Por Ricardo J. Delpiano
A poco más de un año del cese de operaciones de Mexicana de Aviación otra aerolínea Oneworld vive un momento clave. Se trata de la australiana Qantas Airways, cuyos directivos determinaron la paralización total de la flota de la compañía a partir de las 00:00 hrs del sábado y con ello la suspensión indefinida de todos los vuelos domésticos e internacionales, afectando a miles de pasajeros a nivel global.
La inédita decisión de Alan Joyce (CEO de Qantas) surge como respuesta a la fuerte oposición que los sindicatos de Qantas han hecho al plan de reestructuración de la compañía lanzado a mediados de año, el cual tiene por objeto revertir la tendencia histórica de pérdidas que ha tenido la empresa. Para ello, se planteó una estrategia basada en cuatro pilares: excelencia orientada al cliente; fortalecimiento de la red asiática; profundización y ampliación de las alianzas (ítem donde se enmarca su relación con LAN y el inicio de vuelos a Santiago); y una mejora constante del negocio. Sin embargo, también contempla el despido de más de 1.000 trabajadores, lo que ha generado el rechazo de los gremios de la aerolínea, quienes han sumado esa medida al conflicto que mantienen con la empresa desde 2008.
Con fuerte golpes de timón, Qantas enfrenta un momento clave que busca revertir la tendencia histórica de la compañía. Foto: Carlos Valle.
Al igual que el plan de rescate anunciado en julio, la paralización indefinida de todas operaciones constituye un segundo golpe de timón de la actual gestión, la cual busca dar solución de raíz a los problemas de la aerolínea entre ellos el laboral. “Están desestabilizando la compañía…Los sindicatos siguen con reclamos que no tienen que ver con salarios sino que también quieren dictar como llevamos el negocio” decía Alan Joyce el sábado en una cita recogida por la Agencia Reuters. El anuncio tomó por sorpresa no sólo a los pasajeros, sino que también a los sindicatos y al propio gobierno australiano quien hizo un reclamo ante el Tribunal de la Industria.
En el rescate y en la inédita decisión del sábado, Joyce cuenta con el apoyo del consejo de la aerolínea, quienes buscan ir con todo para formar una nueva Qantas a pesar de que para ello se tenga que dar difíciles pasos que impliquen incluso sangrar a la propia empresa temporalmente. El directorio sabe que hoy –como a largo de la historia- Qantas no tiene un competidor de igual peso y en parte eso le entrega un cierto poder para emprender acciones radicales como las de este fin de semana. Sólo Virgin Australia (ex Virgin Blue) le hace competencia en rutas domésticas pero no a nivel internacional, segmento que cubre principalmente con acuerdos con otras aerolíneas (Etihad, Singapore Airlines, etc).
Por lo mismo, generar un rescate adecuado a Qantas es fundamental para Australia. No por nada el gobierno de ese país decidió intervenir el conflicto obligando a la empresa a reanudar los vuelos a partir de hoy domingo y a los sindicatos a finalizar las huelgas.
La crisis que vive la aerolínea australiana no es ajena a la situación que enfrentan muchas compañías aéreas a nivel mundial y se suman también al resto de los conflictos que están enfrentando también varias aerolíneas de Oneworld, especialmente con los casos de American Airlines, IAG (British Airways e Iberia) y JAL Japan Airlines.
En el caso de la primera, la aerolínea estadounidense continúa arrastrando un eterno los altos costos de su conflicto laboral y la pérdida de fuerza en el mercado frente a competidores como Delta Air Lines y United, las cuales a través de fusiones y reestructuraciones internas consiguieron recuperarse. La amenaza de una posible quiebra de American hace algunas semanas sólo ha nublado aún más el panorama para esta aerolínea y han hecho que analistas indiquen que la empresa debe hacer una “cirugía mayor” si quiere resolver sus problemas.
IAG también ha enfrentado problemas laborales en el último tiempo, primero con British Airways y ahora con Iberia por la creación de la nueva filial low cost Iberia Express. Estos se unen a las dudas que existen en el plan de negocios para Iberia, ya que no todos consideran que la creación de una low cost de la aerolínea sea la solución, principalmente cuando ya se tiene a Vueling como low cost y por la mala experiencia que tuvo British Airways en ese punto.
Mientras tanto, JAL continúa el camino para revertir la delicada situación de la empresa y que en enero de 2010 la obligó a acogerse a la protección de quieras. Apoyada fuertemente por el gobierno nipón, JAL logró salir de la bancarrota en marzo de este año tras realizar importantes ajustes en planes de pensiones y el despido de 16.500 trabajadores.
Encabezadas en el horizonte temporal por temores a una nueva crisis económica y un aumento en los costos del transporte, el escenario actual está obligando a las aerolíneas a reestructurarse con el fin de enfrentar las distintas amenazas a la industria. En ese contexto y ante el aumento significativo de las medidas de fuerza, la capacidad de negociación y llegar acuerdos representa un aspecto que quizás tiene de mayor importancia que un mismo plan de negocios, pues permite construir bases para delinear el crecimiento a futuro. Casos como los Delta, Aeroméxico son algunos buenos ejemplos.
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