sábado, 2 de junio de 2018

Italia investiga posibles responsabilidades de la gestión de Etihad Airways en la quiebra de Alitalia

Por Ricardo J. Delpiano

Alitalia B777-200ER landing SCL (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
En medio de la administración extraordinaria que controla la empresa, Alitalia enfrenta un nuevo y complicado proceso. Se trata de una investigación que la fiscalía de Civitavecchia abre por una supuesta quiebra fraudulenta y que tiene a tres de los administradores de la gestión de Etihad Airways bajo sospecha.

La investigación surge por la promesa incumplida que la línea aérea de Abu Dhabi hizo en su momento para rescatar a la compañía italiana, la que no llega a concretarse en ningún momento sino por el contrario coloca a la firma en una situación al borde de su desaparición (hoy evitada sólo por la intervención temporal estatal). El plan de recuperación consistía en rescatar en tres años a Alitalia: en 2015 se pagarían las deudas y se generarían nuevos productos para dar valor a la empresa que permitirían en 2016, avanzar a la reducción de las pérdidas y la búsqueda del equilibrio, para funcionar desde 2017 con números azules.

El plan era ambicioso por las variables involucradas y la situación de la empresa, pero en cierta forma generaba una tímida certeza por el potencial económico involucrado desde el emirato. Pero ni los dineros frescos ni los cambios de imagen y nuevos productos introducidos fueron suficientes para reducir las pérdidas y menos alcanzar la rentabilidad. Una revisión del plan original por parte del ex CEO de Etihad, James Hogan, indicó en su momento que recién hacia 2019 se podía aspirar a ello, meta que tampoco se puede cumplir.

La fiscalía de Civitavecchia sospecha de los tres gerentes que desde 2015 estuvieron al frente de la compañía hasta la llegada de la administración extraordinaria el 2 de mayo de 2017, siendo estos: Luca di Montezemolo, presidente de Alitalia SAI, Silvano Cassano y Cramer Ball, los dos CEOs de la administración bajo Etihad. Según el diario La Stampa de Italia, los tres habían tenido una responsabilidad en la hipótesis de quiebra fraudulento y los investigadores habrían reconocido una serie de anomalías en los documentos auditados.

En distintos medios de prensa se menciona también a Hogan por las relaciones y directrices establecidas desde Abu Dhabi para Roma, a pesar de no estar incluido en la investigación. El directivo ya no forma parte de Etihad desde mediados de 2017, luego que los emires solicitaran su renuncia tras el fracaso del plan de inversiones de la línea aérea y las pérdidas ocasionadas, entre las que están la de la ya desaparecida Air Berlin y la propia Alitalia. Actualmente, la línea aérea de Abu Dhabi está en un proceso de ajuste para revertir las pérdidas y revaluar su plan de negocios, para lo cual considera reducción de rutas y capacidad.

Según cita la agencia ANSA (30/05/2018), la investigación se abre inmediatamente luego de que Alitalia se declare insolvente por pérdidas por €408 millones de euros en 2015. Pero el diario “Il sole 24 ore” (30/05/2018), agrega que los datos de 2016 “no se informan ni han sido preparados por los directores anteriores ni los actuales”.

Actualmente, la administración actual está cargo de los comisarios Luigi Gubitosi, ex director de la televisión pública RAI, Enrico Laghi, ex administrador de la siderúrgica ILVA y Stefano Paleari, un especialista en transporte aéreo. El pasado 17 de mayo, Laghi afirma ante el Senado que “la responsabilidad de redactar los estados financieros de 2016  recayó en los directores anteriores, no en los comisarios”, según indica “Il sole 24 ore”.

Alitalia continúa en operación por los préstamos que el Estado italiano ha concedido, pero continúa en pérdidas por lo que su situación sigue siendo delicada. Si bien la administración extraordinaria debió finalizar a principios de mayo, se ha extendido hasta el 31 de octubre de 2018, fecha límite para encontrar un comprador que se haga cargo de la empresa.

Por el momento, la firma italiana continúa fortaleciendo su red a través de la firma de acuerdos comerciales y de código compartido con ANA, Pegasus Airlines y Royal Air Maroc, además de mejorar sus indicadores operacionales, como por ejemplo en puntualidad. Si bien la intención es mostrar una empresa atractiva, las investigaciones judiciales sólo contribuyen a agregar incertidumbre a un proceso que continuará pendiente al menos durante gran parte del presente año. 

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