Aerolínea Principal en la encrucijada.

Por Ricardo J. Delpiano.

El pasado domingo 7 de Septiembre el mercado aeronáutico se sorprendió tras conocer la decisión de la compañía española Futura International Airways, una de las más pujantes del mercado charter europeo, de suspender todas sus operaciones por un lapso de 24 horas y convocar a un concurso de acreedores para analizar la situación de la empresa y acogerse a la ley de quiebras debido a sus dificultades financieras que sólo se hicieron públicas tras conocerse esta decisión.

En el último tiempo, Futura International Airways venía teniendo un crecimiento positivo en los años anteriores la cual llevó a obtener importantes utilidades que le permitieron entre otras cosas renovar flota -incorporando aviones Boeing 737-800 y llegando incluso a recibir 2 novísimos B737-900ER- y expandirse a nuevos mercados en países europeos, árabes y asiáticos, además de participar en las compañías latinoaméricanas Air Dominicana (Rep. Dominicana) y Aerolínea Principal (Chile) dónde Futura poseía el 20% del capital. En el último año en ejercicio Futura International Airways movilizó a 3,7 millones de pasajeros, facturando 334 millones de euros, con un crecimiento promedio de 14% por año. Sin embargo pese a estos resultados, la empresa no pudo hacer frente a la crisis que vive la industria con la alza sufrida por el precio del petróleo, factor determinante que habría llevado a Futura a declararse en quiebra la semana pasada y suspender sus operaciones, pues la deuda acumulado destrozaron las las previsiones de ingresos en verano.

La decisión de Futura de acogerse a un concurso de acreedores sorprendió al mercado aeronáutico, especialmente por ser una de las compañías más pujantes del mercado charter europeo. Foto: Alejandro Ruiz.

Como medidas inmediatas para salir de esta situación y mejorar la cara de la compañía ante el concurso de acreedores, evitando además el retiro de su certificado de operador aéreo de parte de la autoridad aeronáutica de España, Futura anunció la reducción de su plantilla de trabajadores a la mitad, además del retiro de la mitad de su flota compuesta por una treintena de aviones (Boeing 737-300/-400/-800) a sólo 14 aeronaves (1 Boeing 737-300, 6 Boeing 737-400 y 7 Boeing 737-800) con las cuales están operando en la actualidad. La decisión y las medidas adoptadas junto con perjudicar a miles de pasajeros y tour operadores, afectó a las otras compañías donde Futura mantenía participación, siendo las más afectadas en forma inmediata las europeas Futura Gael y Flyant.

Para el caso chileno, al igual como ocurrió en España y en el resto de los mercados, la decisión adoptada por Futura soprendió a Aerolínea Principal, afectando de manera significativa las previsiones para la próxima temporada de verano que se avecina, pues la aerolínea española más que poseer el 20% del capital, era la encargada de proveer los aviones para las operaciones de Aerolínea Principal. Para esta temporada, Aerolínea Principal tenía contemplado operar tres aeronaves: 1 B737-300 (CC-CAL), 1 B737-400 (CC-CBD) y 1 B737-800, donde las dos primeras aeronaves iban a estar basadas en Chile, mientras que el B737-800 era transferido desde Futura por la temporada. Tras el anuncio, una de las preocupaciones más inmediatas para Aerolínea Principal era de reorganizar su programación para la próxima temporada, especialmente en asegurar el material aéreo que permitiesen a la aerolínea cumplir con las obligaciones contraídas. En ese sentido conseguir que los aviones con matrícula chilena volvieran a Chile, se convirtió en el objetivo más inmediato, pues según lo establecido en la sociedad entre la aerolínea de los Musiet y los españoles de Futura se exigía que al menos una aeronave estuviese basada en Aerolínea Principal, independiente que la aeronave prestara servicios en Europa con Futura durante el verano del hemisferio norte.

De esta forma en los últimos días Aerolínea Principal habría conseguido asegurar al menos el Boeing 737-300 CC-CAL, el cual debería arribar a Santiago en los próximos días y que permitirá al menos cubrir parte de los vuelos contratados para este verano. Pese a la llegada de la aeronave, el futuro para Aerolínea Principal sigue siendo incierto, donde los próximos semanas seran claves para la compañía chartera chilena, cuyo futuro dependerá de las capacidades que posea para reestructurarse y poder cumplir de mejor manera con sus obligaciones contractuadas. Por el momento sólo se habría confirmado la pronta llegada del avión CC-CAL, quedando pendiente como se constituirán las operaciones y lo referente la situación del Boeing 737-400 CC-CBD, que de llegar a incorporarse supondría un alivio para Principal.

Tras la crisis de Futura, Aerolínea Principal habría conseguido que al menos una aeronave regrese a Chile para permitir a Aerolínea Principal cumplir sus obligaciones. Sin embargo el futuro de la empresa sigue siendo incierto. Foto: Alejandro Ruiz.

En las dos temporadas que Aerolínea Principal lleva operando en Chile, la aerolínea logró posicionarse en el difícil mercado charter chileno, gracias a la combinación de operaciones con su socia Futura, que le permitían, entre otras cosas, mantener la operación de sus aviones durante todo el año. En el último verano, Aerolínea Principal fue la líder de los vuelos charter, volando desde Santiago hacia la Patagonia, Brasil y el Caribe, ofreciendo servicios de back up para aerolíneas regulares, Sub Charter y ACMI para empresas, instituciones públicas y privadas, colegios y universidades, además de los tour operadores chilenos como extranjeros. A la fecha la empresa mantiene la habilitación para operar aviones Boeing 737-300, -400 y -800, contando además con todas las autorizaciones respectivas para operar en Chile y en el extranjero.