Adiós a una pionera: Compañía Mexicana de Aviación

Por Ricardo J. Delpiano

Se ha cerrado una etapa más en la historia de la aviación no sólo de nuestro continente sino que de todo el mundo. Hoy sábado 28 de agosto, la Compañía Mexicana de Aviación ha suspendido sus operaciones de todas las aerolíneas del grupo (Mexicana, Mexicana Click, Mexicana Link), cerrando el agosto más negro de toda su larga historia compuesta por 89 años de éxitos.

Emblemática fotografía de un Boeing 727-200adv de Mexicana, avión que permitió en gran parte la expansión de la compañía. El cese operaciones de Mexicana de Aviación ponen fin a 89 años de historia y abren una nueva etapa para la aviación mexicana. Foto: Ricardo Morales Centeno

A principios de mes, quedó al descubierto la profunda crisis financiera de la compañía, la cual obligó a iniciar un proceso de reestructuración a través de un concurso mercantil solicitado a través de los capítulos 11 y 15, de protección de quiebras, el cual le permitiría subsanar su difícil situación económica, la cual vino a cambiar el panorama que la empresa ostentaba desde los últimos meses con un plan de reestructuración que realizado por el grupo controlador que en ese entonces era “bien evaluado” y un escenario prometedor con una expansión continua a nuevos destinos e incremento de flota. Sin embargo los hechos dados a conocer en las últimas semanas, tras la incautación de aviones A319 en Canadá, comenzó a cambiar el panorama. En los días siguientes y tras ingresar en concurso mercantil, Mexicana comenzó una serie de negociaciones entre los trabajadores y en la búsqueda de nuevos de inversores, la que fueron acompañadas de una paulatina reducción de operaciones a cada uno de los destinos donde opera, comenzando por sus vuelos internacionales.

El fin de semana pasado, una luz de esperanza llegó para la cuarta compañía más antigua del mundo, cuando la Tenedora K –un grupo inversionista mexicano- adquirió el 95% de acciones de la empresa a un precio simbólico con el fin de reorganizarla y seguir operando. Sin embargo en el día de ayer, Tenedora K decidió retirarse tras no concretar su plan de rescate el cual comprendía el despido de todos los empleados, la cual no fue aceptado obviamente por los empleados ni por el propio Gobierno mexicano a través de su ministro de Trabajo y Previsión Social Javier Lozano, quien calificó la propuesta de inaceptable. Tras no conseguir la inyección de capital necesaria ni lograr el plan de rescate propuesto, la situación de Mexicana volvió a quedar en negro, y su delicada situación financiera inclinó a la empresa a su inevitable destino.

De esta forma en el día de ayer se anunció el cierre de operaciones de la Compañía Mexicana de Aviación, Mexicana Click y Mexicana Link, mientras la empresa continúa dentro del concurso mercantil y la búsqueda de nuevos inversionistas que puedan dar viabilidad a una reorganización de la empresa. El diario “Universal” de México, indicó que en su última conferencia de prensa como director general de Mexicana de Aviación, Manuel Borja señaló pasivos por 10 mil millones de pesos mexicanos, pero se calcula que la deuda de la compañía es 50% mayor, con un monto total de 15 mil 075 millones de pesos. Según se detalló, del total de ingresos que obtenía la compañía, 20.3% eran para gastos de salarios y prestaciones a su personal, cifra que en Volaris o Copa Airlines se reduce a 10 por ciento, de acuerdo a lo que menciona “El Universal”. Por tal motivo, se propuso reducir el salario de pilotos y sobrecargos, lo cual generó conflictos con los sindicatos aeronáuticos de ese país (ASPA y ASSA).

Entre las causas de la crisis de Mexicana se cita los altísimos costos laborales de sus empleados y la postura de los sindicatos ASPA y ASSA de ser poco flexibles frente a la realidad de la compañía situación que se repite en otras regiones del mundo y que en el último año ha causado una serie de conflictos al transporte aéreo. Sin embargo desde el lado de los sindicatos acusaban al actual grupo director de generar un plan para acabar con Mexicana de Aviación a favor de sus aerolíneas Click y Link.

Con Mexicana de Aviación en tierra, la aviación en México entra en una etapa de una compleja reorganización que ya comenzó hace algunos años con la salida de empresas históricas como TAESA, Aviacsa, además de los intentos por conseguir una posible fusión entre AeroMéxico y Mexicana de Aviación para formar una sola empresa más fuerte y reducir los costos. En esta reorganización la apertura aérea en México permitió el desarrollo de nuevas compañías pujantes como Interjet y Volaris, las que junto a AeroMéxico estarían llamadas a ocupar el lugar dejado por Mexicana en estos días.

Con una gran historia de 89 años sirviendo a México, Mexicana de Aviación era la cuarta compañía más antigua del mundo. Emblema de la aviación de ese país, Mexicana inició operaciones el 12 de julio de 1921 en la ruta Ciudad de México-Tuxpan-Tampico como Compañía Mexicana de Transporte Aéreo (CMTA), además de vuelos a destinos petrolíferos. Posteriormente la compañía vio la opción de incorporar servicios postales y trabajos aéreos aumentando de esta forma sus operaciones, siendo pionera en la creación de la fotografía aérea en México. A fines de los años veinte fue adquirida por John Trippe de Pan American Airways, lo que permitió expandir sus operaciones a destinos internacionales y asegurar un continuo crecimiento. A pesar de estar controlada en su totalidad por Pan Am, Mexicana mantuvo identidad propia y logró adquirir nuevos equipos como los Douglas DC-2 en los años ‘40, los DC-6 en los ’50. En esa década Mexicana vuelve a ser pionera al lanzar los “Tour Todo Pagado” o VTPs, paquetes que incluían transportación aérea, hospedaje en hoteles de primera categoría, alimentación, traslados terrestres y, la mayoría de las veces, visitas a sitios de interés turísticos cercanos a las ciudades de destino. En 1955 se inaugura la Escuela para Sobrecargos de Compañía Mexicana de Aviación, cuya función prioritaria estaba orientada a desarrollar las habilidades para el manejo y control de situaciones de emergencia, así como a la aplicación de los primeros auxilios a los viajeros y tripulación.

En 1960 Mexicana incorpora sus primeros aviones jet con la compra de tres De Havilland Comet 4C, mientras que en 1967 introduce los primeros Boeing 727-200, el caballito de batalla de Mexicana de la Aviación con el cual cimentó gran parte de sus operaciones hasta fines de los años 90 y fue el mayor operador de este tipo de aviones en América Latina. A fines de los ’70 Mexicana ingresó al negocio del MRO (Mantenimiento) al inaugurar su moderno hangar en el aeropuerto Benito Juárez.

En la década de los ’80, Mexicana se constituye en una empresa mixta donde el Gobierno Federal adquiere el 54% del capital. Esa década fue también de crecimiento para Mexicana, al incorporar los Mc Donnell Douglas DC-10 a su flota. En 1984 Mexicana inauguró “la torre Mexicana” de 30 pisos, helipuerto y un centro de reservas, donde se trasladaron todas las oficinas de la empresa, obra que se convirtió en un símbolo para la Ciudad de México. En los ’90 y bajo Cintra, Mexicana forma con AeroMéxico y AeroPerú el consorcio ALAS de América, ofreciendo una red integrada entre las tres compañías con vuelos que abarcaban desde Canadá por el Norte hasta Chile por el sur, con centros en México, Cancún y Lima. Hacia 1991-1993 Mexicana comienza a recibir aviones modernos con la llegada de los Fokker 100, Boeing 757-200 y de los primeros Airbus A320, los cuales permitían mejorar notablemente las operaciones y llegar a nuevos destinos.

Fue a mediados de esa década cuando Mexicana de Aviación aterrizó en Chile con un vuelo entre Cancún y Santiago con escala en Bogotá, operado con aviones Airbus A320 en horario nocturno, ruta que se mantendría hasta 1997.

En el 2008, Mexicana inició una nueva etapa de expansión a través de un proceso de reorganización de la empresa que supuesta permitiría posicionar a la aerolínea en los mercados internacionales. Foto: Ricardo Morales Centeno

En el 2000 y de cara a la globalización Mexicana ingresa a las alianzas globales con su incorporación a la Star Alliance, de la mano de United Airlines. El 2002 Mexicana cierra el proceso de renovación de flota con el retiro de los Boeing 727 y su reemplazo por los nuevos Airbus de la familia A320 (A318, A319, A320). Con la venta de Mexicana y la entrada de un nuevo grupo controlador, Mexicana inicia una reestructuración completa de la empresa, la cual permitiría inyectar ingresos a la empresa y asegurar una expansión. En ese sentido, Mexicana abandona la Star Alliance para asociarse a Oneworld, alianza que le reportaba mayores beneficios. En el 2008, Mexicana inició un proceso de expansión que le permitió llegar a Europa con vuelos a Madrid y Londres además de incrementar presencia en los mercados de Sudamérica, Estados Unidos y Canadá. Este proceso fue acompañado de un cambio en su imagen corporativa por una nueva, a través de la cual pretendía mostrarse como una empresa competitiva y con proyección en lo que se refiere servicios, modernidad, dinamismo y flexibilidad.

El fin de las operaciones de Mexicana de Aviación se da en un año muy especial, cuando México celebra también los 100 años de la aviación y de su bicentenario como república independiente. Curiosamente un año que debía ser de júbilo para un país se encuentra viviendo el cierre de una de sus más emblemáticas compañías, donde el nombre de Mexicana de Aviación quedará grabado en los annales de la historia, como una empresa que a lo largo de su existencia supo hacer del vuelo un elemento de integración y desarrollo para todo un país.

Si bien es difícil concebir la historia de la aviación sin Mexicana, la crisis de esta empresa abre nuevas oportunidades para otros a tomar la labor iniciada y a ser un aporte con una nueva perspectiva, ya sea a través de una nueva Mexicana o por medio de otras compañías. Y su cierre, más allá de las causas que lo determinaron, se enmarca dentro del proceso de cambio y reorganización que la aviación mundial está viviendo, un proceso que permitirá adaptarse a la nueva realidad del sistema internacional y que para eso requiere el trabajo y la unión de todos los sectores que intervienen en la industria y mecanismos regulatorios acordes a los tiempos que vienen.