Aeropuerto de Santiago sufre nueva falla en cinta de equipaje y líneas aéreas instan a autoridades entregar resultados

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo J. Delpiano

Una situación compleja se vivió a partir de las 10:00 de la mañana del jueves 03 de enero, cuando a través de las redes sociales se conocía una nueva falla en la cinta transportadora de equipajes del aeropuerto de Santiago, afectando la normalidad de los procesos de embarque de los pasajeros. Como resultado, el transporte de maletas debió realizarse en forma manual y si bien no generó afecciones significativas, produjo la molestia de las compañías aéreas.

Desde Nuevo Pudahuel, sociedad concesionaria que administra y construye el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, explican que el sistema transportador de equipaje a las 02:00 horas debido a una filtración de agua en la unión de dos cañerías del sistema contra incendios la que fue reparada. “El agua afectó a uno de los ocho carruseles transportadores, sin embargo, las siete cintas restantes siguieron operando normalidad”.

No obstante, la contingencia deriva en las horas de la mañana con el embarque de los vuelos del mediodía producto del aumento de la carga de trabajo que con la falla reportada retrasa el movimiento de equipaje al sistema.

“A las 10:30 horas el aeropuerto experimentó un aumento en el flujo de pasajeros, y esto, sumado a la falla reportada, resultó en la demora de la inyección del equipaje al sistema. Nuevo Pudahuel activó medidas de contingencia, transportando de forma manual las maletas a los demás carruseles operativos para luego ser procesadas de forma regular”, declara la concesionaria. Agregan que “esta situación sólo afectó vuelos nacionales de las compañías LATAM y SKY Airline, sin verse afectados vuelos de los demás operadores domésticos. Sin embargo, ninguno de los vuelos de estas aerolíneas ha sido cancelado ni retrasado”.

En efecto, sitios de monitoreo externo de vuelos, así como la página de Nuevo Pudahuel no reportaron retrasos significativos en las operaciones. Sitios como Flightstats, por ejemplo, indicaron demoras para el aeropuerto de Santiago de “Muy bajas” y “en descenso” en el resto del día.

Sin embargo, la situación nuevamente produce la molestia de las líneas aéreas que, a través de su gremio, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (ACHILA), demandan a las autoridades soluciones definitivas por el daño que causan al pasajero y a las compañías por problemas que no les corresponde atender.

“Las líneas aéreas son meras usuarias de la cinta transportadora de equipaje, y víctimas directas de sus fallas de funcionamiento, por lo que cualquier imputación de responsabilidad a las compañías aéreas sobre estos hechos la rechazamos categóricamente”, sentencia ACHILA en una declaración. Puntualizan que este tipo de paralizaciones “es ya una constante del aeropuerto de Santiago, sobre todo en días de alta demanda, y se traduce en que decenas, y hasta cientos de equipajes de pasajeros, de todas las líneas aéreas, no alcanzan a ser embarcados, y permanecen en tierra mientras las aeronaves y sus pasajeros emprenden vuelo, con todas las consecuencias que esto conlleva”.

La molestia principal guarda relación con los costos que las aerolíneas deben incurrir para reubicar el equipaje en otro vuelo y redestinarlo, sin considerar también indemnizaciones que se deben realizar al pasajero cuando una maleta no llega a destino o esta llega tarde. Por lo mismo, expresan que “es un involuntario e inimputable incumplimiento contractual”.

La cinta transportadora de equipaje es un servicio fundamental en cualquier aeropuerto. Su mal funcionamiento afecta la cadena de valor de los procesos, dañando la percepción de la calidad que el usuario tiene del servicio tanto del terminal aéreo como de la compañía aérea. Como esta última es la encargada de brindar el transporte, es a la que el pasajero afectado se dirige a aceptar las compensaciones que correspondan. Como resultado de las demoras que se puedan producir en el embarque de las maletas a los aviones, se pueden propiciar demoras en los despegues generando congestiones innecesarias que afectan la normalidad de los itinerarios más allá de los tramos iniciales.

La falla de la cinta de equipaje en el aeropuerto de Santiago deriva de la concesión anterior a cargo de SCL Terminal Aéreo S.A. pero se ha visto afectada durante la gestión de Nuevo Pudahuel coincidiendo con el crecimiento significativo del tráfico de pasajeros por el aumento de la carga sobre el sistema. Desde ACHILA indican que se ha llegado a niveles críticos. Por lo mismo, instan la publicación de una auditoría realizada sobre este tema por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para conocer las causas del problema y tomar las medidas correspondientes.

“El Ministerio de Obras Púbicas, en conjunto con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), llevaron a cabo una auditoría para así tener un diagnóstico de las fallas en la cinta transportadora de equipaje, que permitiera conocer sus causas y adoptar las medidas que fueran de rigor para superarlas y que el sistema operara de manera óptima. Esta estuvo lista durante el primer semestre de 2018, pero sus resultados se han mantenido en reserva... Como Asociación de Líneas Aéreas solicitamos, vía Ley de Transparencia, conocer al menos las conclusiones de la investigación, lo que nos fue denegado, so pretexto que ello podía afectar la seguridad nacional, ante lo cual presentamos un recurso ante el Consejo para la Transparencia, aún en trámite”, puntualizan.

Las líneas aéreas esperan que las autoridades responsables agoten las medidas para efectuar las soluciones necesarias para terminar con las fallas, las que califican de “impropias de un aeropuerto del tamaño e importancia como el de Santiago”.

Considerando que el terminal actual continuará recibiendo la mayor presión hasta fines de 2020 cuando esté finalizado el nuevo complejo, la falla de la cinta transportadora debiera ser uno de los puntos a trabajar en forma inmediata, tomando en cuenta de la importancia que tiene en el aeropuerto y que se trata de una situación arrastrada por más de tres años. Lo anterior, también puede ser considerado como una consecuencia directa del crecimiento asimétrico que existe entre desarrollo de la aviación y transporte aéreo, así como en las respuestas tardías desde el Estado, principal mandante.