American Airlines honra la labor de los tripulantes de cabina chilenos en la seguridad y servicio a los pasajeros

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo J. Delpiano

Cada 31 de mayo, la industria aérea celebra el “Día del Auxiliar de Vuelo” como homenaje a Ellen Church, quien es considerada la primera tripulante de cabina de la historia. En su intención de reconocer su labor, y la que realizan los miles de auxiliares que posee en toda la red, American Airlines se dio un espacio entre el 28 de mayo y el 1º de junio para celebrar el “Flight Attendant Appreciation Day”.

Como la línea aérea internacional que emplea una mayor cantidad de personas en distintas aéreas, American hizo parte de sus celebraciones al personal chileno con festejos y regalos para recibir y despedir a los auxiliares de vuelo en el aeropuerto Arturo Merino Benítez. La intención es sencilla: honrar su labor.

“El servicio que brindan nuestros auxiliares de vuelo es único e incomparable”, dice Paula Caviglia, gerente de Base de Auxiliares de Vuelo en Santiago de American Airlines. “Nuestros tripulantes representan a la aerolínea en todo momento y para agradecer y reconocer el rol fundamental que cumplen en el servicio y seguridad es que los celebramos toda la semana con regalos y festejos”.

Desde su aterrizaje en Chile en 1991, la línea estadounidense siempre ha considerado personal de vuelo chileno en sus operaciones, asegurando un toque local dentro del servicio estándar definido. Se trata de un sello propio y diferenciador que también se repite en otros países de la región a donde vuela con el objeto de brindar un servicio cercano a los pasajeros según las costumbres de cada país y de esta manera, buscar una experiencia de viaje superior. El personal con base en Santiago opera en la ruta Miami – Santiago y desde la ciudad de Florida a otros puntos en América Latina.

A pesar de que las personas los relacionan más con el servicio, la función principal del tripulante es velar por la seguridad de los pasajeros a bordo labor que por supuesto complementan con al ofrecer comodidad a los viajeros en cada vuelo. Para tal propósito, su labor requiere esfuerzo, dedicación, constante estudio y sobre todo disposición, no sólo para atender las peticiones de cada pasajero sino para estar atento e incorporar cualquier cambio que pueda producirse, considerando el dinamismo propio de la actividad aeronáutica. En ese sentido, también se agrega una cuota de flexibilidad a la cual deben estar dispuesto.

American Airlines señala que el adiestramiento de los tripulantes de cabina dura seis semanas y se realiza en el Flagship University que la línea aérea tiene en Fort Worth, cercano al aeropuerto que también es hub y base principal de la compañía. Los cursos cubren primeros auxilios, procedimientos de emergencia, simulacros, que se complementa posteriormente con los servicios al pasajero en temas de comidas y bebidas para las diferentes cabinas. Para adecuarse a los tiempos modernos, la línea aérea ha incorporado tecnología avanzada y herramientas de la realidad virtual para tener una experiencia similar a la que se enfrentan en la realidad.

Una vez ya aprobados los cursos y en sus funciones, los tripulantes regresan todos los años al centro de adiestramiento para realizar el recurrent correspondiente y mantenerse al día con los procedimientos y regulaciones.

Son 130 tripulantes los que forman parte de la base chilena en la compañía, luego de que en el año 2016 se incrementara el número con el ingreso de nuevas personas después de 14 años. A ellas, se agrega un número similar de funcionarios que incluyen personal de aeropuerto, mantenimiento y especialistas. En total, son casi 250 personas los que American tiene en Chile. Por lo mismo y como parte de su política de integración interna, la línea aérea siente como justo y necesario estrechar los vínculos con reconocimientos a quienes desempeñan labores fundamentales en el transporte aéreo.

Como consecuencia del incremento de la demanda entre Chile y Norteamérica, además del crecimiento de la red que permite ofrecer más alternativas de viaje a distintos puntos del planeta, American Airlines ha incrementado sus operaciones y capacidad. Los Boeing 767-300ER que por años fueron característicos en las rutas a los Estados Unidos han desaparecido para dar paso a los B777-200ER y B787-8, los que atienden las rutas Miami – Santiago y Dallas Fort Worth – Santiago, respectivamente.

Actualmente, American opera hasta 12 frecuencias en la primera y un vuelo diario en la segunda. Según la Junta Aeronáutica Civil (JAC), la firma moviliza un promedio de más de 24.000 pasajeros por mes, siendo la principal línea aérea estadounidense en Chile.