Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Ricardo J. Delpiano |
Desde que se transformaron en impuestos que los Estados cobran a través de las líneas aéreas, pero que estas no se benefician, las tasas aeronáuticas representan una limitante significativa al transporte aéreo. Uno de los puntos más controversiales es, por ejemplo, la poca certeza de su reinversión en la industria, ya que habitualmente su recaudación está destinada a las arcas fiscales sin que exista la completa claridad de su correcto uso. Chile no escapa a esa realidad, y por lo mismo, la decisión de disminuir el valor de la tasa de embarque por parte del Gobierno representa un positivo punto de inflexión.
Recientemente, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) valora la decisión del Gobierno de Chile de disminuir la tasa de embarque doméstica e internacional. De acuerdo al organismo gremial de las líneas aéreas, la decisión estratégica tomada por la administración de Sebastián Piñera ha permitido impulsar nuevas rutas desde su implementación hasta el mes de junio. “Un crecimiento acumulado del 17,5% en el tráfico doméstico, comparado con el período septiembre 2017 – junio 2018”, comentan agregando que estas medidas de reducción de tasas e impuestos tienen un “impacto altamente positivo en el desarrollo de la industria, el número de pasajeros y vuelos, así como el desarrollo de negocios afines al sector de viajes y turismo”.
El Gobierno de Chile planificó una reducción gradual de los derechos de embarque que pagan los pasajeros en un periodo de tres años. Sin embargo, por razones políticas este proceso se reduce a sólo un año lo que permite adelantar los beneficios para los usuarios, la aviación y el país. Lo anterior, demuestra que cuando existe voluntad política es posible realizar grandes avances. Alrededor de 6.100 pasajeros adicionales se están moviendo por los aeropuertos y aeródromos chilenos, de acuerdo con ALTA, es uno de los mercados con mayor crecimiento doméstico en 2019 a nivel global.
Lo anterior, puede ser comprobado con las estadísticas que mensualmente informa el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) a través de la Junta Aeronáutica Civil (JAC). En las cifras oficiales, es posible apreciar la contribución que hacen las líneas aéreas por movilizar y conectar a más pasajeros en el país. Si bien las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) impulsan el crecimiento, todos los operadores se benefician.
“No tengo duda de que seguiremos viendo un desarrollo impresionante en el mercado aerocomercial chileno. Estas medidas son sumamente positivas, aumentan directamente el acceso al transporte aéreo y permiten a más personas la oportunidad de volar. Esto a su vez, contribuye directa e indirectamente con el desarrollo económico y social del país a través del efecto catalizador de la aviación, permitiendo el crecimiento del turismo, la infraestructura, la creación de empleos y más oportunidades”, comenta Luis Felipe de Oliveira, CEO de ALTA.
Con el auge de nuevos modelos de negocios que utilizan la estimulación de la demanda a través del precio, la demanda en la aviación es altamente sensible a las variaciones, especialmente cuando el pasajero viaja por motivos familiares o de placer (pasajero V.F.R.) “El turista cuenta con múltiples opciones de destino para elegir y la decisión se basa en buena medida en la variable precio”, sentencian desde ALTA.
Junto con el caso chileno, la Asociación también destaca los esfuerzos de Colombia por la reducción de las tasas aeroportuarias. En 2015, el aeropuerto de Cartagena reduce de US$92 a US$38 la tasa de embarque internacional. La medida favorece a un aumento en el tráfico aéreo de pasajeros, subiendo en 30% en 2015, 21,0% en 2016, 20,0% en 2017, 41,0% en 2018 y en la primera mitad de este año, un 11,0%, además de que cinco aerolíneas consiguen iniciar operaciones y se inauguran tres nuevas rutas (Ámsterdam, Atlanta y Lima) por la mayor demanda. “El aeropuerto de Cartagena duplicó su tráfico internacional en un período de 3 años y mejoró la conectividad de la ciudad”.
Hacia el futuro, ALTA indica que es necesario continuar trabajando en conjunto (Gobiernos, incluidos) para identificar oportunidades de optimizar los costos, cuyos esfuerzos brinden mayores oportunidades a los usuarios. La aviación cifra que por cada empleo que genera la aviación cuatro empleos adicionales son generados en otras industrias.
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