Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Boeing |
“El acuerdo para adquirir B787 Dreamliners es un paso significativo para ampliar la experiencia de vuelo a nuestros pasajeros con los últimos y más avanzados aviones en el mundo,” dice M. Ílker Ayci, presidente del comité ejecutivo de Turkish Airlines. “Esta orden desempeña un rol en el crecimiento de nuestro negocio en los próximos años, que visualizamos como una continua relación con Boeing. Durante las conversaciones para finalizar esta orden, estamos evaluando un volumen de negocios por US$ 1 mil millones para los proveedores de la industria aeronáutica local.”
Al anunciar su acuerdo, tanto Boeing como Turkish Airlines no informaron detalles del pedido ni posibles fechas de entrega de los aviones. No obstante, la aerolínea turca precisa que los B787-9 serán claves para atender la demanda futura que se generará una vez que se inaugure el nuevo aeropuerto de Estambul en el transcurso de la segunda mitad de 2018.
El nuevo aeropuerto de Estambul será la base y hub de Turkish Airlines, además de albergar las operaciones del resto de las líneas aéreas que operan desde el hoy saturado aeropuerto Atatürk. Construido con el fin de ser un hub global, evocando rol histórico de la ciudad como punto de encuentro entre Oriente y Occidente, la nueva infraestructura considera amplios edificios para los pasajeros, servicios aeronáuticos y no aeronáuticos, y la incorporación de última tecnología en todos los procesos.
Ubicado a 20 millas al norte de Estambul por el lado europeo, el nuevo complejo contará con una capacidad para movilizar 90 millones de pasajeros por año en su fase 1 y hasta 150 millones una vez finalizado. Inicialmente, tendrá tres pistas de aterrizaje las que se duplicarán a medida que se vayan ejecutando las fases siguientes, un terminal principal y dos satélites que permitirán acomodar a 88 aviones en posiciones de contacto (puentes de embarque), hospitales, hoteles y un centro de convenciones. La conectividad terrestre con la ciudad de Estambul se realizará a través de autopistas y un servicio ferroviario.
Turkish Airlines necesita del nuevo aeropuerto para continuar con su plan de expansión global, abrir nuevas rutas y solucionar las contingencias que impone la saturada infraestructura de Atatürk, que pese a las iniciativas introducidas por parte de sus administradores, limita las posibilidades de todos sus operadores para seguir creciendo. Por ejemplo, ya en 2014, el aeropuerto registraba una oferta de 70 millones asientos, 265 rutas a 95 países, cifras impulsadas en su mayoría por el desempeño de Turkish Airlines.
Los B787-9 anunciados serán claves para concretar el lanzamiento de nuevas rutas de la aerolínea turca, especialmente en mercado con menor demanda y que hoy, por capacidad o características de su actual flota, es difícil de atender de una manera adecuada, es decir con vuelos sin escalas desde/hacia Estambul. Entre estas nuevas rutas se pueden considerar la expansión pendiente a distintos destinos en Asia, Australia y América.
A fecha de hoy, los vuelos de largo alcance de Turkish Airlines son realizados por 17 Airbus A330-200 37 A330-300 y 33 Boeing 777-300ER (además de cuatro A340-300 en proceso de retiro), que en vuelos sin escalas desde Estambul están imitados hasta Ciudad de México por el oeste, Sao Paulo (GRU) por el sur, Papúa Nueva Guinea y el norte de Australia por el Este. Los futuros B787-9 pueden actuar en complemento de esa flota ubicándose en el segmento entre los A330 y B777-300ER con una amplia capacidad de rango intercontinental que facilita la apertura de más rutas sin escalas.
Al cierre del primer semestre de 2016, Turkish Airlines opera a 120 países, 43 en Europa, 33 en África, 13 en el Medio Oriente, 22 en el Lejano Oriente, dos en Norteamérica, cuatro en Sudamérica y el Caribe, además de 49 ciudades en Turquía. En el año 2016, transportó 62,8 millones de pasajeros con una flota operativa de 334 aviones.
1 comentario:
Hace un tienpo leí que existia una posibilidad de adquirir unos 747-8, se sabe que pasó con eso?
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