lunes, 10 de julio de 2017

Iberia festeja sus 90 años en medio de su “mejor momento” pero no está exenta de desafíos

Por Ricardo J. Delpiano

Iberia A330-200 Patrulla del Aire (Iberia)
Foto: Iberia
Después de vivir una de las mayores crisis de la historia, Iberia se encuentra celebrando sus 90 años como compañía aérea en un momento particularmente saludable como resultado de una completa transformación que con objetivos claros la proyecta hacia el futuro.

El pasado 28 de junio -día de su aniversario- quiso celebrarlo con todo y para mostrar el buen momento de la compañía realizó una exhibición aérea en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos, donde operó el primer vuelo de la aerolínea en 1927. Más de 2.500 personas, entre invitados, clientes, empleados, proveedores, socios y otras personas de la industria de la aviación o asociada a la firma española, disfrutaron de un vuelo acrobático de la Patrulla Águila del Ejército del Aire y de un Airbus A330-200 de la compañía, nuevo avión que marca la era de la nueva Iberia.

“Celebramos nuestro 90 aniversario con la seguridad que da la experiencia y con la energía e ilusión de empezar cada día. Gracias al trabajo de nuestros empleados y a la confianza de nuestros clientes y socios hemos podido llegar hasta aquí. 90 años no son nada, estoy seguro de que con el esfuerzo de todos los que hacemos Iberia y el apoyo de nuestros pasajeros, podremos celebrar, al menos, otros 90 años más”, fueron palabras de Luis Gallego, CEO de Iberia, al comentar la histórica celebración.

Iberia fue fundada el 28 de junio de 1927 como Compañía Aérea de Transporte y el 14 de diciembre de ese mismo año realizó su primer vuelo comercial uniendo Madrid y Barcelona. En esa ocasión, un avión Rohrbach R-VIII Roland con capacidad para 10 personas era el encargado de realizar el trayecto en tres horas y media, operación que contrasta abiertamente con las 16 frecuencias diarias que hoy la compañía realiza en un A321 en menos de una hora y moviendo por vuelo a 200 pasajeros.

Para la compañía, el “mejor momento” se refleja por los últimos logros exhibidos. En 2016, fue la línea aérea más puntual del mundo, según FlightStats, consultora que también la ubicó en el mismo puesto para los meses de enero, febrero, abril y mayo. Este año consiguió ingresar al grupo de aerolíneas de cuatro estrellas de SkyTrax, hecho que reconoce la calidad de servicio que ofrece a sus pasajeros durante todo los procesos de viaje. Como resultado de las inversiones realizadas, esa misma consultora también reconoció a Iberia como una de las mejores aerolíneas que más se han superado en términos de servicios, logro que comparte en este año con Saudia. Además, el año pasado, Iberia fue reconocida también por la analista del sector aéreo CAPA “por la mejor transformación de una línea aérea”.

La transformación de Iberia es uno de los logros más destacados en términos de cambios en las líneas aéreas del mundo. Pasó de ser una aerolínea prácticamente quebrada marcada por un deficiente servicio al cliente a ser una de las más admiradas. La clave fue sin duda la fijación de objetivos por parte de la gestión que conduce Luis Gallego: primero en términos de rentabilidad, ya que sin ella no existe negocio que pueda prosperar y en segundo lugar, poner al cliente como centro de todo. Sobre estos pilares, la compañía elaboró el llamado “Plan Futuro” que consiste una estrategia con 32 iniciativas para trabajar en función de conseguir en lo que respecta a mejorar la posición competitiva, incrementar los ingresos, simplificar y flexibilizar los procesos, asegurar la rentabilidad de los negocios de mantenimiento y handling, y cambiar la cultura de la empresa.

A pesar de que es una aerolínea rentable y cuenta con mejores referencias entre sus clientes, los desafíos no terminan. Desde hace unos años, el auge de Air Europa y la penetración en España de las aerolíneas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) tanto en vuelos domésticos como rutas medias y ahora de largo alcance, demuestran a Iberia que la transformación debe ser algo permanente y no una cuestión temporal.

Para mantenerse a la vanguardia, la compañía está renovando aceleradamente su flota con la incorporación de los A330 (modelos -200 y -300), el retiro de los A340-300, la próxima llegada de los nuevos A350-900 y recientemente, con el pedido por 20 aviones de la familia A320neo (17 A320neo y tres A321neo) que se incorporarán el próximo año. También ha lanzado nuevos productos, como la Turista Premium y prepara una serie de cambios, que incluyen también la participación de otras líneas aéreas de IAG. En materia de rutas, Iberia ha vuelto a crecer en América Latina, recuperando destinos y anunciando otros nuevos para el futuro, además de incorporar a Asia como parte de la red con los vuelos a Tokio (NRT) y Shanghái (PVG). Frente al desafío de las LCC en rutas de largo alcance, su matriz IAG ha creado la marca Level, a la que brinda todo el apoyo operacional hasta que pueda funcionar como una línea aérea independiente.

En sus planes más inmediato, Iberia concentra sus esfuerzos en consolidar lo construido y avanzar en la generación de mayores eficiencias para continuar mostrando los resultados que exhibe actualmente y seguir destacando. En un mercado de cambios, como ilustra el propio Gallego en distintos medios de prensa españolas, la cautela pareciera ser el premisa actual de la compañía a la espera de que vislumbre oportunidades más favorables o se estabilice la situación actual.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A la expectativa de lo que haga Avianca y KLM por sus 100 años en 2019.

Anónimo dijo...

Las cuatro veces que he volado con Iberia han sido malas, no es el avión ni lo que sirven, si no que el trato de sus trabajadores hacia los pasajeros.

Pancho dijo...

Es la tónica del mercado aéreo europeo donde existe una competencia feroz entre aerolíneas. Si pagas unos pocos euros por pasaje no esperes que te hagan muchos cariñitos. Y eso va a llegar por aquí también, pues a la hora de comprar el pasaje siempre queremos ahorrar un par de lucas, pero una vez en el vuelo queremos un mejor servicio. Las dos cosas no se pueden.