Aeródromo Carriel Sur, el primero en medir su huella de carbono en Sudamérica

Ricardo  J. Delpiano

En 2006, el aeródromo Carriel Sur de Concepción fue el primero del país en tener un sistema de gestión ambiental certificado, sentando un precedente en la red aeroportuaria nacional, la cual veía a su primer terminal aéreo certificado bajo una normativa medioambiental. Gracias al trabajo desarrollado por la Dirección General de Aeronáutica Civil en 2009 el complejo fue certificado con la norma ISO 14.001-2004 colocándolo dentro de la vanguardia aeroportuaria y alineado con los objetivos que la Autoridad aérea y la aviación del país persigue.

El aeródromo Carriel Sur de Concepción es el primero de Sudamérica en medir su huella de carbono. Foto: Ricardo J. Delpiano

A cinco años de ese hecho, Carriel Sur vuelve a marcar historia, no sólo a nivel nacional sino que a nivel internacional, al convertirse en el primer aeródromo de Sudamérica en medir su huella de carbono. Según, se difundió en los medios de prensa, los resultados de la medición –realizada en 2011- arrojó una emisión de 1.292 kilos de CO2 por pasajeros transportados, según los datos entregados por PTH Grupo Ambiental (PTHGA) y South Pole Carbon, primera empresa en comercializar Bonos de Carbono de alta calidad a nivel mundial, según se cita en el sitio web del Ministerio de Obras Públicas de la región del Bío-Bío.

Los resultados identificaron fuentes de emisión del edificio terminal y/o a las actividades diarios, indicando además las entradas y salidas de materiales y energías necesarios para el funcionamiento del aeródromo. De acuerdo con el MOP se elaboró un inventario de emisiones para tres alcances o grupos de fuentes (Scopes) y estableció la línea base de emisiones de gasos de efecto invernado, que para el caso del aeródromo de Concepción fue de 1.175 toneladas de CO2 emitidas.

El primer Scope midió las emisiones de fuentes fijas y móviles que arrojaron un 110,83 toneladas/año de CO2 para las fijas y de 67,67 ton/año para las segundas. El segundo Scope, registró el consumo eléctrico anual, el cual fue de 783.708 Kwh, con una misión de 221 toneladas de CO2. Finalmente, el Scope 3 midió la emisión que generan los viajes habituales, el transporte subcontratado y particular de pasajeros, los vuelos no regulares, el movimiento en plataforma (fuentes fijas y móviles) y las operaciones de LAN Airlines y Sky Airline, única dos compañías que operaron regularmente durante el periodo de medición.

De acuerdo a lo indicado en el estudio, las mayores emisiones están generadas por el transporte subcontratado con 289 toneladas de CO2, seguido de las operaciones aéreas las que registraron 270 de toneladas de CO2, de los cuales un 62% corresponden a vuelos de LAN y un 38% de Sky Airline. Finalmente, el movimiento de plataforma sumó 165 toneladas de CO2.

Los resultados de la huella de carbono de Carriel Sur arrojó una medición baja en comparación a otras industrias, que según el estudio establece datos de 1.893,5 de toneladas de CO2 para una institución financiera, 18.373,9 de una viña con todas sus instalaciones o de los 27.540,9 de una papelera con 94 filiales. Sin embargo, la medición no detalla comparación alguna con aeródromos o aeropuertos de igual tamaño y operaciones que Carriel Sur.

Las 1.175 toneladas de CO2 permitirá constituir el punto de referencia para emisiones posteriores, así como también para la fijación de objetivos y políticas necesarias para disminuir la contaminación en el corto, mediano y largo plazo, según se establecen en los compromisos organizacionales y operacionales de la DGAC, la Dirección de Aeropuertos y de la empresa concesionaria de Carriel Sur, Aerosur S.A.

A modo de referencia, la huella de carbono es la medición que hacen empresas e instituciones socialmente responsables para determinar el nivel de emisiones de CO2 liberadas a la atmósfera como consecuencia de las actividades que se realizan. El estudio incluye todos los procesos asociados a la actividad de la empresa e instituciones, y sus resultados permiten diseñar políticas y coordinar acciones necesarias para reducir la contaminación, actuando además como un mecanismo de concientización de todos quienes que intervienen.