Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Qatar Airways |
En medio del conflicto gestado, la que es una de las mayores aerolíneas en el mundo en cuanto a crecimiento, intenta dar señales de normalidad al mundo, ya sea a través del resto de sus operaciones como al anunciar resultados de su gestión y en el intento mantener vigentes sus planes de expansión futuras, a pesar de que la realidad sea menos auspiciosa que otras ocasiones.
Así para el periodo fiscal 2017 (1º de abril de 2016 al 31 de marzo de 2017), Qatar Airways informa utilidades netas por QAR 1,97 mil millones (US$ 540 millones) las que equivalen a un aumento de 21,7 en la comparación internacional. El resultado se explica por la expansión conseguida y operaciones estratégicas con otras compañías a través de inversiones y alianzas. Como consecuencia del crecimiento y del incremento de la flota, la capacidad total –medida en asientos disponibles por kilómetro- (ASK) aumentó 21,9% totalizando 185.208 millones de plazas.
“Nuestros resultados anuales nuevamente reflejan el resultado de nuestra expansión y estrategia de crecimiento que han llevado a Qatar Airways Group de ser un pequeño operador regional a un motor de la aviación en las dos últimas décadas”, señala Su Excelencia Akbar Al Baker, CEO de la línea aérea.
En el último año en ejercicio, Qatar Airways inauguró 10 nuevos destinos, mejoras en el producto e incremento de la flota a 196 aviones, entre los que destacan siete Airbus A380, 16 A350-900 y 30 Boeing 787-8. También realizó inversiones incrementando la participación en IAG del 15,24% al 20,01% y adquirió el 10,0% de LATAM Airlines. Como parte de este proceso, avanzó en el establecimiento de un Joint Business Agreeent (JBA) con IAG, con el cual ha fortalecido su relación con sus socios además de coordinar mejor los servicios al pasajero por el interés mutuo de las dos compañías en generar de operaciones rentables.
Durante la presentación de los resultados, Al Baker precisa que la expansión se vio en parte afectada por demoras en las entregas lo que ha sido compensado con el arriendo a LATAM de cuatro A350-900 por un periodo de seis meses a un año para minimizar algunos impactos en cuanto a la operación de largo alcance.
Qatar Airways señala que el bloqueo unilateral del que es objeto su país parte del Reino de Arabia Saudita, Bahrain, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, por cielo, mar y tierra, no ha afectado significativamente sus operaciones, excluyendo los vuelos a estos países que han sido suspendidos hasta nuevo aviso. Si bien el resto de la red sigue funcionando, la aerolínea reconoce que hay ajustes operacionales que son informados días a día como parte de una práctica estándar de cualquier línea aérea en casos especiales.
El bloqueo obliga a desviar todos sus vuelos por el espacio aéreo iraní, hoy convertido en la única vía de entrada y salida desde Doha. Por lo mismo, algunos vuelos han visto afectados sus horarios y otros han sufrido cancelaciones, siendo ejemplos de esto el vuelo Doha – Sao Paulo (GRU) – Buenos Aires (EZE) que desde el bloqueo alarga en cinco horas su duración e incluye escala técnica en Atenas, o algunos vuelos hacia África que deben cruzar la península arábiga.
Tiempos difíciles con un Estados Unidos señalado como culpable
Pero antes del bloqueo de sus vecinos, Qatar Airways ha tenido que sortear un escenario más complejo a nivel global. Las rivalidades políticas con el Reino de Arabia Saudita complicaron primero el establecimiento de la filial Al Maha en ese país, la que finalmente no se materializará menos ahora que la Autoridad General de Aviación Civil (GACA) saudita le quitó el Certificado de Operador Aéreo (AOC). Posteriormente, ha intentado reubicar estos aviones ingresando en el mercado de India, lo que generó la oposición de los operadores locales de ese país.
La llegada de Trump al poder en los Estados Unidos, significó para Qatar Airways la vuelta al conflicto con las tres grandes líneas aéreas norteamericanas (American, Delta y United) quienes han encontrado en el discurso nacionalista del nuevo Presidente una oportunidad para elevar sus demandas frente a lo que consideran una competencia desleal desde Doha, Dubái y Abu Dhabi. Pero, esto no ha sido tan significativo como los bloqueos a los viajes desde ciertos aeropuertos de países musulmanes y la prohibición de llevar equipos electrónicos personales en cabina (“electronic ban”), que han afectado los ingresos y factores de ocupación, según lo ha reconocido la propia aerolínea.
Por estos días, Al Baker no duda en calificar de “ilegal” el bloqueo de los otros países árabes y señala a Estados Unidos como culpable de “avivar” el fuego en lugar de apagarlo, según se indica en CNN Money (12/06/2017). Para el directivo, el país norteamericano estaría endosando la responsabilidad de crisis a sus vecinos, que según se infiere sería artífice. “No voy a comentar respecto al Presidente Trump. Estoy extremadamente decepcionado”, dijo al medio estadounidense.
Con 18 destinos cerrados varios aviones se encuentran en tierra, pero Al Baker descarta que eso se traduzca en una contracción. De hecho, el ejecutivo afirma que continuarán con los planes anunciados en los últimos meses y que incluyen la apertura de Río de Janeiro y Santiago como parte de los 24 nuevos destinos para el periodo 2017-2018. Precisamente, esta semana la aerolínea inauguró su nueva ruta a Dublín.
Si bien hay confianza que en el largo plazo Qatar Airways podrá salir exitosa de su actual crisis por la capacidad que históricamente ha mostrado y por sus fortalezas como línea aérea, los planes más inmediatos podrían verse algo afectados especialmente aquellos cuyas operaciones involucran a alguno de los países del bloqueo. Como todo en la aviación actual, la incertidumbre se ha tomado también los cielos qataríes.
1 comentario:
Más falso que las utilidades de las aerolíneas de Medio Oriente
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