Aeropuerto de Santiago espera mayor fluidez en llegadas internacionales tras cambios en las revisiones de equipajes y pasajeros

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo J. Delpiano

Con el mitigar la saturación de la infraestructura y solucionar problemas históricos en algunos procesos esenciales del viaje que generan “cuellos de botella” al interior de los terminales, el aeropuerto de Santiago implementa un nuevo sistema de revisión de pasajeros y equipajes en las llegadas internacionales que no descuida la fiscalización del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ni de Aduanas.

Tras una marcha blanca, ahora los pasajeros que lleguen en vuelos internacionales tienen la opción de elegir dos filas para su revisión: una de color rojo dedicada a aquellos viajeros con productos a declarar y otra de color verde designada para el resto de los viajeros. Si el pasajero que no declara no es designado ni por algunos de los perros de la brigada canina ni por algún funcionario, podrá salir rápidamente. En caso contrario, será sometido al escaneo tradicional del equipaje. Adicionalmente, los funcionarios podrán solicitar aleatoriamente revisiones en el caso que lo estimen conveniente.

A las dos líneas anteriores, se habilita una tercera fila preferencial (color azul) para pasajeros con movilidades reducidas o discapacidad, mujeres embarazadas y personas de tercera edad. Desde el aeropuerto, indican que este segmento de viajeros siempre tendrá asignada la máquina número 1 que está ubicada tras un ingreso preferencial cercano a las primeras cintas de retiro de equipaje.

En todas las filas de revisión, se contará con el apoyo de la brigada canina del SAG cuyo trabajo es fundamental para detectar pasajeros o equipaje sospechoso. La especialización y dotes naturales de los perros aseguran que el control sea minucioso por lo que su presencia representa una ayuda fundamental en el proceso.

El objetivo es separar los flujos de manera de destinar los recursos disponibles de manera más eficiente sin descuidar la función esencial que es el control. De esta manera, aeropuerto como autoridades esperan mayor fluidez en las llegadas internacionales disminuyendo la presión existente hacia la infraestructura como a la dotación.

La medida ha sido bien recibida por los pasajeros que por años venían solicitando mejoras tras experimentar tradicionales “cuellos de botellas” con largas esperas, ya sea por la falta de habilitación completa de los puestos de revisión o por el incremento natural del flujo de pasajeros. La demanda fue recogida por el concesionario que administra, amplía y construye los terminales del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago y también por la mesa técnica establecida por el Gobierno de Sebastián Piñera y que lidera el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

El subsecretario de MOP, Lucas Palacios, que esta es una de las medidas para enfrentar el periodo de Fiestas Patrias (a pesar de que tienen un carácter permanente). A estas se agregan el aumento en la dotación de 809 a 920 funcionarios que van permitir agilizar los trámites de viaje; buses adicionales para el traslado de pasajeros a los aviones; el mejoramiento del acceso al terminal y el reforzamiento de los buses de acercamiento desde los estacionamientos vehiculares.

“Estas son las medidas que aplicaremos y lo más importante el llamado a planificar el viaje y llegar con anticipación, para vuelos internacionales, ojalá que las personas lleguen con 3 horas de anticipación y para vuelos nacionales con dos horas de anticipación, eso también facilita los procesos nos permite evitar congestión, nos permite distribuir de mejor manera todos los flujos adentro del aeropuerto y así poder tener un aeropuerto que funciones en forma lo más eficiente posible”, agrega.

Si bien se trata de una medida específica, el aeropuerto de Santiago debiese esperar que el flujo en la llegada sea significativamente más rápido en comparación a lo que venía registrando. Sin embargo, para que esa promesa sea una realidad permanente es necesario que todos los actores, especialmente públicos que desempeñan las funciones en los procesos claves como son el control migratorio, proceso de revisión de equipajes y de pasajeros, realicen su trabajo con una dotación adecuada suficiente para atender los vuelos. Una situación que pese a los esfuerzos de autoridades y aeropuerto todavía no se cumple en su totalidad, lo que genera oportunidades de mejora sobre las cuales es necesario seguir trabajando.

Al respecto, el Subsecretario de Hacienda, Francisco Moreno, releva la importancia de la coordinación entre los actores públicos y privados para lograr un mejor funcionamiento del principal terminal aéreo de nuestro país. “Una de las principales medidas que hemos tomado con el Servicio Nacional de Aduanas y el SAG, es la segmentación en las filas de los pasajeros que declaran y de los que no. Con esto esperamos mejorar la celeridad del tránsito, facilitando el flujo, pero sin descuidar la fiscalización, es por ello que también se ha reforzado la brigada canina, encargada de inspeccionar a cada uno de los pasajeros que ingresen al país”.

En línea con lo anterior, desde el ámbito público las mejoras en los procesos están más relacionadas por la falta de una cuota de responsabilidad política-funcionaria que por temas directamente relacionados por la infraestructura o equipamiento, tema pendiente en la administración pública y en las promesas de los distintos Gobiernos por una efectiva modernización del Estado. Por ejemplo, tras conocerse los cambios algunos gremios asociados a los procesos de revisiones ya han manifestado ciertas aprensiones. Paralelamente, desde el sector privado se demanda colaboración como por ejemplo en la entrega de formularios a los viajeros a bordo y el llenado que los pasajeros deben realizar antes de desembarcar.