martes, 7 de enero de 2020

Aeropuerto de Santiago sube 11 puestos a nivel mundial en ranking de puntualidad

Por Ricardo J. Delpiano

SCL overview terminal 2 espigones C y E Sep19 (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
En 2019, el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago registra en 2019 una puntualidad promedio de 84,96% en los vuelos que salen o llegan dentro del estándar definido por la industria aérea, es decir, un margen de 15 minutos respecto al horario informado en el itinerario. El resultado informado por Official Airline Guide (OAG) corresponde a un 91,5% del total de operaciones aéreas y posiciona al principal terminal aéreo de Chile en el sexto lugar a nivel mundial en la categoría grandes aeropuertos, es decir, aquellos que movilizan entre 10 y 20 millones de pasajeros por año.

El resultado alcanzado representa una mejora de 5,3 puntos porcentuales respecto al resultado de 2018 cuando el aeropuerto de Santiago reporta una puntualidad promedio de 79,66% sobre una cobertura de 86,5%. En ese año, el terminal de la capital chilena se ubica en el puesto número 17 de dicha categoría.

A nivel regional, la puntualidad alcanzada en 2019 coloca al aeropuerto de Santiago en el segundo terminal aéreo con mayor cantidad de vuelos a tiempo después de Brasilia que logra una puntualidad de 85,40% (4to. lugar del ranking) y por delante de Lima que pese a sus limitaciones evidentes en infraestructura logra una puntualidad de 83,15% (9vo lugar). En 2018, Santiago se encuentra en el tercer puesto entre los aeropuertos latinoamericanos en la categoría entre 10 y 20 millones de pasajeros después de Brasilia y Sao Paulo (CGH), mientras que el terminal aéreo de la capital peruana no figura en la medición.

El buen resultado conseguido por el aeropuerto de Santiago responde a varios factores. En primer lugar, al excelente desempeño alcanzado por las compañías aéreas que operan en sus instalaciones, seguida de una ampliación de la infraestructura y por una mejor coordinación entre los actores aeronáuticos.

En 2019, las compañías aéreas que operan en el aeropuerto de Santiago registran buenas cifras en puntualidad. Según los reportes de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), los vuelos “a tiempo” en Santiago alcanza al 88,4% promedio para los tres trimestres del año de acuerdo a los últimos datos disponibles. Asimismo, la mayoría de las compañías aéreas tiene una puntualidad constante sobre el 80,0% calificado como “bueno” según estándares de la industria. 

A lo anterior, se debe agregar los resultados alcanzados por LATAM y SKY, líneas aéreas destacadas por su OTP (On-Time Performance) por OAG. En 2019, LATAM tiene una puntualidad promedio de 86,41% ubicándose en el quinto lugar mundial y en el primero en la categoría de “mega-aerolíneas”. Por su parte, SKY reporta un 83,42% de vuelos a tiempo siendo la cuarta compañía en la categoría de líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) global. A nivel Latinoamericano, LATAM y SKY ocupan los segundos y terceros puestos, respectivamente, después de Copa Airlines que con 92,01% está en el primer puesto.

Uno de los inconvenientes operacionales para mejorar la puntualidad en el aeropuerto de Santiago es la saturación del terminal, especialmente con la falta de posiciones de estacionamientos de aeronaves sea de contacto como remotos como consecuencia del crecimiento asimétrico entre infraestructura y transporte aéreo. Con la habilitación de nuevas plataformas, estacionamientos remotos y especialmente, posiciones de contacto con los dos nuevos espigones C y E que forman parte del futuro terminal 2 de pasajeros, el aeropuerto de Santiago está logrando disminuir la presión sobre la infraestructura y asegurar mayor disponibilidad de posiciones para las aeronaves.

Los espigones C y E aportan 10 y 12 posiciones de contacto simples, respectivamente, o cinco y seis si se consideran como simples, es decir una posición para una aeronave de fuselaje ancho con embarque por dos puertas. Actualmente, estos espigones son utilizadas exclusivamente por vuelos internacionales. En total, el aeropuerto de Santiago cuenta 36 posiciones de contactos, número que espera que aumente a medida que se inauguren las nuevas infraestructuras hasta 2021 cuando la obra quede finalizada. A esto se agregan las posiciones remotas que contribuyen a aumentar la capacidad.

Como complemento a las mejoras operacionales de las líneas aéreas y a la ampliación de capacidad, se suma una mejor coordinación de los actores aeronáuticos en la organización diaria de la programación aérea. La coordinación de los servicios era uno de los puntos críticos desde el sector de líneas aéreas hacia el concesionario durante los primeros años, pero en el transcurso de 2019 han dado paso a una relación más armoniosa.

“El trabajo que realizamos como comunidad aeroportuaria es fundamental no sólo para la calidad de servicio sino para que también las aerolíneas que nos honran al trabajar con nosotros puedan otorgar un servicio de excelencia a nuestros pasajeros”, dice Xavier Lortat-Jacob, CEO de Nuevo Pudahuel.

En este último punto, clave es sin duda el mejoramiento de la infraestructura que brinda una mayor holgura para atender el incremento de las operaciones aéreas. Frente a eso cobra importancia la prioridad entregada a la construcción de espigones, salas de embarque y posiciones de estacionamiento de aeronaves, frente a la construcción del edificio procesador central para atender los vuelos que salen o saldrán de la nueva infraestructura. Esto ante las críticas de usuarios por las largas distancias a recorrer, especialmente si se embarca desde los espigones.

En pleno proceso de transformación, la puntualidad alcanzada por el aeropuerto de Santiago le entrega una positiva carta de presentación hacia el futuro considerando el objetivo de reposicionarlo entre los 100 mejores aeropuertos a nivel mundial. Sin embargo, existen todavía desafíos pendientes a atender como por ejemplo la disponibilidad de mayores calles de rodaje y una continua optimización del espacio aéreo para atender la mayor cantidad de aeronaves, aspectos que no son de responsabilidad de la concesión del terminal. Un avance significativo es, por ejemplo, la implementación reciente de aproximaciones paralelas a las pistas 17L/17R facilitando un crecimiento de capacidad.

Según el Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo, el proyecto de crecimiento para el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago no considera una mejora significativa en lo que respecta a calles de rodaje, salidas rápidas, además de los movimientos de aeronaves por la plataforma. “Necesitamos sacar más rendimiento a las pistas y eso no está considerado. Un mejor rendimiento implica necesariamente la construcción de nuevas calles que permitan que las aeronaves estén menos tiempo en pista. Si eso ocurre, los controladores aéreos podremos tener más aviones en operación de aterrizaje, aumentando el flujo y disminuyendo tiempos de espera”, dice Jorge Caro, presidente del gremio en una columna de opinión publicada en septiembre 2019.

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