viernes, 31 de diciembre de 2010

Adiós 2010. Bienvenido 2011

Por Ricardo J. Delpiano

Para la aviación comercial 2010 fue un año paradójico. Por un lado la industria aérea comenzó a ver una mejor situación tras una década de pérdidas, producto de los cambios en el sistema político internacional, la aparición de nuevas amenazas a la seguridad, las sucesivas crisis económicas, políticas desfavorables de parte de los gobiernos y la crisis del petróleo, que hicieron del periodo 2000-2009 un decenio para olvidar.
Pero este año comenzó algo distinto, la recuperación de la economía internacional hizo que el transporte de carga comenzara a recuperarse y con ello también la demanda de viajes volviera aumentar. Las aerolíneas mejoraron sus factores de ocupación, pero también aumentaron sus ingresos que les permitió percibir una mejor situación financiera, panorama que ha mejorado durante el transcurso del año, obligando a la industria del transporte aéreo adecuar sus pronósticos al menos en tres oportunidades.
2010, fue el año de consolidación del transporte aéreo. Conscientes de la mayor exposición a las crisis internacionales y a la mayor cantidad de ciclos de la economía, más a la compleja situación heredada de la década pasada, las aerolíneas iniciaron un proceso de consolidación de la industria a través de fusiones entre distintas compañías aéreas. A diferencia de otros periodos, este proceso superó las fronteras y no fue extraño encontrar en más de una ocasión uniones de aerolíneas de dos países. Entre las que más destacaron estuvieron la fusión de United y Continental, Delta-Northwest, la anunciada fusión de British Airways e Iberia, a la cual se suma la aprobación de la alianza trasatlántica entre estas compañías y American Airlines, mientras que en Latinoamérica destacó el anuncio de fusión entre LAN y TAM, a través del cual ambas empresas crearán la mayor aerolínea de la región.
Contrariamente al favorable escenario, la aviación mundial fue afectada por situaciones complejas como la paralización del transporte aéreo en Europa en abril producto de la erupción del volcán islandés, las huelgas de los sindicatos de las compañías aéreas y de los controladores aéreos en varios países, los cuales pusieron en jaque al sector en más de una oportunidad. A pesar que fueron situaciones focalizadas en una parte del planeta sus alcances fueron globales.
Nuestro país, como parte de la comunidad internacional no estuvo ajeno a los acontecimientos y también fue beneficiado de la mejor situación del transporte aéreo mundial. Sin embargo para Chile las cosas no comenzaron fáciles. La madrugada del 27 de febrero un violento sismo de 8.8 en la zona centro sur del país despertó a los chilenos, minutos después dos fuertes tsunamis completaron el escenario. A las primeras horas ya era posible dimensionar el desastre con cientos de pérdidas de vidas, otros tantos desaparecidos y millonarios daños en la propiedad pública y privada. La infraestructura del país del país no quedó ajena ante las inclemencias de la naturaleza y también fue afectada. Si bien algunas obras soportaron “bien” el fuerte movimiento, otras sencillamente no aguantaron.
Ante la emergencia nacional, restablecer las comunicaciones fue algo prioritario. En un esfuerzo sin precedentes, se realizó en pocas un trabajo de coordinación intersectorial entre la Autoridad Aeronáutica, representada por la DGAC Chile y la Fuerza Aérea, el Estado de Chile a través del Ministerio de Obras Públicas y de Transportes, el aeropuerto de Santiago y las líneas aéreas, gracias al cual se pudo reanudar rápidamente sus operaciones y coordinar el traslado de la ayuda hacia las zonas afectadas. En su carácter de pilar fundamental para la conectividad de un país, la aviación chilena a través de todas sus ramas se mostró a la altura de un país que avanza y que pese las dificultades, supo superar la emergencia. Pese a las improvisadas instalaciones que se levantaron esos días, se pudo atender a todos los vuelos, sin comprometer otros aspectos claves como lo es la seguridad.
Pero a pesar del terremoto y sus consecuencias para el país, la aviación chilena mantuvo su tendencia al crecimiento. Mes a mes fuimos conociendo el aumento significativo del tráfico aéreo de pasajeros y la recuperación en el transporte de carga. Con excepción de marzo, casi todos los meses tuvieron un crecimiento sostenido, el cual responde a las mejores condiciones económicas del país, la recuperación de los mercados internacionales, la baja del dólar y las políticas comerciales adoptadas por las compañías aéreas, impulsaron los viajes aéreos contribuyendo con ello a la recuperación de las aerolíneas.
En ese sentido, para las compañías aéreas chilenas 2010 fue un año bueno. LAN Airlines continuó con su tendencia al crecimiento posicionándose como un operador de carácter multinacional, lanzando nuevas rutas desde distintos puntos del continente entre los cuales podemos mencionar a San Francisco, Brasilia, Galápagos, entre otros, mientras que en rutas intercontinentales retomó la ruta a París, ciudad que se convirtió como nuevo destino de la compañía en Europa. Pero en 2010, LAN volvió sorprender al mercado al anunciar en mayo su entrada a Colombia a través de la asociación con AerOasis, proceso que en octubre se complementaría con la compra de Aires, aerolínea que se convertirá en los próximos meses en la nueva LAN Colombia. Sin embargo, fue el anuncio de su fusión con TAM lo que acaparó la plana noticiosa, ya que el proceso significará la conformación de la mayor compañía aérea de América Latina y la reorganización del resto de los actores en la región. Al cerrar el año el proceso de fusión está en marcha y se espera que reciban la aprobación de parte de las autoridades chilenas y brasileras en marzo 2011, lo que permitirá iniciar operaciones como LATAM durante el primer semestre, según lo estimado por los directivos de ambas aerolíneas.
Sky Airline también vivió un positivo 2010 con un crecimiento positivo en el transporte de pasajeros y una expansión significativa de sus operaciones con más vuelos al interior de Chile (como La Serena) y concretando además su ansiada operacional internacional con vuelos diarios a Buenos Aires y Lima, destinos que se unieron a Arequipa y La Paz, ciudad que también vio incrementada su oferta de vuelos. Sky Airline inició en junio pasado el proceso de renovación de su flota incorporando dos Airbus A320, utilizados en algunas rutas domésticas e internacionales hacia Argentina y Perú. Antes de cerrar el año, la compañía incorporó también un tercer A320, el cual se pondrá en operación durante los próximos días.
Finalmente para PAL Airlines, 2010 fue un año de consolidación y de oportunidades. La compañía registró una exitosa temporada de verano operando vuelos chárter a Brasil y al Caribe, estos últimos con aviones Boeing 757-200. A pesar de que el verano terminó abruptamente por el terremoto, PAL supo reponerse rápidamente y contribuir a la recuperación, trasladando alrededor de 4 mil personas al país. Los excelentes resultados del verano permitieron reafirmar las operaciones al Norte de Chile, la cual fue reforzada durante el segundo semestre con vuelos a Copiapó y Arica. A mediados de año la compañía dio un salto significativo en sus operaciones al ser capaz de realizar vuelos chárter a Sudáfrica desde Chile, Argentina y Uruguay con aviones de gran capacidad como un Airbus A340-300, lo que favoreció a la compañía a posicionarse como un actor relevante y capaz de atender las necesidades de la demanda. La operación a Sudáfrica ha sentado las bases para futuras operaciones, lo que en parte se verá este verano con vuelos en aviones Airbus A330-300 y en dos Boeing 757-200, siendo la temporada en la que PAL tendrá la mayor capacidad ofrecida.
Durante este año, nos reencontramos con la historia al conmemorar el Centenario del primer vuelo en Chile, hazaña realizada por los hermanos César y Félix Copetta en la chacra Valparaíso que dio el impulso para la aviación nacional, el cual no ha cesado en ningún momento en estos 100 años, haciendo que nuestro sistema aeronáutico mantenga una actitud de ascenso permanente donde todos los actores aeronáuticos contribuyen de manera simbionte hacia un solo fin, a través de un sistema libre, igualitario y concordante con las necesidades que la industria demanda. La celebración de los 100 años de la aviación coincidió también con las celebraciones de nuestro Bicentenario de los procesos emancipadores que permitieron a Chile constituirse como un Estado libre y soberano.
En materia de infraestructura aeroportuaria, pese al reordenamiento de las prioridades tras el terremoto, el Gobierno de Chile fue capaz de mantener los compromisos asumidos lo que permitió continuar con el segundo programa de licitaciones de la red aeroportuaria nacional. En el primer semestre se inauguraron las ampliaciones de las terminales de El Tepual en Puerto Montt y Diego Aracena en Iquique. Además se entregó la concesión de El Loa en Calama y se prepara la licitación de Cerro Moreno de Antofagasta. El aeropuerto de Santiago, pese a los daños sufridos y a la necesidad de recuperar las instalaciones y servicios del terminal, avanzó en la medida de lo posible con las obras de mitigación en la capacidad, ampliando zonas de circulación, inaugurando nuevas áreas de servicios y la habilitación del puente 28 en el terminal nacional. Sin embargo el 2011 el principal aeropuerto del país deberá enfrentar el problema de la capacidad debido al aumento en el flujo de pasajeros, siendo una de las primeras prioridades para el próximo año.
En materia institucional, Chile, LAN Cargo y el Aeropuerto de Santiago se convirtió en el primer país, la primera aerolínea y el primer aeropuerto respectivamente de América Latina en realizar el transporte de carga de manera totalmente electrónica, gracias a la implementación del programa e-freight de IATA, lo que nos posiciona a la vanguardia de la industria aérea mundial. En temas de acuerdos aéreos, nuestro país continuó profundizando su política de Cielos Abiertos, firmando acuerdos aéreos con distintos países, entre los cuales destacaron los firmados con Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, los cuales abren las puertas para el establecimiento de vuelos y la llegada de nuevos operadores. En América Latina, Chile cerró con éxito la presidencia de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC) en el periodo 2009-2010, a través del cual la región avanzó significativamente en aspectos de seguridad operacional y la liberalización de los cielos, marcado por una reafirmación del multilateralismo y cooperación entre los países como mecanismo para lograr los acuerdos.
Por lo anterior y a pocas horas de que termine este año, la aviación chilena ingresa al 2011 con una perspectiva favorable, acompañada además por un buen pronóstico para la región y la industria del transporte aéreo en general. Nuevamente, la mantención de una política de Estado clara en materia de aviación, la existencia de un mercado libre, sin intervención de la autoridad posicionan al país en la senda correcta, manteniéndose a la vanguardia y siendo capaz de responder en forma rápida a las necesidades que la aviación demanda. El 2011 será un año de oportunidades y de novedades para la aviación chilena, pero también estará lleno de desafíos y tareas pendientes, como por ejemplo enfrentar los problemas de capacidad o incrementar la conectividad propiciando la llegada de nuevos operadores, necesarios para aumentar las alternativas de viaje, fomentar la industria turística nacional y contribuir al desarrollo socioeconómico del país. El impulso que está tomando la economía en estos meses, sumado a las bases que constituyen nuestro sistema aeronáutico hacen que Chile tenga todo lo necesario para enfrentar el futuro con optimismo.
Al finalizar y junto con realizar un breve resumen de lo sucedido en la aviación chilena durante 2010, es necesario agradecer y enviar un cordial saludo a todos quienes forman parte de la aviación chilena, y muy especialmente a todos quienes colaboran en este espacio.

¡Feliz Año 2011!

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