KLM anticipa el primer ajuste de capacidad en rutas Chile – Europa para 2019

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Boeing 

Como resultado de una combinación de factores operacionales y coyunturales, KLM se apresta a realizar el primer ajuste de la oferta para 2019 entre las líneas aéreas que operan entre Europa y Chile. A partir del mes mayo, la línea aérea holandesa reduciría la cantidad de asientos ofrecidos en la ruta Ámsterdam – Buenos Aires (EZE) – Santiago, como resultado de un cambio de aeronave y la eliminación de una las siete frecuencias semanales que actualmente opera.

Según consta en los itinerarios del sitio web de la compañía, así como en la información cargada en los sistemas de distribución (GDS), a partir del 05 de mayo, KLM comienza a operar con aviones Boeing 787-9 en lugar del B777-300ER que utiliza actualmente. Del mismo modo, el vuelo diario se reduce a seis frecuencias semanales. Inicialmente, el B787-9 está previsto operar en tres de los seis vuelos programados cada semana, mientras que el B777-300ER, se mantiene asignado a los días restantes hasta al 03 de junio, cuando el B787-9 quede asignado como aeronave permanente en la ruta hacia/desde Santiago. De acuerdo con Airline Routes, el cambio se extendería hasta octubre, mes en el cual habitualmente las líneas aéreas publican los itinerarios correspondientes para el cambio de temporada.

Se trata del primer ajuste a la baja que KLM realiza en la ruta a Santiago y marca un punto de inflexión, respecto al crecimiento que venía registrando año tras año desde su regreso a los mercados de Argentina y Chile, en este último ocurrido en febrero de 2014. Factores internos atribuidos a ajustes operacionales de la compañía, así como a aspectos coyunturales de los mercados en los dos países, pueden explicar la decisión.

Desde un ámbito operacional, la desprogramación de aviones Boeing 747-400 de la flota puede estar exigiendo una mayor utilización de equipos B777-300ER para otras rutas de mayor demanda, que por su capacidad de pasaje y bodega es la aeronave más adecuada para efectuar un adecuado reemplazo. A lo anterior, se agrega la mayor disposición de equipos B787 con los cuales la aerolínea holandesa busca cimentar su operación de larga distancia en los próximos años.

Los B787-9 comenzaron a ser introducidos por KLM a fines de 2015 y si bien en un comienzo estaban destinados a incrementar capacidad, actualmente comienzan a desempeñar un rol distinto de acuerdo con las necesidades de renovación de la flota. Con una configuración de 294 asientos, es adecuado para reemplazar a equipos como los B777-200ER y algunos A330-300, permitiendo al mismo tiempo, atender ciertas rutas con mayor eficiencia. Por la combinación de capacidad y alcance, el avión se perfila como “ideal” para una ruta como Buenos Aires (EZE) y Santiago. Actualmente, KLM dispone de 13 B787-9 en operación y espera continuar sumando equipos adicionales, incluyendo los B787-10 previsto a partir de 2020.

Pero los ajustes en capacidad también pueden responder a contextos externos en Argentina y Chile. En el primero, marca el escenario macroeconómico que se ha impuesto con los últimos ajustes gubernamentales que han impactan a la industria y están obligando a distintas líneas aéreas a ajustar sus planes, ya sea en términos de capacidad o bien en la generación de eficiencias para mantener las operaciones en forma óptima.

En el caso chileno, representa el primer ajuste de capacidad a la baja en las rutas con Europa, tramos que hasta ahora venían experimentando un alza significativa con la llegada nuevas líneas aéreas como Alitalia, British Airways y desde marzo, Level. A estas se agregan, los incrementos de capacidad realizados por LATAM (en vuelos sin escalas y conexiones), Iberia y también por las propias Air France y KLM, esta última que en un periodo de tres años ha conseguido más que duplicar su oferta. Considerando las operaciones independientes de cada línea aérea, KLM es la primera en reducir frecuencias por lo que podría anticipar ajustes en las rutas europeas tomando en cuenta la capacidad existente, posible llegada de otras líneas aéreas desde ese continente y también la capacidad que se está ofreciendo a través de distintos hubs de las líneas aéreas que llegan a Santiago.

Como resultado de los ajustes, la capacidad semanal ofrecida por KLM en la ruta Ámsterdam – Buenos Aires (EZE) – Santiago a partir de la segunda mitad del año pasará de los 5.712 asientos a 3.528 en ambos tramos y combinados para las capitales de Argentina y Chile. Considerando la operación conjunta con Air France, será esta la que continúe realizando el mayor aporte entre Chile y Europa. Hasta el mes de noviembre, la firma holandesa ha transportado a 128.791 pasajeros según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) lo que representa un crecimiento de 25,6% en comparación con el mismo periodo del año 2017.