martes, 27 de febrero de 2018

Aeroméxico jubila al Boeing 777 y es la primera línea aérea latinoamericana en contar con toda su flota de largo alcance con aviones de última generación

Por Ricardo J. Delpiano

Aeromexico B777 en pista (Aeroméxico)
Foto: Aeroméxico
Cumpliendo los planes anunciados, Aeroméxico pone a fin a las operaciones del Boeing 777-200ER, que el lunes 26 de febrero, hizo su último vuelo comercial entre Buenos Aires (EZE) y Ciudad de México. Ahora con sólo equipos B787, la línea aérea del “Caballero Águila” se convierte en el primer operador latinoamericano en tener a toda su flota de largo alcance con equipos de última generación.

El retiro del “Triple Siete” se da a 12 años de su incorporación, cuando en marzo de 2006 la compañía azteca sólo utilizaba equipos B767, principalmente de la serie -200ER, para atender sus escasas rutas internacionales de larga distancia en un mercado que por lo mismo estaba dominado para las compañías extranjeras. La incorporación del B777-200ER supone a Aeroméxico la recuperación de una capacidad que en parte había ostentado en los años ’80 y ’90 con los McDonnell Douglas DC-10. Las prestaciones permitían atender casi sin problemas rutas a Europa con vuelos sin escalas, en una operación que perfectamente podía competir con cualquier empresa internacional. De la misma manera, fue el avión que permite la extensión de la red hasta Asia, aunque las altura del aeropuerto de capital mexicana obligaba a realizar una escala técnica en Tijuana.

En los 12 años en la flota, Aeroméxico contó con cuatro ejemplares que actuaron como complemento de los B767. A los dos primeros aviones incorporados en marzo y abril de 2006, se agregaron otros en diciembre de ese año y en 2007, que se unieron tras la salida del mercado de Varig. Los B777 operaron en las rutas que unían Ciudad de México con Madrid, París (CDG) y posteriormente, con Tokio (NRT), Shanghái (PVG) y Buenos Aires (EZE), su última ruta regular. También en temporadas atendieron tramos hacia Nueva York (JFK) o Los Ángeles, además de vuelos domésticos a Monterrey y Cancún. Como escala en la operación asiática, Tijuana fue el único destino dentro de México en tener vuelos regulares con este avión.

El retiro del B777-200ER fue establecido en 2013, cuando Aeroméxico empezaba a recibir sus B787 y sólo se iba a efectuar una vez que la empresa recibiese todos los del modelo -8 y contase con un número de ejemplares suficientes de la versión -9. De acuerdo con información de flota, la compañía mexicana dispone actualmente de nueve B787-8 y ocho B787-9 de un total de 10 ejemplares encargados. De esta manera, se podía asegurar una renovación de aviones sin comprometer el crecimiento de la red internacional, evitando situaciones pasadas en las que frecuencias o rutas eran modificadas cuando había cambios de material. En consecuencia, la desprogramación de la flota B777 pudo realizarse sin inconveniente alguno tanto para la empresa como para los pasajeros.

En términos de capacidad, el cambio de aeronaves tampoco no ha significado ajustes significativos por ejemplar, por la similitud en las configuraciones. Mientras los B777-200ER transportaban a 275 pasajeros en dos clases (49 en Clase Premier y 226 en Economy), los B787-9 lo hacen con 274 pasajeros, aunque con una configuración algo distinta y más adecuada, en función del escenario actual (36 en Clase Premier y 238 en Economy). Sin embargo, la mayor cantidad de equipos representa una mayor capacidad por kilómetro en las distintas rutas que operan, que en número superan a las realizadas por el B777.

La dotación de la flota de largo alcance con material B787 coincide también con el inicio de la renovación de los aviones de rutas medias. Recientemente, Aeroméxico incorporó el primer B737 MAX 8 de un total de 90 equipos de los modelos 8 y 9 que reemplazarán a los B737-700 y B737-800, respectivamente. La nueva flota de corto alcance no sólo permitirá una mayor eficiencia operacional sino que también una disminución de los costos por asiento-kilómetro (CASK), además de mayor capacidad por ruta.

Más que en un cambio en los modelos de aviones, la renovación de los aviones está enfocado en la disminución de los costos operativos que acompaña el desarrollo de un modelo de negocios orientado a un crecimiento sustentable. En ese sentido, la conformación de un hub por ejemplo, brinda a Aeroméxico la posibilidad de atraer a más clientes por la creciente oferta de destinos y posibilidades conexión, especialmente en Norteamérica, a través del acuerdo conjunto (JBA, por sus siglas en inglés) con Delta. De esta manera, sortea las barreras que años atrás imponía la competencia de los grandes operadores.

La renovación de flota se enmarca dentro de un proceso de mejora operacional permanente, que según Aeroméxico, está orientado a posicionar a la línea aérea como un referente a nivel global.

No hay comentarios.: