el factor Argentina” -mercado clave para desarrollar
el Hub del Sur de Pluna-, no reflejan la situación global del problema, que
ante los hechos conocidos públicamente parecieran estar asociados problema de
gestión de la empresa
En los últimos días, los problemas
financieros de la aerolínea se han agravado tras la pérdida de un juicio con
los trabajadores de la empresa y que obligan a pagar US$ 1 millón a 60
tripulantes de cabina. La demanda había sido presentada en 2008 y fue ganada en
primera instancia, la cual fue apelada por Pluna, siendo reafirmada esta semana
por la Corte de Apelaciones de Uruguay. El monto fijado deberá ser pagado en un
principio por Pluna S.A (Leadgate + Jazz), pero de no hacerse cargo será Pluna Ente (parte
estatal) la encargada de hacerlo, según establece el acuerdo firmado con
Leadgate cuando asumió la empresa.
Pluna participada en
un 75% por Leadgate y 25% por el Estado uruguayo, se encuentra en negociaciones
para encontrar una solución viable en el corto plazo que le permita mantener
la operación. Entre las alternativas que se han mencionado están una posible
reducción de flota, cancelación de rutas, además de una fuerte inyección de
capital.
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