sábado, 5 de octubre de 2019

GOL descarta un impacto importante en su negocio con la salida de Delta

Por Ricardo J. Delpiano

GOL B737-800 PR-GTH SCL (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
La que fue en su momento la primera línea aérea de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés de la región) es, sin dudas, una de las más afectadas por remezón aerocomercial que provoca el anuncio de Delta de ingresar a la propiedad de LATAM y establecer un futuro acuerdo de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés). Al igual como lo es American Airlines para el caso de LATAM, la nueva alianza representa un importante desafío para GOL que verá la salida de un socio importante no sólo en términos financieros, sino que también estratégicos, con el cual ha cimentado su crecimiento en los últimos años.

Para ingresar en LATAM, Delta anuncia la venta de su participación de 9,0% en la propiedad de GOL de cuya recaudación pretende compensar o recuperar la inversión a realizar en la línea aérea con sede en Santiago. La salida implica también el término de los acuerdos códigos compartidos lo que supondrá cambios importantes para los viajeros, tal como ocurre en la competencia. Se trata de un momento de incertidumbre natural producto de los ajustes que realizarán las líneas aéreas, y por lo mismo, cada una de las partes esperan que sean transiciones relativamente rápidas.

Pese a tener sólo el 9,0%, Delta ha sido clave en la transformación de GOL, especialmente en su evolución como línea aérea en los últimos años que, en términos de servicios y comercialización significó una positiva transición de una LCC a una compañía aérea híbrida, necesaria para intentar homologar –parcialmente- al producto de que la estadounidense dispone. Como resultado, GOL se transforma la principal línea aérea de Brasil en términos de capacidad (medida en ASK), pasajeros transportados, comercialización, calidad de servicio y satisfacción del cliente que, en términos comparativos, pueden superar a los de su rival. La coordinación de vuelos y rutas entre ambas también es fruto de la relación.

El ingreso de Delta en LATAM se interpreta que pese a todos los cambios realizados y el aporte que GOL tiene como líder en el mercado brasilero, esta no es suficiente para incrementar presencia en la región. Mientras que para LATAM la nueva alianza representa una oportunidad financiera y alternativa al fracaso impuesto por Chile al JBA con American, para la línea aérea de Atlanta, es la oportunidad de crecer en Sudamérica, algo que GOL no puede ofrecer a un gran nivel, ya que su potencial está únicamente en Brasil.

GOL descarta que la salida de Delta de su propiedad represente un gran impacto para su negocio. “No se espera que el término de los códigos compartidos y la inversión en nuestras acciones sin derecho a voto sean un significativo impacto financiero”, dicen en la compañía brasilera asegurando que estos sólo aportan el 0,3% del total de los ingresos. “Durante este periodo de transición, GOL trabajará con Delta para asegurar a los clientes una misma experiencia”. Con un crecimiento sólido en sus ingresos de 37,9% para el segundo trimestre 2019, esperan alcanzar satisfactoriamente sus metas para el presente año.

Independiente de la evaluación positiva que realizan, para la industria la posición de GOL entra en una fase incierta ya que también es posible anticipar nuevos movimientos por la nueva alineación de fuerzas que supone el cambio de Delta. Estos pueden venir a mediano plazo de las compañías socias y/o participadas por la línea aérea estadounidense como Air France – KLM o Aeroméxico, otras de las ganadoras en oportunidades en la región a través de LATAM. Si bien los aportes pueden ser menores para la brasilera, su pérdida deja vacíos que en un escenario de cambios y altos costos no debieran ser del todo despreciados.

Desde Brasil, Air France – KLM asegura que mantendrá su asociación GOL por la contribución que esta hace para los pasajeros en conexión. Con vuelos hacia Sao Paulo (GRU), Río de Janeiro (GIG) y Fortaleza desde París (CDG) y Ámsterdam, respectivamente, el holding franco – holandés dice que el 25,0% en Brasil conecta con GOL hacia otros destinos en ese país. Hacia el futuro, cualquier alternativa a la línea aérea brasilera debe ser capaz de asegurar un porcentaje similar o superior.

Actualmente, GOL es controlada en un 53,0% por la familia Constantino, un 37,0% por acciones colocadas en las Bolsas de Comercio, 9,0% por Delta y un 1,0% por Air France – KLM. La venta de participación de la estadounidense puede abrir la oportunidad a los actuales accionistas a incrementar su participación o bien a nuevos inversionistas. En su plan 2020 – 2023, la compañía concentra sus esfuerzos en la reducción de la deuda y gastos, la renovación de la flota (sujeta a la evolución de la situación del programa Boeing 737 MAX) y una optimización de los recursos actuales para disminuir los costos.

En un escenario sin Delta, GOL debiera aprovechar los logros alcanzados en los últimos años en términos de liderazgo, participación de mercado y satisfacción al cliente para competir. Su modelo de negocios híbrido, le abre oportunidades para crecer en rutas medias que son su principal foco de negocios. En esa misma línea, variedad de acuerdos de código compartido con distintas líneas aéreas le permiten continuar su rol alimentador para Aerolíneas Argentinas, Alitalia, Emirates, Qatar Airways, entre otras, más allá de la pérdida de la sociedad con la firma estadounidense, Aeroméxico y Air France – KLM.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pregunta y si a Gol no le afecta la salida de Delta, porque se entusiasman tanto con la entrada de Delta a Latam...sospechoso