Por Ricardo J. Delpiano
Foto: S. Blaise |
Según lo expuesto en su 73va Asamblea General, se espera que las aerolíneas alcances los US$ 31.400 millones de utilidades frente a los US$ 29.800 millones proyectados inicialmente. Este aumento estará impulsado por los mayores ingresos (US$ 743.000 millones) que se enmarcan como parte de la modernización de las compañías aéreas, una mayor eficiencia operacional, la exploración de nuevos modelos de negocios y también una gestión más comprometida y responsable.
“Se presenta otro año excelente para la industria aérea. La demanda, tanto de carga como de pasajeros, supera las expectativas. Pero el aumento de los ingresos viene acompañado de un aumento del coste de combustible, laboral y de mantenimiento. Y aunque las aerolíneas siguen arrojando resultados positivos y ganancias sobre la inversión, la rentabilidad cae este año respecto al ejercicio anterior”, puntualiza, Alexandre de Juniac, consejero delegado de la IATA.
Para el año 2017, la utilidad neta por pasajero está fijada en US$ 7,69, inferior a los US$ 9,13 de 2016 y de los US$ 10,08 de 2015. El margen de beneficio neto es del 4,2% frente al 4,9% del año anterior.
IATA considera que existirá menor espacio para acomodarse a los desafíos inmediatos como los aumentos de los costos en temas de combustible, laboral y mantenimiento, así como también a la incertidumbre política internacional. “Las aerolíneas deben estar preparadas para afrontar cualquier aumento de sus costes, como impuestos, mano de obra o infraestructura", dice De Juniac.
Durante este año, persistirá la diferencia de ganancias por la región. Las aerolíneas de Norteamérica serán las que más aporten con US$ 15.400 millones, seguidos por los de Europa y Asia-Pacífico con US$ 7.400 millones. Más atrás, están las compañías de América Latina con US$ 800 millones que doblan a unas afectadas líneas aéreas del Medio Oriente que conseguirán sólo US$ 400 millones de beneficios. Las compañías africanas reportarían una pérdida de US$ 100 millones.
Una demanda más sólida es el componente central de la previsión al alza de IATA, impulsada por un crecimiento del PIB en 2017 en 2,9%. Como resultado de un aumento significativo de nuevos pasajeros, impulsados por los nuevos modelos de negocios de las líneas aéreas habrá un incremento de 7,4% en la demanda con 275 millones más de personas usando el avión respecto a 2016.
IATA dice que la demanda superará al crecimiento previsto en la capacidad, hecho que lo califica como “importante” para el desempeño financiero de la industria. Cabe recordar, que durante los últimos años la mayoría de las líneas aéreas han adoptado un control estricto de la oferta de asientos, ya sea como mecanismo para enfrentar los cambios a nivel global o para ajustar sus negocios, como por ejemplo en casos de consolidación. Como resultado, se espera que el factor de ocupación de pasajeros se sitúe en 80,6%, ligeramente superior al 80,3% de 2016 y que suban los ingresos unitarios.
También habrá un mayor aumento en la carga aérea que se eleva en 7,5% más del doble de 2016 (3,6%) y cuatro puntos porcentuales por encima de la previsión anterior. Para este año, las mercancías transportadas por avión alcanzarán los 58,2 millones de toneladas por la recuperación económica global, el auge del comercio minorista con las compras online, además del transporte de los productos farmacéuticos.
Pero no sólo los ingresos y las utilidades se incrementarán sino que también lo harán los costos, principalmente los del combustible. En 2016, muchas aerolíneas se beneficiaron de la caída de los precios del petróleo y consiguieron realizar coberturas para los periodos siguientes. Este año el precio del barril de petróleo (Brent) se estima en US$ 54,0 en comparación con los US$ 44,6 de 2016. Como resultado, no todas las compañías aéreas podrán compensar el alza por lo que financieramente quedarían más expuestas. El combustible representa el 18,8% de los costos totales de las líneas aéreas.
Si bien habrá rentabilidad será en niveles inferiores a los de 2016, con una caída 2,0% en el negocio de pasajeros y de 1,0% en el de carga, siendo las menores en los últimos años. La combinación entre el control de la capacidad y la demanda será la clave que marcará el negocio de las líneas aéreas para 2017.
Terrorismo y las altas regulaciones se toman la escena
Foto: Santiago Díaz |
En Europa, los atentados terroristas en 2015 y 2016 han afectado la demanda europea y ante la luz de los últimos acontecimientos es probable que lo continúen haciendo, al menos en el corto plazo. “Los recientes ataques terroristas ponen de manifiesto que la amenaza sigue presente en el continente, con el consiguiente impacto negativo sobre la demanda”, dice IATA.
Como consecuencia, algunos Gobiernos buscan adoptar una política más proteccionista que incluye restricciones a los viajes algo que por cierto, IATA no comparte. “Nada debe obstaculizar a la aviación, el negocio de la libertad. Para que esta pueda ofrecer muchos beneficios necesitamos fronteras que estén abiertas a las personas y al comercio. Hoy nos enfrentamos a “vientos en contra” de parte de quienes niegan los beneficios de la globalización y nos dirigen hacia el proteccionismo. Eso amenaza nuestra industria. Debemos dar testimonio de nuestros logros de un mundo conectado y asegurar los beneficios de la aviación para las futuras generaciones”, dice De Juniac.
Con un panorama mejor comercialmente y lejos del factor terrorismo, América Latina sufre todavía por la inestabilidad política en algunos países, principalmente asociados a un mayor auge de populismos y movimientos sociales con alta influencia en los Gobiernos. A esto se agrega una regulación onerosa sobre los derechos de los pasajeros que afecta el desempeño de la industria.
IATA dice que Brasil sigue los pasos de México con una regulación punitiva en lo que derechos al pasajero se refiere, la que se aleja de las normas internacionales. La entidad gremial mantiene sus críticas hacia Venezuela, cuyo Gobierno no facilita la repatriación de los US$ 3.800 millones de las líneas aéreas. Producto de las mayores eficiencias conseguidas, se espera que las compañías aéreas de la región puedan hacer frente al panorama políticamente adverso y continúen generando beneficios.
Las líneas aéreas del Medio Oriente han sido las más afectadas por la ola proteccionista. IATA indica que la rentabilidad y los factores de ocupación han disminuido considerablemente debido a la presión sobre estos países y especialmente, hacia algunos modelos de negocios de algunas líneas aéreas. Estados Unidos sería el principal causante de esta situación con las prohibiciones decretadas por su administración, que incluyen las restricciones de viaje a ciudadanos de determinados países y a las restricciones para llevar aparatos electrónicos personales en cabina, la que estarían afectando las rutas principales. La asociación indica además, que esta zona del planeta enfrenta un aumento de las tasas de infraestructura y la congestión del tráfico aéreo en algunos aeropuertos.
Para enfrentar las amenazas a la seguridad, IATA reafirma el compromiso de la industria al Plan de Seguridad Global en la Aviación (GASeP) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) e insta a los Gobiernos a involucrar a la industria en un diálogo temprano cuando se enfrentan a una amenaza a la seguridad para desarrollar medidas efectivas para los pasajeros con el mínimo de interrupciones, además de fortalecer el trabajo intersectorial con los aeropuertos, otras aerolíneas y con las entidades gubernamentales involucradas en los temas de seguridad.
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