jueves, 4 de mayo de 2017

Colombia aprueba el joint venture entre LATAM e IAG, ampliando el apoyo de países a la asociación

Por Ricardo J. Delpiano

LATAM e IAG logos (Cias. Aereas)
Foto: Cías aéreas
Sumando apoyo en la región, la Autoridad Aeronáutica de Colombia (Aerocivil) entregó el visado correspondiente a la propuesta de joint venture o joint business agreement (JBA) entre LATAM e IAG. Se trata de un nuevo paso para que los dos grupos aeronáuticos puedan avanzar en nuevos mecanismos de consolidación de su negocio generando, en forma simultánea, fortalezas adicionales y mayores facilidades a los usuarios.

Como en todo proceso, la revisión de Aerocivil consideró las posiciones de cada una de las partes y los alcances del JBA en aspectos relacionados con la aeronáutica y la libre competencia. Uno de los temas de mayor interés, guarda relación con los beneficios que genera la ampliación de la red de destinos y la reducción de las tarifas, además de la mayor conectividad desde y hacia Europa.

Pese a que la autoridad colombiana estableció una objeción que está siendo revisada por las partes, la aprobación final del JBA ha sido recibida con satisfacción por parte de las aerolíneas las que interpretan un reconocimiento de parte de la autoridad de los beneficios que generan este tipo de asociaciones en materia de conectividad, viajes y desarrollo económico para los países.

“Estamos muy contentos con la aprobación del JBA entre LATAM e IAG por parte de la Aeronáutica Civil de Colombia”, afirma Enrique Cueto, CEO de LATAM Airlines. “Esta es una muy buena noticia para el país y la región ya que los pasajeros podrán disfrutar de los beneficios de contar con una mejor conectividad, nuevas rutas, mayor competencia y la posibilidad de encontrar tarifas cada vez más convenientes para viajar entre Colombia y Europa, lo que además será un aporte para potenciar los esfuerzos del gobierno nacional para el desarrollo del turismo y el comercio”.

Hasta ahora, LATAM ha recibido las aprobaciones del Tribunal Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil para su JBA con IAG, y de Uruguay, para los acuerdos con American Airlines y con IAG. La autoridad económica uruguaya ha sido la primera en visar las dos propuestas de JBA, independiente de la percepción que pueda existir de estos acuerdos en un mercado pequeño donde la concentración de actores en aviación es altamente factible.

Los acuerdos que LATAM busca con American Airlines y con IAG, deben ser aprobados por la o las autoridades de cada país de acuerdo a lo establecido en su legislación. Como se tratan de negocios separados que sólo han coincidido en la fecha de su presentación, estos deben ser visados de manera independiente según las implicancias y beneficios que cada asociación posee para cada uno de los mercados involucrados.

Si bien existe confianza de que las propuestas serán aceptadas y que los JBA serán finalmente aprobados, persiste el fantasma de que visiones sectorizadas puedan entorpecer el proceso y por consiguiente retrasar los beneficios a los usuarios.

El caso chileno es un ejemplo de lo anterior. En un país tradicionalmente vinculado con una cultura proactiva hacia el desarrollo de la aviación, acciones promovidas por empresarios del rubro turístico han demorado el proceso por considerar que los JBA mencionados generarían una mayor concentración en el mercado. Lo anterior contrasta con los aumentos de capacidad que se han ido generando como una respuesta natural de parte de los distintos grupos aeronáuticos o de la llegada de nuevos actores al mercado, como ocurre entre España y Chile, con las nuevas aerolíneas que estarían arribando.

Actualmente, el 80% de las principales líneas aéreas en el mundo poseen algún tipo de joint ventures. Si bien la cooperación comercial en rutas es la principal referencia de estas alianzas, este tipo de acuerdos pueden darse en distintas esferas del negocio incluso en aspectos no aeronáuticos. En el caso de las operaciones aéreas, más del 30% de las rutas de larga distancia están siendo participadas por algún tipo de JBA, cifra que se incrementa en el tiempo a medida que más aerolíneas y entidades regulatorias aceptan esta práctica como válidas y beneficiosas.

Para los usuarios, estos acuerdos generan beneficios al contar con una mayor cantidad de rutas destinos y opciones de viaje, gozan un incremento en la conectividad con más puntos de conexión o pares de ciudades atendidos, más variedad y mejores precios, y un incremento en el nivel de servicios. Una de las ventajas es que el cliente tiene mayor capacidad de elección ya que cada aerolínea mantiene sus productos y servicios a los que puede acceder según su preferencia o disponibilidad.

Por su parte, las líneas áreas que participan en este tipo de asociaciones logran consiguen mayor eficiencia al coordinar operaciones y servicios, mayores sinergias, cooperación e inversión conjunta, además de una capacidad superior para alcanzar nuevos mercados sin realizar una inversión significativa que pueda poner en riesgo el negocio, todo manteniendo su estructura independiente, lo que favorece para la búsqueda de nuevas oportunidades.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En términos concretos, qué implica este acuerdo? nuevas rutas desde Bogotá a ciudades donde nunca ha volado antes? O sólo se traducirpa en códigos compartidos, es decir, viajar en una línea y volver en la otra, como me ha pasado algunas veces al viajar a madrid (LAN de ida e Iberia de vuelta)? Si es esto último, cero gracia el acuerdo.

Anónimo dijo...

Tal vez no le ven problema en Colombia porque ellos tienen muchas alternativas para hacerle competencia a IAG. El grado de daño a la competencia va dependiendo del país.

Anónimo dijo...

Joint Venture: actuamos como una sola aerolínea, ajustamos itinerarios y repartimos las ganancias o las pérdidas entre ambos... cobrando más caro y concentrando mercado