Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Ricardo J. Delpiano |
En su primera intervención en el Foro de Líderes de ALTA 2017, expresa que pese a los avances todavía la industria del transporte aéreo de la región vive una realidad asimétrica con un sector que ha hecho su trabajo mientras que otro lo ha hecho a una velocidad más lenta o que tiene tareas pendientes por hacer.
“El transporte aéreo tiene dos partes: la aérea y la terrestre. La parte aérea son las líneas aéreas y la parte tierra, la relación que tenemos con los aeropuertos, autoridades y los Gobiernos (los Estados). La verdad creemos que la parte aérea ha cumplido; es segura, ha bajado sus costos, sus tarifas y es flexible permitiéndole a los países oportunidades de crecer como el caso de Argentina”, dice. “Es tiempo que el sector terrestre baje sus costos, las aerolíneas ya no los pueden bajar más”.
Cueto reitera el mensaje de la industria hacia los Gobiernos para una alianza colaborativa de largo plazo con el fin de que el transporte aéreo pueda ejercer plenamente su rol de catalizador de desarrollo de los países. La razón es una sola: que los Gobiernos dejen de utilizar a la aviación como una fuente permanente de recursos para otros fines. Costos altos en las concesiones o las tasas de embarque, que en algunos países corresponden al 60% del precio final de un pasaje aéreo, son algunos ejemplos. Así, mientras algunos rescatan el valor del transporte aéreo otros todavía tienen lecciones que aprender. “Panamá y Copa Airlines son el mejor ejemplo de cooperación entre Gobierno, aeropuerto y aerolínea”.
“Nosotros repetimos y repetimos la importancia que tienen transporte aéreo porque la verdad estamos en una región del mundo que tiene dos características: uno, es una región muy grande, muy poco conectada dado que no hay grandes carreteras ni trenes en una geografía complicada que hace del transporte aéreo el medio de conexión; en segundo lugar, porque es una región bastante alejada de los principales mercados que hacen difícil que por acá pasen grandes tráficos”, agrega.
La relación asimétrica planteada no es un tema nuevo ni puntual. Es un tema global de interacción entre el mundo privado (las líneas aéreas) y el mundo público (el Estado) en la planificación que se hace cada vez que se decide construir un aeropuerto, proceso que por cierto involucra a varios actores y en el que un administrador de un concesionario básicamente recibe todo. “El administrador del aeropuerto no es culpable porque desde el Estado le entregan un canon que debe cumplir”, dice Cueto.
Con la transformación del transporte aéreo y la generación de nuevos modelos de negocios en la región, la necesidad de una visión de colaboración debe existir para asegurar un camino de crecimiento positivo con beneficios para todos. Como ejemplo más claro es sin dudas el fenómeno de las aerolíneas de bajo costo y tarifas bajas, que antes prácticamente no existían en la región y hoy, están en todas partes capaces de cambiar toda una estructura.
En ese sentido, anticipa que con la entrada de las LCC “vamos a tener tasas de crecimiento mayores a las que hemos tenido tradicionalmente” y “probablemente existirán mayores problemas” en temas de infraestructura de los que hay actualmente. “Ahí tenemos que construir y trabajar juntos (con los Gobiernos), porque es ahí donde está el desafío para el salto que viene en esta industria.”
Otros temas abordados guardan relación con la necesidad de terminar con los servicios monopólicos que el Estado ofrece a la aviación como ocurre en algunos países con los servicios de rampa o la provisión de combustible. Para la industria, la reforma energética es súper importante para cambiar el modelo de distribución del carburante, generar más competencia que beneficie a la industria y a los usuarios.
De acuerdo con ALTA, desde 2016 la industria aérea experimenta un fuerte crecimiento a nivel regional y mundial. En Latinoamérica y el Caribe el tráfico ha continuado expandiéndose con un crecimiento de 7,3% con 262,1 millones de pasajeros transportados en 2016 por las líneas aéreas de la región en rutas hacia, desde y dentro de esta, con 60 nuevas rutas inauguradas (34 domésticas y 26 internacionales), un desarrollo significativo de la flota con un nuevo avión cada cuatro días. Independiente de la situación de crisis en algunos países, en el último año el crecimiento del transporte aéreo superó al crecimiento económico de la región, lo que demuestra el potencial que existe hacia el futuro.
1 comentario:
Gracias por esta nota.
Absolutamente cierta la problemática que detalla Cueto. Los costos - sobre todo en Argentina - para vuelos con aeronaves de pequeño porte y destinos interegionales entre Chile y Argentina son muy altos. No guarda proporción con la distancia recorrida.
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