Por Ricardo J. Delpiano
Foto: S.Blaise |
En marzo, el Senado de Brasil había aprobado el Acuerdo de Cielos Abiertos del país con los Estados Unidos, definido por el Proyecto de Decreto Legislativo (PDS) 5/2018. Sin embargo, para su entrada en vigencia debía contar con la firma del Presidente Michel Temer, lo que se habría concretado en los últimos días. Según notas diplomáticas del Departamento de Transporte de los Estados Unidos (DOT) la ratificación habría ocurrido el 21 de mayo.
Los Cielos Abiertos entre Brasil y los Estados Unidos, representan una oportunidad altamente esperada por la industria de la aviación de los países, especialmente por los beneficios que se generan en términos de conectividad y de negocios. Si bien las líneas aéreas podrán contar con la libertad completa para diseñar sus rutas entre distintos pares de ciudades entre los dos países y ampliar sus alianzas, serán los usuarios más beneficiados ya que podrán acceder a más frecuencias, una mayor cantidad de destinos y rutas, menores precios y progresivamente, una mayor competencia.
El acuerdo alcanzado considera la libertad total de los cielos en rutas internacionales pero deja fuera la posibilidad de que las compañías extranjeras realicen vuelos domésticos en el país contraparte, es decir no considera, derechos de 8va y 9va Libertad. Además, prevé que las parten designen múltiples operadores, sin exigencia de propiedad y control de efectivo de las mismas. Las líneas aéreas pueden gestionar su oferta en capacidad por vuelo, rutas y frecuencias, según sus criterios comerciales o intereses, teniendo una completa libertad de precios, los que se fijan de acuerdo a criterios de mercado. Por sus características, un acuerdo de este tipo se considera como una herramienta fundamental para el desarrollo del transporte aéreo en el largo plazo.
Existen puntos interesantes incluidos entre los que están el envío de los ingresos obtenidos por servicios prestados en otro país sean enviados a su origen sin tasas e impuestos adicionales y se exenta de impuestos, los suministros que se utilizan en las operaciones como repuestos de aeronaves. En temas de tasas aeroportuarias, el acuerdo establece que cada país debe estimular a las autoridades competentes a realizar consultas a las líneas aéreas para estudiar su razón. En materias de seguridad se considera una colaboración mutua en términos de seguridad aérea y de seguridad física, especialmente al momento de combatir una amenaza específica.
Para Brasil, es el Acuerdo de Cielos Abiertos con los Estados es el más importante que firma en materia aeronáutica. Su aprobación/ratificación se enmarca dentro de la tendencia de apertura que el país viene mostrando desde las últimas dos décadas dejando atrás años de proteccionismo.
El proceso inicia en 2011, cuando los Presidentes de Brasil y Estados Unidos, Dilma Rousseff y Barack Obama, firman un preacuerdo que eliminaba las restricciones de vuelos entre los dos países. Sin embargo, su aprobación se retrasa por los temores de legisladores del país sudamericanos respecto a la posible amenaza que supondría el incremento de la competencia de los líneas aéreas estadounidenses en desmedro de las brasileras. Sin embargo, los procesos de consolidación de la industria que se dieron en los últimos siete años en Brasil, pueden haber generado un cambio en la percepción favorable en la materia. Así, el proyecto es aprobado por la Cámara de Diputados el 19 de diciembre de 2017 y el 07 de marzo por el Senado.
En términos de relevancia, la firma del acuerdo de Cielos Abiertos que Brasil y los Estados Unidos es importante por los accesos que se abren a los mercados más grandes en sus respectivas regiones: Estados Unidos, en Norteamérica y Brasil, en Sudamérica. Tal como fue el caso chileno (1998), su puesta en vigencia marca un punto de inflexión en la historia aeronáutica latinoamericana.
Para la industria de la aviación y en especial para las líneas aéreas, se inicia una nueva etapa de desarrollo de los negocios y conectividad. Además de la posibilidad de abrir nuevas rutas, el mayor interés está en la posibilidad de establecer los ansiados JBAs como mecanismo para crear fortalezas y consolidar los negocios.
American Airlines es la primera línea aérea en manifestar su beneplácito a la aprobación de los Cielos Abiertos dado que permitirá incrementar los servicios entre Estados Unidos y Brasil, además de ser prerrequisito para que el DOT apruebe el JBA con LATAM.
Foto: American Airlines |
American vuela a Brasil desde hace 28 años. Actualmente, ofrece la mayor cantidad de vuelos desde/hacia los Estados Unidos que cualquier otra línea aérea que atiende ese mercado. Según datos de la compañía con base en Dallas Fort Worth, son 70 vuelos por semana hacia Sao Paulo (GRU), Río de Janeiro (GIG), Belo Horizonte (CNF), Brasilia y Manaos, desde Miami, Dallas Ft. Worth, Nueva York (JFK) y Los Ángeles.
Con los Cielos Abiertos vigentes, American espera que el JBA con LATAM se apruebe rápidamente, considerando que esta propuesta ya tiene su visto bueno por los entes reguladores en Brasil desde octubre de 2017, además de estar aprobado en Colombia (mayo de 2017) y Uruguay (noviembre 2016). “El negocio conjunto ofrecerá a los clientes una red de rutas mejorada con mayor conectividad y capacidad, acceso a tarifas más competitivas y una experiencia de viaje ininterrumpida entre los vuelos de American y LATAM”.
Pero American Airlines y LATAM no serán los únicos en beneficiarse. Sus competidores más directos en ambos países también esperan que el nuevo escenario sea positivo para avanzar con asociaciones similares. Cabe recordar que los cuatro principales operadores aéreos en Brasil se encuentran participados o con algún tipo de asociación comercial o de negocios, con alguna línea aérea de los Estados Unidos. Como ejemplo, están los casos de participación y asociación de Delta en GOL, el interés de United Airlines de formar un JBA con Avianca Brasil (como parte de establecer uno similar con Avianca Holdings) y su participación en Azul, que a fines de abril consigue incrementarse, sin descartar una posible asociación más allá que complemente o sea paralela a la que podría establecer con las empresas de Synergy.
El CEO de GOL, Paulo Kakinoff señala recientemente a Bloomberg, que “en aproximadamente dos años las aerolíneas de Brasil tendrán JBA con las aerolíneas estadounidenses”. Sus palabras pueden ser interpretadas como el siguiente movimiento que su compañía y Delta podrían realizar en un futuro cercano, ya sea para enfrentar a American Airlines y LATAM como a la posibles asociaciones de United con Avianca y/o Azul Linhas Aéreas.
Una vez que los Cielos Abiertos se implementen, se espera que la cantidad de vuelos que existen entre Brasil y los Estados Unidos, se incrementen en alrededor de 30% en el corto plazo. Este incremento estaría impulsado principalmente por los distintos niveles de alianzas entre las compañías aéreas, sin descartar la posibilidad de que nuevos operadores también se hagan partícipes en el mercado, además de las oportunidades que se brindarían con la implementación de los distintos JBAs.
Si bien el acuerdo es de carácter bilateral, sus implicancias son a nivel regional en Norte y Sudamérica, debido al alcance que tienen los operadores aéreos. Cabe recordar que por los centros de conexiones que administran las líneas aéreas en Brasil, como es el caso de Sao Paulo (GRU) para Avianca, LATAM y GOL con sus correspondientes enlaces de sus compañías socias, un número creciente de pasajeros fuera de Brasil podrá hacer uso de los beneficios que se generan.
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