LATAM disminuye proyecciones para el resto del año y reduce compromisos de flota

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Airbus

Afectada por situaciones externas e internas adversas, LATAM registra en el segundo trimestre del año una pérdida de US$114 millones con un resultado operacional de US$6,5 millones y un margen de 0,3%, 1,8 porcentuales menores que el mismo periodo anterior. Los resultados llegan después de tener trimestres anteriores de ganancias pero fuertemente condicionados en un entorno competitivo desafiante.

Entre los factores externos que intervienen en el segundo trimestre 2018 destacan las depreciaciones del real brasileño, huelga de camioneros en Brasil y escenario adverso en ese país, además de la situación económica en Argentina. A nivel interno, están la menor disponibilidad de la flota Boeing 787 por la mantención preventiva de los motores Rolls Royce Trent 1000 Package C y la huelga de tripulantes de cabina en Chile.

“Las huelgas de tripulantes de cabina en Chile y la huelga nacional de camioneros en Brasil afectaron los resultados del segundo trimestre en US$38 millones, representando un impacto de 1,6 puntos porcentuales en el margen operacional del trimestre. Ya en el umbral del segundo semestre del año, estamos felices de anunciar que hemos concluido de manera exitosa las negociaciones con los sindicatos de pilotos de LATAM Cargo y los de tripulantes de cabina de LATAM Airlines Perú y LATAM Airlines Chile”, explican desde la empresa al dar a conocer sus resultados financieros.

Durante el segundo trimestre, los ingresos totales subieron 3,7% en el periodo interanual a US$2.357 millones, que se explica por el aumento de 3,6% del ingreso por pasajero, aumento de 4,6% en la capacidad (ASK) y un descenso de 1,0% en los ingresos por pasajeros por asiento disponible-kilómetro (RASK), especialmente en rutas desde Brasil hacia los Estados Unidos. Esta situación la compañía la contrasta con las rutas internacionales desde países de habla hispana que se “mantuvieron saludables”. LATAM destaca además, que los ingresos de carga siguen en recuperación creciendo un 16,8% impulsados por importaciones y exportaciones de la región.

En cuanto a costos, estos aumentaron 5,6% en comparación con el mismo periodo de 2017 a US$2.351 millones, debido principalmente al incremento de 34,3% en los gastos de combustible. Excluyendo los gastos de combustible, los costos operacionales cayeron un 2,9% interanual en el segundo trimestre. La mayor línea aérea de Latinoamérica señala que la “eficiencia de costos permanece entre las principales prioridades” y es por eso que “sigue trabajando en el continuo desarrollo de sus iniciativas de costes”. En esa línea, anuncia que externalizará sus operaciones de servicio de handling en Sao Paulo (GRU) y Río de Janeiro (GIG), decisión que sigue la directriz ya iniciada por la empresa en otros mercados y que asegura “es una tendencia mundial”.

Por el impacto de las huelgas en Brasil y en Chile, el incremento del precio de combustible y la depreciación de los tipos de cambio, LATAM ajusta a la baja su perspectiva de margen operacional a un rango entre 6,5% y 8,0%, en comparación a la proyección anterior de 7,5% a 9,5%. Para el ASK consolidado espera un crecimiento de entre 4,0% y 6,0% para todo el año 2018. En rutas internacionales, el ASK tiene fijado un crecimiento de 5,0% y 7,0%, mientras que en los tramos internos en Brasil se espera un aumento de 2,0% a 4,0% y de 4,0% a 6,0%, en rutas domésticas de países de habla hispana, crecimiento menor determinado por los efectos de la huelga en Chile.

En lo que concierne a flota, LATAM recibe durante el segundo trimestre un Airbus A350-900 y devuelve un A320, además de incorporar tres A330-200 y un B747-400 en régimen ACMI (o wet lease) a Wamos Air para compensar la desprogramación de B787 por el mantenimiento preventivo de sus motores. Actualmente, el B747-400 ya no presta servicios en la línea aérea.

Con un escenario ajustado a la baja, la compañía indica una reducción de los compromisos de flota en US$207 millones para responder a la demanda y atrasos en las entrega por el fabricante. En términos prácticos, dos A320neo y dos A321neo previstos no serán entregados este año y se extendió el contrato de subarriendo con Qatar Airways por dos A350-900 que inicialmente iban a ser devueltos este año. Sin embargo, la compañía recibirá un avión adicional de este modelo y sacará del servicio a un B767-300ER para transformarlo a carguero (-300SF). Como resultado, la flota de LATAM para este año finalizará en 312 aviones en servicio.

Para 2019, se espera recibir 16 nuevos aviones, incluyendo tres aeronaves postergadas de 2018 a 2019 y devolver otras ocho. Además, espera convertir dos Boeing 767-300ER en cargueros (de los cuales recibirá uno en 2020), terminando así el año 2019 con 320 aparatos activos. Entre las novedades para el próximo año, están la llegada de los primeros A321neo, el incremento de la flota A350-900 y B787-9 (dos unidades) que permitirán compensar la salida de los B767-300ER y de un B777-300ER en el negocio de pasajeros.