JetSMART cumple un año de operaciones con un efecto disruptivo en el mercado chileno y una inicial expansión internacional

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Luis Colima

“Un antes y después en la aviación chilena” es el resumen que hacen en JetSMART al calificar su primer año de operaciones. Con un crecimiento sin precedentes en cuanto a capacidad y una alta acción comercial, propia de su modelo de negocios, la compañía dice que ha sido un periodo positivo en el cual cumple junto con comenzar sus vuelos cumple con la promesa efectuada: contribuir a la productividad y descentralización en el país. A un año de iniciar su primer vuelo, enfrenta la tarea de consolidar su crecimiento y para ello pone foco al mercado internacional como ayuda.

Desde la perspectiva de la primera línea aérea de bajo costo y tarifas bajas (ULCC) de Chile, la reducción de precios en un 35,0% nunca antes habían impulsado tanto a la competencia. En su aporte en el primer año, destacan el crecimiento récord en el tráfico de pasajeros nacionales, con las 1.200.000 personas transportadas, la operación a 13 destinos y el desarrollo de 10 rutas interregionales sin pasar por Santiago.

“Hemos contribuido a una verdadera revolución en la industria, donde los precios son 30% más baratos y el mercado ha crecido más que en los cuatro años anteriores juntos. Cumplimos la promesa que se puede volar en un avión nuevo, seguro, confiable y a tiempo por pocas lucas. Chile avanza hacia la aviación del siglo XXI, donde la aviación ultra-eficiente es el motor de la industria, la conectividad y el turismo”, reflexiona Estuardo Ortiz, CEO de JetSMART.

JetSMART puede considerarse como uno de los aportes más relevantes para la industria aérea chilena en el último tiempo. Su llegada contribuye a profundizar el dinamismo del mercado iniciado en 2016 por SKY –cuando comienza a transformarse en LCC-, al generar una competencia sana y a la vez interesante con distintos modelos de negocios en lugar de una guerra tarifaria predatoria. Por lo mismo y a diferencia de otras épocas, el efecto mencionado puede ser interpretado como una evolución de la industria aérea chilena en la que proyectos entusiastas parecieran desaparecer para dar paso a modelos de negocios sólidos con foco en la sostenibilidad.

Desde que se conoce su ingreso a Chile como una ULCC con el respaldo de uno de los fondos de inversión aeronáuticos más importantes en el mundo, se anticipa que el aterrizaje de JetSMART iba a tener un fuerte impacto. Si bien las estimaciones iniciales consideraban que SKY sería la más perjudicada por ser más pequeña e independiente, finalmente pareciera ser LATAM la que recibe el mayor impacto por sus reacciones en términos comerciales, en la forma como presenta sus productos y servicios a sus clientes y el descenso de alrededor 10 puntos porcentuales en el mercado doméstico chileno.

A nivel de industria, la poca reacción de SKY se entiende por una confianza que existe respecto al proceso de transformación realizado minucioso, además de tener un plan definido a largo plazo en el que complementa un aprendizaje del mercado local con una necesaria expansión internacional. Por su parte, la respuesta más drástica de LATAM está determinada por la búsqueda de una rápida recuperación financiera de la empresa, derivadas de la fusión y de la crisis en Brasil, además del surgimiento de una competencia en distintos frentes que le crean múltiples presiones a las cuales debe responder.

JetSMART asegura que con su ingreso al mercado no viene a quitar pasajeros al resto de los operadores sino que viene a atender otros segmentos que estaban quedando fuera de la revolución aérea chilena. “Nuestro enfoque es llegar a personas que no han volado, a un nuevo mercado. Todos nuestros clientes son pasajeros incrementales versus el año anterior; la competencia también se ha beneficiado llevando más pasajeros”, puntualiza Ortiz. Si bien eso no es posible asegurar por la preferencia que pueden tener los consumidores, cifras de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) muestran que los operadores principales consiguen aumentos en el número de pasajeros transportados: LATAM sube 3,6% y SKY un 7,7% en los últimos seis meses que es cuando hay una competencia más homogénea a nivel nacional más allá de las variaciones de participación y salida de dos operadores (no asociados al caso JetSMART ni de otra compañía).

Foto: Ricardo J. Delpiano

Dos razones explican el crecimiento y posicionamiento de JetSMART: el rápido crecimiento de la oferta y las acciones comerciales emprendidas necesarias para atender ese aumento como parte de una permanente estimulación de la demanda a través del precio, propios de ese modelo de negocio. El aumento de la oferta se manifiesta por una incorporación rápida de aviones en un periodo corto de tiempo (cinco en los primeros seis meses de operación), la configuración de alta densidad de estos (186 pasajeros, la mayor entre todos los Airbus A320 en servicio en Chile) que hace que se ofrezca una alta cantidad de asientos por vuelo y el lanzamiento de una red extensa como parte de las búsquedas eficiencias del modelo. Según la JAC, la compañía alcanza a junio una participación de 12,7%, el más alto obtenido por una línea aérea en su primer año.

En ese contexto, se entiende por ejemplo, la operación de las llamadas rutas interregionales que históricamente no han conseguido prosperar en Chile por las condiciones geopolíticas, económicas y demográficas del país, con una alta centralización en torno a Santiago. Si bien JetSMART tiene el 50% de operaciones en ese tipo de rutas y asegura transportar más de 230.000, su operación pareciera no cambiar significativamente el panorama país anterior a su llegada. Ningún tramo que opera tiene una relevancia en comparación a sus rutas troncales e incluso, la aerolínea se ha visto forzada a cancelar algunos.

De acuerdo con datos oficiales, el tramo interregional más transitado es Puerto Montt – Punta Arenas con 13.484 pasajeros por mes (junio 2018), uno de los históricos que se han mantenido por las condiciones geográficas. De los nuevos, el que mayor tráfico de pasajeros que posee es Antofagasta – Concepción con apenas 9.440 pasajeros, que es también donde JetSMART mueve más pasajeros en ese tipo de rutas (5.016 personas en junio).  De todas las rutas que opera la ULCC chilena, las primeras nueve con más pasajeros corresponden a tramos troncales desde Santiago y la ruta interregional anteriormente mencionada es la décima de todas las operaciones que realiza.

Independiente de los resultados, los beneficios derivados de la actividad aérea hacen que las operaciones que no pasan por la capital tengan un aporte al país en términos de productividad y turismo que antes no existían aunque no sean significativos. Si JetSMART consigue mantenerlas y compensar el desafío inmediato mediante un crecimiento de la red, estas pueden ser calificadas como una apuesta al futuro e incentivo inicial para una pendiente descentralización prometida.

Los cambios en la competencia, especialmente en operadores tradicionales, junto a la operación interregional son considerados como algunos de los factores disruptivos de la entrada de JetSMART en el mercado aéreo chileno.

Pero más allá del ámbito comercial, la incursión de la ULCC también ha tenido un impacto en temas más políticos colocando temas en la discusión pública al sumarse al resto de la industria aérea nacional en solicitar a la autoridad la revisión de los altos valores de las tasas embarque en comparación al precio de los pasajes y en la importancia de invertir, mejorar y adecuar la infraestructura aeroportuaria a un modelo de bajo costo favorable para incentivar los viajes. En la propuesta de JetSMART destaca por ejemplo, la posibilidad de operar vuelos desde Viña del Mar o Pucón, entre otros.

Foco en la expansión internacional y nuevos aviones

Por su desarrollo económico y estabilidad institucional, Indigo Partners LLC confió en Chile para establecer su nueva línea aérea ULCC que complemente el trabajo global que realiza a través de Frontier (Estados Unidos), Wizz Air (Europa) y Volaris (México y Centroamérica). Sin embargo, esto debe ser entendido como la valoración de condiciones para el establecimiento de una base desde la cual se emprenda y lidere un proyecto de carácter regional.

Por las características del mercado chileno, se interpreta que JetSMART busca atender rápidamente los mercados internacionales y así aprovechar las oportunidades que existen en términos de conectividad con Chile y entre los países de América Latina. Los vacíos en conectividad entre ciudades secundarias y el auge de la clase media de la región son factores que permiten visualizar alternativas. Actualmente, la ULCC opera sólo la ruta Santiago – Lima, pero para fines de año se espera el lanzamiento de la posible ruta a Buenos Aires (EPA), para luego un aterrizaje directo en el mercado doméstico de Argentina.

La adquisición de Alas del Sur, hoy JetSMART Airlines S.A., es la muestra de que a un año de iniciar operaciones, hay un interés por poner potencia a su despegue internacional. Si bien Argentina ha dado progresos significativos en la generación de mejores condiciones para la industria aérea, todavía tiene desafíos especialmente para el mercado LCC. Sin embargo, su mayor descentralización demográfica y económica, mayor actividad turística representan opciones para complementar la expansión chilena.

Foto: Ricardo J. Delpiano

La ahora JetSMART Airlines S.A. posee permisos para operar 21 rutas hacia 36 destinos domésticos y 13 internacionales. En los vuelos internos tiene la facultad de omitir o alterar escalas, a excepción de 12 rutas en las que debe operar vía la ciudad de Córdoba. Los permisos ya le brindan la opción de crear una red importante tanto doméstica como internacional. Con base en el Ministerio de Transportes del país trasandino, el sitio Aviacionline.com afirma que JetSMART basaría cinco aparatos en Argentina en el transcurso de 2019.

Mientras eso llega, los planes en Chile consideran duplicar la actual flota de cinco A320 para enero de 2019. Desde la compañía aseguran que esa inversión permitirá mantener su rápido crecimiento en la aviación de Chile, lo que incluye posibles aumentos de frecuencias a los destinos donde ya operan, además de sumar a Arica y Balmaceda como nuevas ciudades. La proyección a mediado plazo es llegar a 100 aviones hacia 2026, para lo cual considera una orden por 76 aparatos que forman parte del pedido de Indigo Partners por 430 aviones Airbus nuevos.